miércoles, 24 de noviembre de 2010

PRESENTACIÓN DEL ESTUDIO SOBRE EL IMPACTO DE LOS DECRETOS DE LA COMUNIDAD DE MADRID EN EDUCACIÓN INFNTL





El día 22 como estaba previsto se presento, en el Círculo de Bellas Artes, el estudio que han realizado las psicólogas investigadoras de la Universidad Autónoma de Madrid junto con la Junta de Portavoces sobre el impacto de los Decretos de la Comunidad de Madrid en la Educación Infantil.

Desde aquí queremos dar las gracias a todos y todas las que lo habéis hecho posible: las que contentasteis a las encuestas, las que nos las hicisteis llegar, a Belén por ponernos en contacto con las profesoras de la Universidad, a ellas por todo su trabajo e interés y por compartirlo con todos nosotras, al Círculo de Bellas Artes, a todos los que nos acompañasteis...
Gracias a todos el acto fue un éxito y nos sentimos muy orgullosas del trabajo realizado.
Acudieron unas 150 personas, educardores y educadoras,maestros y maestras, miembros de los EATs, representantes de 3 universidades públicas, la FAPA Giner de los Ríos, profesores del Modulo de Educación Infantil de FP, FETE UGT, diputadas de la Asamblea de Madrid....

Creemos que los resultados del estudio han sido muy interesantes y recogiendo una de las intervenciones, "pensamos que ya podemos pasar de las sensaciones sobre lo mal que va la Educación Infantil en la Comunidad de Madrid , a la información con los datos concretos ,que lo corrobora.

Proximamente el informe se va a publicar en la prensa especializada y nosotras lo colgaremos en nuestra pagina web para que podáis consultarlo, hacernos llegar las aportaciones que consideréis oportunas y difundirlo en todos los ámbitos.

Queremos ampliar este informe con otros, para poder llevarlos a cabo, os iremos pidiendo vuestra colaboración.

Os colgamos algunas fotos par compartirlas con vosotras y vosotros.

¡Este es un paso más en la lucha que seguimos manteniendo, porque nunca nos vamos a rendir!



jueves, 11 de noviembre de 2010

¡NOS VEMOS EN EL CIRCULO DE BELLAS ARTES!


"Educar es mirar las estrellas con los niños y las niñas y construir un gran sueño", a esta estrofa de José Sierra, le añadiríamos con todo cariño: SI NOS DEJAN.


Es evidente el deterioro de la Educación Infantil en la Comunidad de Madrid: aumento de ratio, "subasta" de escuelas, menos personal en las aulas, familias descontentas por el aumento de cuotas, y así un largo...

¿Donde está nuestro MODELO DE EDUCACIÓN INFANTIL?, está en nuestras escuelas y no lo podemos ni debemos olvidar y lo vamos a seguir defendiendo con todas nuestras fuerzas.



Nos vemos en el Círculo, con nuestras compañeras-os de la Universidad Autónoma de Madrid, y seguiremos adelante como sabemos hacerlo Y LO ESTAMOS DEMOSTRANDO. Un besito









miércoles, 20 de octubre de 2010

Comparecencia de la Consejera de Educación en el Pleno 14/10/2010

2.2 Expte: C 499/10 RGEP 4746
Autor/Grupo: Grupo Parlamentario Socialista.
Destinatario: Sra. Consejera de Educación.
Objeto: Condiciones de adjudicación de las escuelas infantiles públicas de gestión indirecta. Se adjunta documentación.


Al objeto de precisar las razones que motivan la comparecencia, tiene la palabra, en nombre del Grupo proponente, la señora Peinado por tiempo máximo de cinco minutos.


La Sra. PEINADO VILLEGAS: Muchas gracias, señora Presidenta. Señora Consejera, quiero en primer lugar agradecer la buena disposición que ha tenido para hablar con los padres del colegio Santiago Apóstol de Villanueva de La Cañada, a través del Viceconsejero de Organización. Vaya por delante mi agradecimiento.


Ahora, volvemos a traer una vez más a esta Cámara el asunto de las escuelas infantiles de cero a tres años, de la creo ya para ustedes nueva educación infantil. Sé que éste es un tema que a usted le cansa y le aburre, porque dice que siempre estamos con la misma retahíla. En fin, sé que no le gusta hablar de educación infantil. No le gusta hablar de educación infantil porque en el programa del Partido Popular de 2007, cuando se hacía referencia a los niños de cero, uno y dos años, la principal promesa que ustedes hacían, y su compromiso estrella, no era mantener la calidad de la red pública de escuelas infantiles y casas de niños; no era extender esta red para dar cobertura a la demanda existente en este ciclo por parte de la sociedad madrileña. Su política estrella y su compromiso era extender el cheque guardería, una ayuda que da la Comunidad de Madrid para que las familias lleven a sus hijos a guarderías privadas, con una cuantía que, desde luego, no llega en muchos casos ni a cubrir el tercio del coste de una plaza en un centro de este tipo, pero no apostaba por la educación infantil pública y de calidad, y eso enseguida lo comprobamos. Cuando usted llegó, en 2008, cuando no llevaba ni un año como Consejera de Educación, le tocaba modificar los decretos de requisitos mínimos, y decidió hacerlo aumentando, como ya hemos denunciado tantas veces, una medida que nos parece muy perjudicial para los niños de cero, uno y dos años; modificar los requisitos mínimos, aumentar el número de niños por aulas, sobre todo del grupo de dos años, que pasan de 16 a 20; reducir el número de profesionales que los atienden; reducir las exigencias de titulación de los profesionales de estas escuelas y reducir también la exigencia de espacios físicos adecuados para los niños. Y siguió con otra serie de medidas como la reducción de un tramo en las cuotas que pagan las familias, de manera que se convierten en cuotas que ya no son progresivas y en muchos casos son injustas y hay una clara falta de equidad.


