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| JUEVES, 20 DE ENERO DE 2022 | ||||
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Año nuevo, viejas cuitas. Vuelvo a esta ventanilla primero para felicitar el año a todo el que esté al otro lado de la pantalla. Una vuelve de vacaciones con la intención de contar nuevas cosas, pero luego se topa con la realidad, que es la que nos toca contaros. En este caso vuelvo con el tema de las escuelas infantiles, que no sé si recordáis que la Comunidad de Madrid quiere que dejen de ofertar el segundo ciclo (a los niños de 3 a 6 años) el curso que viene para que vayan directamente a un colegio. La guerra sigue abierta. Y cada vez hay más contendientes.
No me extenderé mucho porque ya está contado casi todo. Los padres que decidieron en su momento esa opción para educar a sus hijos defienden el poder elegir, una consigna propia del PP para apoyar la educación concertada en otros contextos; la Administración piensa que si desaparece ese segundo ciclo de las escuelas se hará hueco para los más pequeños (los de 0 a 3 años); y los sindicatos y la oposición afean al Gobierno que vuelva a tomar una decisión así sin consensuarlo con la comunidad educativa. Nada nuevo bajo el sol. Salvo por una cosa.
Acaba de caer en mis manos un documento en el que los propios equipos de la Comunidad de Madrid que se encargan de la atención temprana (diez en total) argumentan por qué se unen a las reivindicaciones de educadores, padres, maestros, investigadores y diversos colectivos para defender la continuidad de la etapa infantil en las escuelas. Las razones que esgrimen son archirrepetidas, pero no por ello no las voy a recordar.
El modelo de Escuela Infantil 0-6 años permite que los niños reciban una educación más ajustada a su desarrollo evolutivo y sus necesidades, al dar continuidad a la Etapa Educativa.
La trascendencia de esta Etapa Educativa en el futuro desarrollo de las niñas y los niños y en las pautas educativas que se incorporan en la familia. El Primer Ciclo de Educación Infantil es plenamente educativo, igual que el Segundo Ciclo y entre ellos hay una interrelación que se mantiene en las Escuelas 0-6 años y que, sin embargo, se fractura en el paso a colegio. Es más, aseguran que “aún hoy muchos CEIPS no responden a las necesidades” de los menores de esas edades.
El modelo educativo de las Escuelas 0-6 favorece un contacto cotidiano entre la familia y los profesionales de la educación, aspecto fundamental en la primera etapa educativa.
Las Escuelas 0-6 son centros inclusivos que atienden a la diversidad de niños. Cuentan con la colaboración sistemática y cercana de los Equipos de Atención Temprana.
Las Escuelas 0-6 son centros con proyectos educativos singulares que utilizan metodologías propias de la Educación Infantil, que se ajustan al momento evolutivo de los niños y a sus necesidades y aportan unidad y coherencia a toda la etapa.
Todo esto podría ser un argumentario más que la Consejería de Educación podría escuchar o no. Como leer o no la carta de apoyo a estas escuelas que han firmado nada más y nada menos que 31 docentes universitarios de los departamentos de psicología evolutiva o investigación del desarrollo temprano de la Universidad Autónoma o la Universidad Politécnica de Madrid.
Lo que es raro, eso sí, es que se tome una decisión así sin tener en cuenta los informes de los trabajadores de la propia Administración.
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