Pero hoy venimos a hablar de la financiación, porque en septiembre de 2008, en esa carrera que usted se ha dado con tanta prisa para modificar todo el sistema y el modelo que teníamos en Madrid, en septiembre, como digo, aprueba un decreto de financiación mediante el cual modifica los pliegos administrativos para la adjudicación de la gestión indirecta de aquellas escuelas que tenían esta modalidad, y estos nuevos pliegos de condiciones lo que hacen es que, por encima de los proyectos pedagógicos y educativos, esté lo que se ahorre la Comunidad de Madrid; eso es lo que más les importa: cuánto se ahorra la Comunidad de Madrid en esto. Porque usted, como no se atreve todavía a deshacerse de las escuelas infantiles, lo que hace es mantener su titularidad, pero, de facto, lo que está haciendo es privatizándolas.

Comenzó, como digo, equiparando las condiciones de las escuelas públicas a las privadas con las modificaciones del decreto de mínimos, pero continuó abaratando al máximo la gestión. Usted no se quiere gastar dinero, ni presupuesto, ni recursos públicos en mantener la educación infantil; usted lo que quiere es dar cheques guardería.


La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Vaya concluyendo, señoría.



La Sra. PEINADO VILLEGAS: La educación infantil a usted le pesa, le pesa mucho porque no apuesta por la educación en el tramo cero, uno y dos años, porque usted para este tramo lo único que pretende es que las familias tengan un sitio donde dejar a sus hijos, pero no sitios donde se les pueda ofrecer una atención educativa sino puramente asistencial, y lo sabe de sobra. Para eso están los cheques guardería, ¿verdad?, y para eso quería ahorrarse todo este dinero en escuelas infantiles. Lo que pasa es que ha tenido un pequeño problema con el que usted cae en una grave contradicción, porque, por un lado, no apuesta por las escuelas pero luego se ha visto obligada, con el plan Educa 3 del Ministerio de Educación -que nunca lo dice, pero para eso estoy yo, para recordárselo-, a construir 23 escuelas infantiles, 22 más gracias al Plan E del Gobierno de España -que tampoco les gusta a ustedes decirlo; de hecho, intentan saltarse las normas y ni siquiera lo publicitan en los carteles que anuncian las obras de estos centros; se ha visto obligada a ponerlos en marcha. Creo que cae en contradicción porque, aunque no cree en las escuelas infantiles, después le encanta decir que este año hay 56 escuelas infantiles nuevas. Pero lo que a usted le hubiera gustado es no construir esas escuelas infantiles, sino haber utilizado esos recursos de mantenimiento en dar cheques guardería.


La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Señoría, concluya.


La Sra. PEINADO VILLEGAS: Concluyo ahora mismo. Mire, señora Figar, el nuevo modelo de financiación deja muy a las claras todo esto que le estoy diciendo, que usted no cree en la educación de cero, uno y dos años. No se puede llamar educación infantil a lo que usted está intentando promover en la red pública, que hasta hace apenas dos años era una red de referencia y de alta calidad para todo el Estado español. Espero que me diga qué valoración hace del sistema de financiación, que sé que para usted será muy positivo, pero dígame si no preferiría haber dado más cheques escolares que escuelas infantiles. Gracias.


La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Gracias, señoría. Señora Consejera, tiene la palabra para exponer sobre el objeto de la comparecencia por tiempo máximo de quince minutos.



La Sra. CONSEJERA DE EDUCACIÓN (Figar de Lacalle): Gracias, señora Presidenta. Señorías, agradezco la comparecencia que ha solicitado de la Consejera de Educación esta tarde ya que me da la oportunidad de recordar que cuando llegué a la Consejería de Educación había 348 escuelas infantiles y 24.500 plazas de cero a tres, y al finalizar este curso 2010-2011 habrá 464 escuelas infantiles y 44.000 plazas. En estos tres años, por tanto, hemos incrementado en 120 el número de escuelas infantiles y creado 20.000 plazas más de cero a tres años. También la evolución de los cheques guardería en esta Legislatura, marcada por la crisis ha sido notable, porque hemos incrementado un 34 por ciento el número de beneficiarios. Va a crecer -ya ha crecido este año- la partida presupuestaria de estas ayudas, vamos a repartir en total 34 millones de euros, lo cual nos va a permitir llegar a 1.500 familias madrileñas más hasta alcanzar 31.000 beneficiarios. Por tanto, señorías, en plena crisis, hemos seguido abriendo nuevas escuelas infantiles y casas de niños, 56, nada más y nada menos, en este curso, ampliando las existentes y también repartiendo y aumentando el número de beneficiarios de los llamados cheques guardería.

Señora Peinado, sabe usted perfectamente que la red de centros públicos de las Comunidad de Madrid es heterogénea, se compone de escuelas infantiles y de casas de niños, algunas de titularidad del ayuntamiento, otras titularidades de la Comunidad de Madrid, de gestión directa o indirecta, etcétera.


Hay modelos de gestión distintos, pero ambos modelos, de gestión directa o indirecta, vienen coexistiendo prácticamente desde el origen de la red pública en la Comunidad de Madrid desde el año 1985. En todo este tiempo, dicha coexistencia no ha sido motivo de queja por parte de ninguna familia, y creo, señoría, y lo aseguro porque todas las escuelas infantiles, no sólo en cuanto a su financiación sino también en condiciones de funcionamiento, están sujetas a la misma normativa, de manera que las familias obtienen un servicio público homogéneo dentro de la Comunidad de Madrid independientemente de la titularidad o el modelo de gestión de cada centro. El funcionamiento de las escuelas, la organización, los horarios, los servicios, los requisitos y la titulación del personal, además -algo muy importante, porque no está así en algunas Comunidades Autónomas gobernadas por ustedes- las cuotas que pagan las familias es exactamente igual en las 440 escuelas infantiles y casas de niños que están funcionando en la región. Todo ello configura el modelo de escuela infantil de la Comunidad de Madrid, y los requisitos de los concursos de gestión se encargan de garantizar que así siga siendo. De ahí que a las familias no les afecte lo más mínimo las cuestiones técnicas y las valoraciones que ha hecho usted aquí esta tarde y que viene haciendo los últimos tres años. Es importante recordarlo porque cuando usted pone en duda la gestión indirecta de escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid en última instancia de lo que está dudando es de la capacidad de sus maestros y educadores. Por eso, quiero dejar bien claro que todas las escuelas infantiles y casas de niños de la Comunidad de Madrid cuentan con equipos profesionales de primera, con conocimientos y capacidad probados para atender a los más pequeños.


Ya expliqué en su momento en la Asamblea en el año 2008, cuando procedimos a modificar los pliegos de cláusulas administrativas que han de regir los contratos de gestión de las escuelas infantiles, que estábamos adaptando, señoría -no ha sido un capricho-, la Ley de Contratos del Sector Público de 2007. Los pliegos -lo sabe usted- recogen, en primer lugar, criterios de solvencia técnica, conforme a los cuales las entidades licitadores deben acreditar que su objeto social se corresponde con los fines del objeto del contrato y, además, también se les exige solvencia económica y técnico-profesional. En definitiva, señoría, todas las empresas adjudicatarias que gestionen escuelas infantiles en la Comunidad de Madrid son empresas del sector educativo que cuentan con personal con experiencia contrastada y acreditada, porque cualquier empresa que aspire a ser adjudicataria en un contrato de gestión debe cumplir esos requisitos mínimos que he citado, y sólo una vez superada la solvencia técnica se tienen en cuenta otros criterios u objetivos para adjudicar el contrato.

Nosotros, señoría -ya lo he explicado-, valoramos en 55 puntos el proyecto educativo, organizativo y personal que desarrolla el proyecto educativo, y en 45 el precio propuesto; es decir que la mayoría del peso en la adjudicación de estos contratos -55 puntos- se basa en criterios cualitativos y no cuantitativos. En esos 55 puntos valoramos cuestiones tales como la propuesta pedagógica, el plan de actuación para los alumnos con necesidades educativas especiales, la organización del centro, el proyecto de iniciación al inglés, la contratación del personal nativo en lengua inglesa, etcétera. También hay, lógicamente, una valoración cuantitativa de la oferta, que es la propuesta económica que realiza cada entidad licitadora por los conceptos de escolaridad u horario ampliado de comedor.

Este modelo de pliegos de contratación, señoría, contribuye, en primer lugar, a preservar y garantizar la calidad de las escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid en la medida en que establece un adecuado equilibrio entre los aspectos cualitativos -un 55 por ciento- y los cuantitativos, la oferta económica, que es de un 45 por ciento. Por tanto, damos prioridad a la calidad del servicio, pero a la vez damos cumplimiento al principio de concurrencia competitiva.


Y otra manera, señoría, que tiene usted muy fácil de comprobar lo equilibrado que es nuestro modelo de pliegos de contratación es compararlo con el de otras Administraciones. Por ejemplo, señoría, con el Gobierno de la nación, que también saca concursos de escuelas infantiles, y concretamente las escuelas infantiles del Ministerio de Defensa, que tienen las bases militares españolas. En las cláusulas de ese pliego, ellos, sin embargo, computan 50 puntos de la oferta económica más 25 puntos del servicio de manutención; es decir que el 50 por ciento de la valoración depende de la oferta económica que se realice. ¿Entiende, señoría? Es decir, valoran más la oferta económica que lo que está valorando la Comunidad de Madrid en lo que usted llama privatización encubierta, mala calidad, acabar con el sector que hasta hace poco era un ejemplo, etcétera. Los pliegos del Gobierno de la nación socialista, señoría, en las escuelas infantiles que ellos sacan puntúan más la oferta económica que lo que está puntuando la Comunidad de Madrid. Conclusión: las escuelas infantiles de titularidad pública dependientes del Gobierno de la nación, primero, también optan por gestión indirecta y también valoran la puntuación económica, y más que la Comunidad de Madrid, y algunas de las empresas que han resultado adjudicatarias de escuelas infantiles del Gobierno socialista, señoría, también lo han sido de empresas madrileñas. Así que, señoría, yo no tengo aún muy claro si su problema es la gestión indirecta, que es el modelo que elige el Gobierno de la nación y los alcaldes socialistas, o lo que le molesta es que en la valoración se dé más peso a la oferta económica que al proyecto educativo. En cualquiera de los dos casos, señoría, tendrá usted algún problema o alguna discrepancia con sus propios compañeros de partido, empezando por la ministra de Defensa y desde luego no con el Gobierno de la Comunidad de Madrid.


Señora Peinado, entérese de que yo estoy encantada de debatir este tema todas las veces que haga falta, y los que desde luego no tienen problemas, porque no hay quejas, son los padres que tienen a sus hijos en las escuelas infantiles públicas, que consideran que están recibiendo un servicio de primera calidad, que sus hijos están atendidos por profesionales de primera y además se benefician de unas cuotas, señoría, que se sitúan entre las más bajas que hay en España; unas cuotas, señoría, que permiten pagar, por el servicio que están recibiendo, cifras muy por debajo del coste real de las plazas, y eso es igual en toda la red de escuelas de la Comunidad de Madrid, sean del municipio que sean, siempre que las familias acrediten la misma condición económica; es decir, a igual renta, no importa dónde viva uno, se paga la misma tasa o la misma cuota. Señoría, compárelas con las de las Comunidades Autónomas en las que gobierna el PSOE, porque desde luego están entre las más bajas.

Insisto, creo que lo importante es que en este curso vamos a alcanzar la cifra récord de 464 escuelas infantiles, 44.000 plazas públicas de cero a tres años, y a éstas hay que sumar -no hay que olvidarlo tampoco- 4.604 plazas de centros privados con convenios, cifra que permanece estable, y 31.000 cheques guardería, que son 1.500 más que el curso pasado, que estamos entregando para ayudar a las familias a sufragar los gastos de escuelas infantiles privadas autorizadas que han elegido para sus hijos cuyas cuotas no son iguales a las subvencionadas en las escuelas infantiles públicas. Es una red que destaca por su calidad, que no cesa de crecer, y nosotros, señoría, siempre lo decimos, optamos por incrementar y aumentar esa doble vía: aumentar las plazas públicas y aumentar el número de escuelas infantiles en la Comunidad de Madrid.


Usted me habla del Plan Educa3 o de las 20 plazas del Plan E, que, en todo caso, señoría, será una elección del municipio que recibe los fondos y que decide, con esos fondos, realizar escuelas infantiles. Se lo digo porque no ocurre en todos igual; o sea que no le adjudique el mérito al señor Zapatero. Con los fondos que recibe el municipio habrán decidido hacer una infraestructura u otra. En todo caso, señoría, desde que soy Consejera hemos puesto en marcha 120 escuelas más, con lo cual, no tengo ningún reparo en reconocer ese esfuerzo compartido que realizamos con el Gobierno de la nación en algunas escuelas, cuando un alcalde elige destinar los fondos del Plan E a hacer escuelas infantiles, pero, señoría, reconozca usted también el esfuerzo de la Consejería al poner en marcha 120 nuevas escuelas y, sobre todo, contribuir a sufragar los gastos corrientes, que es lo que al final más pesa una vez puestas en marcha. Además, señoría, siempre lo decimos muy clarito, hemos aumentado los cheques guardería, porque consideramos que también ayudan a hacer realidad el principio de igualdad de oportunidades y la libertad de elección, porque no son los mismos precios los que se pagan en una escuela infantil privada y muchas familias se quedan fuera o no tienen acceso o prefieren llevar a sus hijos a una escuela infantil privada y también tienen derecho a tener alguna ayuda económica por parte del Gobierno. Hemos pasado de 20.000 a 31.000 cheques guardería, 1.500 más que el curso pasado, y espero, señoría, que en los próximos presupuestos podamos seguir aumentándolos al igual que el número de escuelas infantiles.

La escolarización de cero a tres años -y termino ya- en nuestra Comunidad es prácticamente el doble que la media española, señoría, que está en el 26,7 por ciento, y nos sitúa a nivel europeo, si comparamos la Comunidad de Madrid con el resto de Europa, solamente por detrás de Dinamarca y los Países Bajos, con lo cual, señoría, creo que es gracias al enorme esfuerzo inversor del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Sólo en 2010, la Consejería de Educación va a destinar a la etapa de cero a tres, que no es gratuita ni obligatoria, 160 millones de euros. Por tanto, señoría, creo que nuestra política y nuestra apuesta por la calidad en el servicio que se presta en la etapa de cero a tres la hemos mantenido y se puede acreditar incluso en momentos de crisis económica o de estrechez presupuestaria como en los que vivimos. Muchas gracias, señora Presidenta. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”)


La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Gracias, señora Consejera. Abrimos el turno de intervención de los Grupos Parlamentarios. En primer lugar, en representación de Izquierda Unida, tiene la palabra la señora Vaquero por tiempo máximo de diez minutos.



La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Muchas gracias, señora Presidenta. Muchas gracias al Grupo Socialista por habernos traído hoy esta comparecencia para debatir sobre las nuevas adjudicaciones de las escuelas infantiles. Después de oír a la Consejera, debo decirle que hoy le ha gustado hablar más de cantidad que de calidad, señora Consejera, lo he notado en su discurso, porque realmente lo de la calidad se lo han puesto bastante difícil con lo que está cayendo en la Comunidad de Madrid en las escuelas infantiles públicas de gestión indirecta.

Señora Consejera, desde que usted llegó a la Consejería de Educación, se lo hemos dicho ya muchas veces, mantuvo un firme propósito desde el mismo comienzo: poner en marcha todas las medidas necesarias para terminar de desmantelar el modelo educativo público en esta Comunidad. Cuando usted llegó a esta Comunidad se encontró con un modelo de educación infantil -se lo he dicho en otras ocasiones- que era el mejor de todo el Estado, y vamos a tener la desgracia de que se vaya usted dejando el peor modelo de todos. ¡Hombre!, no le deseo que se vaya; supongo que en esta promoción interna puede que le queden algunas expectativas a la Consejera de Educación.

De nada sirve que esta cruel crisis económica haya demostrado de forma clara y contundente que su modelo social, basado en la privatización de lo público, esté resultando un auténtico fracaso -que lo está siendo-, así como que no es cierto que el mercado se autorregule, ni que la iniciativa privada gestione mejor que las instituciones públicas. Es más, si algo ha quedado suficientemente demostrado es que lo público es hoy más necesario que nunca, y por ello se reclama su intervención para salvar lo privado. Fíjese usted, señora Consejera, que si trasladamos lo que le acabo de decir a la realidad de las escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid, vemos que el modelo que está resultando más sostenible en cuanto a su calidad, a la calidad del empleo que en ellas se produce y, sobre todo, a la calidad de la educación que los niños disfrutan, es precisamente el basado en las escuelas infantiles públicas de gestión pública. Eso nos debería hacer reflexionar.


Como le decía, los desmanes que se llevan a cabo en determinadas escuelas infantiles por la falta de control sólo pueden conducir a un escenario de desorden, abuso y pérdida de derechos, que es, en definitiva, lo que está pasando en algunas de estas escuelas. Si en alguna etapa educativa ha podido desarrollar plenamente su estrategia, como le decía, ha sido en la educación infantil, precisamente en la primera etapa del sistema educativo; etapa que, como le decía, se puso en marcha en esta Comunidad bajo su exclusiva competencia, con un modelo de calidad que ha sido referente de calidad no solamente en todo el Estado, sino incluso más allá. Lo que está haciendo con la educación infantil en esta Comunidad -seguramente porque la falta de una regulación básica sobre ella se lo está dejando bastante fácil, eso no es responsabilidad exclusivamente suya-, es sustituir el modelo educativo público con el que se creó la red pública de escuelas infantiles por el modelo económico, privatizador y asistencial que nos está imponiendo. Esa estrategia está perfectamente estructurada y planificada por su Gobierno y por su Consejería.


En primer lugar, ya lo hemos dicho aquí, fueron la burla a la calidad que supusieron los decretos de mínimos de 2008: más niños por aula, menos profesionales por centro, menos espacio y menos titulación requerida a los profesionales para serlo. Eso, señora Consejera, no es más calidad; de ninguna manera eso puede significar más calidad. A continuación, el ataque a la igualdad de oportunidades a través de las cuotas -también se ha dicho- a las familias con rentas más altas, que fueron premiadas con una rebaja de hasta 200 euros en la cuota, mientras que a las más desfavorecidas económicamente les eliminaron la cuota cero. Usted me lo negó en una ocasión, ante una pregunta de mi Grupo, pero usted no decía la verdad entonces. Se eliminó la cuota cero, y el resultado no se ha hecho esperar. Sepa usted que están desapareciendo de las escuelas los niños de las familias que no pueden pagar los 45 euros de cuota mínima, precisamente los niños que más lo necesitan, familias pobres o empobrecidas que se tienen que buscar la vida como pueden y que cada vez son más. Eso, señora Consejera, tampoco es calidad.

Por si todo esto no fuera bastante, aprovechándose del nuevo decreto de financiación, el curso pasado decidió modificar los pliegos de condiciones para las nuevas adjudicaciones de las escuelas. Nuestro Grupo Parlamentario ya advirtió también, a través de una pregunta en esta Cámara, de los riesgos que suponían esos nuevos pliegos y de la que se nos venía encima, pero su Consejería, experta en la privatización de la educación madrileña, diseñó con rigor su proyecto de desmantelamiento de la educación infantil con unos pliegos de contratación administrativa que priman -y lo hacen de manera descarada, señora Consejera- el supuesto ahorro del presupuesto, ignorando la capacitación educativa de las empresas, y convirtiendo un sector decisivo de empleo en empleo precario y mal pagado, del que también salen más perjudicadas las mujeres.



Señorías, algunas de las trabajadoras que tenían anteriormente un sueldo de entre 1.100 ó 1.200 euros, han tenido que aceptar, porque no les queda más remedio, un sueldo de 700 euros. Y no es la crisis, es la especulación de unos mercaderes sin escrúpulos que han irrumpido con fuerza en el negocio educativo en nuestra Comunidad gracias a las facilidades brindadas por su Gobierno y por su Consejería. ¿Por qué, señora Consejera, su Gobierno ha retrasado la publicación del primer convenio que se ha firmado en el sector y que hubiera impedido esas tropelías para con los trabajadores? Esas 51 escuelas públicas de gestión indirecta sacadas a concurso han sido mayoritariamente gestionadas por cooperativas con una larga trayectoria de buen hacer educativo y comprometidas con el modelo educativo con el que la educación infantil se puso en marcha en esta Comunidad, con equipos muy consolidados y profesionales, altamente cualificados, que han dado estabilidad y seguridad a las familias de muchos barrios y municipios, donde han desarrollado sus proyectos educativos; proyectos educativos excelentes, así han venido siendo calificados. Proyectos que han contado con el reconocimiento de las familias, pero también con su implicación y con su participación. Y eso, señoría, eso señora Consejera, eso sí que es calidad.

Tras el fallo de los concursos, 26 de esas escuelas han sido adjudicadas a empresas que en su mayoría han presentado unos proyectos educativos totalmente deficientes, y no lo son porque lo diga el Grupo Izquierda Unida, son deficientes porque así han sido valorados por los propios técnicos de la Comunidad de Madrid.


La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Vaya terminando, señoría.


La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Hablamos de puntuaciones entre 10 y 15 puntos, frente a los 45 que podían obtener. Eso sí, junto a la eficiencia en los proyectos educativos, se han presentado ofertas económicas con bajadas de precios de casi un 20 por ciento y, por esta razón, se han quedado con las escuelas llamadas públicas para los cinco próximos años. Ésa y no otra razón, es la que ha habido para quedarse con ellas. Mientras que han sido puestos en la calle equipos directivos con proyectos educativos valorados por esos mismos técnicos en muchos casos por encima de los 40 puntos. Empresas con experiencia en el campo educativo, decía usted. Me imagino que se referirá a Gecesa, Grupo Norte, por ejemplo, que es experta no solamente en el campo educativo, es experta en todo, lo mismo lleva centro de menores, que residencias de ancianos, que asistencia domiciliaria, casi cualquier cosa.


Señora Consejera, esas adjudicaciones han tenido problemas y problemas muy serios, y han tenido consecuencias. Han tenido consecuencias sobre los profesionales, a los que se ha respetado muy poco en todo el proceso, ni siquiera una llamada de la Consejería diciendo qué empresa era la adjudicataria, se han tenido que enterar, después del tiempo que ha precisado la empresa, si se quedaba con ella la primera, porque también ha habido casos de empresas que una vez que se les han adjudicado, casi en bloque, algunas de ellas, después han dicho que no les interesaban, porque no han sido capaces de conformar equipos o por la razón que sea.


La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Concluya, señoría.


La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Han tenido consecuencias sobre las familias. ¿Dónde ha quedado aquí la participación en el control y gestión de los centros de las familias, que tiene derecho a él? ¿Por qué no se les ha comunicado? ¿Por qué no han podido intervenir, ser informados, al menos, en alguna fase de estas adjudicaciones? Y sobre todo han tenido consecuencias para los niños. En la Comisión de Educación, yo le hablé de algún caso en concreto en el que se veían esas consecuencias de manera directa. Acabo preguntándole si la Inspección de Educación, el servicio de Inspección Educativa está vigilando estos centros y si han tomado ya alguna medida. Nada más, señora Consejera. Muchas gracias. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Izquierda Unida.”)


La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Gracias, señoría. A continuación, en representación del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora Peinado, de nuevo por tiempo máximo de diez minutos.


La Sra. PEINADO VILLEGAS: Gracias, señora Presidenta. Señora Consejera, lo que yo cuestiono es el modelo de financiación que usted lleva implantando desde el año 2008, que hace, además, que ésta vaya a convertirse y se esté convirtiendo ya en una red que no es homogénea en la calidad que presta. Usted dice: toda la red pública tiene los mismos horarios, tiene horario ampliado, tiene comedor, las cuotas son las mismas. ¡Claro!, en lo formal, tienen las mismas prestaciones. Pero está consiguiendo que haya escuelas de primera y escuelas de segunda, y mucho me temo que las de primera poco a poco van a ir cayendo a la segunda división de las escuelas infantiles, porque usted todavía no se ha atrevido a venderlas. Menos mal que no va a tener tiempo para hacerlo, señora Figar, porque creo que es ahí donde usted quiere llegar.

Lo que yo cuestiono es la financiación, y usted dice: no, si con esta nueva financiación, con estos nuevos pliegos de condiciones se prima el proyecto pedagógico, el proyecto cualitativo, que tiene un peso de un 55 por ciento. Por eso -se lo acaba de decir la portavoz de Izquierda Unida-, en las últimas adjudicaciones de este verano la mayor parte de las empresas adjudicatarias tenían una puntuación bajísima, señora Figar, en sus proyectos, y fueron las que se llevaron la gestión indirecta de estas escuelas. ¿Por qué se lo llevaron? Pues por lo que les ahorraron a ustedes. Mire, señora Figar, hasta ahora la gestión de estas escuelas estaba en manos, como usted bien sabe, de una red de cooperativas, de grandes profesionales que no tenían finalidad de lucro, su única finalidad era tener un proyecto educativo de alta calidad para los niños de cero, uno y dos años. Usted ha preferido que entren a la gestión de estas escuelas empresas que se caracterizan por tener un fin de lucro claro y lo que quieren es beneficiarse, y ustedes lo que quieren es ahorrar. Si ustedes ahorran, ellos se benefician y, al final, ¿quién pierde, señora Figar? ¿Quién pierde? Pierden los niños, y los profesionales; son los que pierden, porque los profesionales van a estar en una situación muy precaria, porque para que ustedes ahorren y esas empresas se beneficien a los profesionales les van a pagar cada vez menos. ¡Señora Figar, 700 euros! Por cuarenta horas semanales de atención directa a bebés. Eso es lo que van a cobrar muchos profesionales en las escuelas infantiles. No hable de calidad en estos modelos que usted está implantando porque no la tienen, porque no es educativo. Mire, usted dice recurrentemente una cosa también: la oposición no hace más que quejarse y denunciar, pero si todo el mundo está encantado y muy satisfecho. Pero es que a usted no le han contado que a finales del mes de julio, cuando casi todo el mundo estaba ya haciendo las maletas para irse de vacaciones, vinieron a esta Asamblea más de 50 madres, maestras y profesionales preocupados pidiéndonos con desesperación que hiciéramos algo por ellos, porque no sabían que iba a ser de ellos. Madres y profesionales que el 1 de septiembre no lo sabían. ¿Esto no se lo han dicho a usted? Mire, en todas las concentraciones, manifestaciones, huelgas que se han dado en esta Legislatura en cuanto a educación, precisamente las profesionales -porque mayoritariamente son mujeres- de educación infantil son las que más se han movilizado, las que más huelgas han hecho, las que más han ido a manifestarse, han hecho manifestaciones propias de la educación infantil, se han sumado a las de denuncia de la educación pública en general. Han sido las que más se han movilizado.


Usted sabe que hace dos años subió un 400 por ciento el número de quejas de padres y madres al Defensor del Menor por la reducción de la calidad educativa, porque, señora Figar, no es lo mismo tener un grupo de 16 niños de dos años que tener a 20 niños; no es lo mismo. No es lo mismo que en las escuelas antes hubiera un profesional de apoyo cada dos unidades, cada dos grupos, y ahora haya un único profesional de apoyo para todo el centro, no es lo mismo, señora Figar. No es lo mismo que con el anterior modelo de financiación, que establecía un módulo fijo según el número de unidades y otro por centro, en el que se dirimía la adjudicación en base al proyecto educativo, no como ahora, que se da al mejor postor; no es lo mismo que antes se calculara el coste de una plaza en torno a unos 450 euros y ahora, en muchos casos, este coste se haya reducido, por lo que usted se ahorra y las empresas se benefician, señora Figar, a 360 euros; 90 euros menos por plaza en muchos casos en una escuela, por ejemplo, de 120 plazas, son muchos millones de euros, señora Figar, lo que usted se ahorra, lo que las empresas se benefician, y lo que se reduce es la calidad de la atención.


(“La señora Presidenta se reincorpora a la sesión.”)


Mire, la junta de portavoces de escuelas infantiles y casas de niños, -sé que para usted no es un interlocutor válido, son profesionales a los que usted permanentemente desprecia ,lo hizo aquí en esta Cámara ante una pregunta que le formulé en el anterior periodo de sesiones- ha hecho un llamamiento en su página “web” para que las educadoras, maestras, padres y madres que tengan quejas se las hagan llegar. A mi me gustaría que cuando recopilen todas esas quejas usted las lea y se entere y se informe y no diga de forma demagógica, como les gusta decir a los miembros del Partido Popular y de su Gobierno, que todos están satisfechos. Ustedes piensan algo y creen que todos los demás tienen que pensar lo mismo. Usted está satisfecha con el modelo de financiación que está implantando y piensa que todos tienen que estar satisfechos. Pues no, fíjese. No, no hay satisfacción, sobre todo a los que les ha tocado sufrir el cambio de un proyecto educativo serio y pedagógico a un proyecto que no es educativo, porque usted apuesta por la no educación infantil, se lo vengo diciendo. ¿Sabe dónde se está notando? Precisamente en la atención educativa.


Le voy a poner un par de ejemplos. Le hablo de casos concretos, de quejas y denuncias de educadoras, de maestras, de las que vinieron aquí en el mes de junio. Antes los niños tenían la rutina de lavarse las manos y los dientes. Ahora en muchos casos no les da ni tiempo a las maestras y a las profesionales de mantener ese tipo de rutinas con ellos. Antes, en una escuela gestionada de forma indirecta por una cooperativa, el niño tenía la rutina de que al ir a echarse la siesta se quitaba los zapatos. Ahora el niño va todo contento a mostrarle a su maestra que se ha quitado los zapatos, y la maestra le dice: “No, mañana tienes que dormir con zapatos”, porque no les da tiempo a mantener una rutina. El niño no está en esa escuela infantil sólo para que le cambien los pañales, le den los biberones y le echen a dormir en una colchoneta, señora Figar. No están sólo para eso; están para mantener un proyecto educativo, para enseñarles una serie de cosas a los niños, rutinas, aprendizajes, porque además es fundamental en su desarrollo, señora Figar. Los centros infantiles no están para aparcar a los niños y cambiarles los pañales. Pero hay muchas educadoras -que creo que, lamentablemente, no se pueden considerar como tales- que les dicen a las familias que bastante tienen con atender a los niños en las cosas más básicas como para encima pedirles que hagan un esfuerzo extra, porque no pueden, y no lo van a hacer por unos sueldos absolutamente precarios, por unas condiciones de trabajo que no son dignas, igual que no es digna la atención que se está dando a estos niños, señora Figar. De verdad, me parece muy duro lo que usted dice: que todos están satisfechos, que todos están contentos, que toda la red es homogénea y que en toda la red se está prestando la misma atención y la misma calidad; porque no es verdad, no es así, y están llegando quejas constantemente.

Le digo más: me consta que se está elaborando un estudio muy serio, avalado por reconocidos profesionales, en el que se va a demostrar cómo los cambios que gracias a sus políticas se han introducido en la red pública de escuelas infantiles están deteriorando a marchas forzadas la calidad de los servicios que se prestan en estas escuelas.


La Sra. PRESIDENTA: Señoría, concluya, por favor.


La Sra. PEINADO VILLEGAS: Concluyo, señora Presidenta. Le vuelvo a repetir, y no me cansaré de hacerlo, señora Figar, que usted no cree en la educación infantil de cero, uno y dos años. Usted sólo cree en tener a los niños aparcados las horas que los padres necesiten, cambiarles los pañales, darles el biberón y ya está. Para eso, señora Figar, no haga usted escuelas infantiles. No son las escuelas ni la educación por la que apostamos los socialistas madrileños. Nosotros apostamos, señora Figar, por una educación de calidad, gratuita y universalizable, para que cualquier familia que tenga la necesidad de llevar a su hijo de cero, uno o dos años a una escuela y tener una atención educativa pueda hacerlo, y de forma gratuita, en esta Comunidad. Eso, afortunadamente, lo podremos empezar a poner en marcha a partir de mayo de 2011. Gracias. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.”)


La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señoría. Tiene la palabra el señor Soler Espiauba, en representación del Grupo Parlamentario Popular.



El Sr. SOLER-ESPIAUBA GALLO: Gracias, señora Presidenta. Señorías, hoy, una vez más, venimos a discutir una comparecencia sobre escuelas infantiles que ha traído el Grupo Socialista; y una vez más, hay alguna parte de la intervención de la Diputada socialista que para mí es muy decepcionante. Realmente, da la sensación de que ha venido a repetir las quejas de un grupo profesional muy respetable, pero que ha perdido una adjudicación pública de escuelas infantiles. La Junta de Portavoces a la que usted se refería -no otras juntas de portavoces, que no es el momento más adecuado para hablar de ellas- no está de acuerdo porque ha perdido esa adjudicación. Ha hecho una oferta peor, según el pliego de condiciones, y no se le ha adjudicado. Eso es una cosa que a usted le podrá gustar más o menos, pero no puede decir ni que no esté de acuerdo con la ley ni que eso no suponga para la Comunidad de Madrid y para sus ciudadanos una mejora, porque hay más familias que pueden acceder a la educación infantil; ni me puede decir que eso no sucede en otras Administraciones públicas. Ya se lo ha relatado la Consejera, pero vamos, señora Vaquero, en San Fernando de Henares las escuelas infantiles que ha puesto el Ayuntamiento son de gestión indirecta. Eso es así.

Señoría, intentar desacreditar la gestión indirecta en la educación infantil es un error. Nosotros no es que nos quejemos de que ustedes critiquen al Gobierno nos parece muy bien; es su función como oposición. Nos llama la atención lo mucho que se equivocan, aunque, como decía Napoleón, cuando el adversario se equivoca, no hay que despistarlo. Señoría, el modelo de gestión indirecta permite que haya más educación infantil para los ciudadanos de la Comunidad de Madrid.

Le voy a repetir las cifras, aunque a ustedes no les gustan las cifras; huyen de ellas porque, claro, las cifras son un dato objetivo, y aquí la crítica que hacen ustedes es siempre subjetiva, en base a unas opiniones difícilmente contrastrables en muchas ocasiones. Yo no sé por qué la señora Vaquero dice que la calidad no es la adecuada. La calidad es una apreciación bastante subjetiva que, en un pliego de condiciones, debe contar lo menos posible; no la calidad sino la subjetividad, y lo que hace el pliego de condiciones es tener en cuenta los datos y valores objetivos como principal referencia para que esto salga adelante lo mejor posible para los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, y es lo que ha sucedido. Señoría, esto nos permite que, en época de crisis, la Comunidad de Madrid pueda ofrecer unas cifras muy saludables y muy sanas que no puede ofrecer ninguna de las Comunidades Autónomas donde gobierna el Partido Socialista o Izquierda Unida; no las pueden ofrecer. Lo hacen peor, tienen peores referencias, y no porque lo digamos nosotros.


Hay un momento en el que la señora Peinado empieza a hablar de la educación infantil como si estuviera hablando de secundaria o de educación universitaria, utilizando unas referencias inadecuadas. Mire, la educación infantil no se parece al resto de la educación, la de cero, uno y dos años. Tiene unas características, que creo que a nadie se le pueden escapar, que son completamente distintas. Es más, en algunos sistemas educativos, lo que usted llama educación infantil de cero, uno y dos años no se considera parte del sistema educativo, y no estoy diciendo algo que suceda en la Conchinchina no, sino en Finlandia, uno de los países mejor valorados por el informe Pisa en cuanto al sistema educativo. Finlandia no tiene como parte del sistema educativo la educación cero, uno y dos años porque la plantean de una forma completamente distinta, en la que sí hay una parte educativa, y hay otras partes que no son educativas, y eso es una cosa que también hay que tener en cuenta.

Antes, otra de las cosas que me ha llamado mucho la atención ha sido cuando ha dicho que antes había un profesor de apoyo por cada dos y ahora sólo hay uno en la totalidad. Mire, muchas de estas escuelas infantiles tienen un número limitado; es decir, antes había dos profesores de apoyo y ahora hay uno, o antes había tres y ahora hay uno, y es muy lógico que suceda así. Claro, usted me dice que antes era algo completamente de referencia. Pues, sí. ¿Por qué? Porque la profesión siempre quiere que haya un modelo ideal en el que hay un exceso de personas dedicadas a cosas que podrían hacer menos personas, y yo lo entiendo porque se descargan de trabajo; pero eso no garantiza el que la educación infantil sea mejor. No lo garantiza, señoría.


El otro día, cuando discutíamos también de educación, me hablaba siempre de las ratios, y yo le ponía como ejemplo que nosotros, en la Comunidad de Madrid, tenemos unas ratios más bajas, más a su gusto, que Finlandia, Gran Bretaña, o Alemania; sin embargo, en el informe Pisa salen mejor valoradas. Y tenemos unas ratios peores que Grecia, Italia y Portugal; sin embargo, en el informe Pisa salimos mucho mejor. Con lo cual, señoría, el tema de las ratios, cuando lo contrastamos con el éxito del proyecto educativo, resulta que no concuerda; algo estará pasando, y a lo mejor es que las ratios no son la referencia absoluta de cómo debemos calificar un proyecto educativo. Eso habrá que tenerlo en cuenta, pero también habrá que tener en cuenta otras cosas, y yo creo que el pliego de condiciones, por medio del cual se han adjudicado las escuelas infantiles, es correcto. Usted no ha podido decir aquí en ningún momento que tenga ningún defecto objetivo ni legal; simplemente a usted le parecen peor, y su opinión es muy respetable. Pero, señoría, esta situación nos ha permitido tener más familias madrileñas atendidas en este espacio temporal educativo; nos lo ha permitido.

Antes hablaba del cheque guardería. Mire, tenemos una atención a cero, uno y dos años por encima de lo que recomienda la Unión Europea, por encima de todas las Comunidades Autónomas que gobiernan los socialistas o los socialistas con Izquierda Unida y, como ha recordado antes la Consejera, sólo Holanda y Dinamarca están en una situación mejor que la Comunidad de Madrid en lo que se refiere a la media dentro de las naciones europeas.

A mí me parece que, si la Comunidad de Madrid en España está bien considerada, sus ratios están en condiciones, venir aquí a decir que, en una guardería concreta, un niño concreto fue a que le quitaran los zapatitos y no pudo es de una pobreza argumental que me llama la atención. En fin, parece como de vocal vecino; ésta es una cuestión en la que nos encontramos criticando la zanja, el árbol, el socavón, etcétera, cosas que tienen su ámbito, y a mí me parece que no es éste.


Yo creo que lo que un Gobierno debe pensar es cómo puede mejorar para una mayoría, y creo que eso es lo que ha proyectado la Consejería de Educación del Gobierno Aguirre: cómo mejorar la educación infantil para el mayor número de familias posibles, y eso creo que ha significado un aumento del número de plazas. Usted podrá decir que hay un grupo de profesionales que lo critican; es muy respetable, pero, claro, son los afectados, señoría. No van a decir que está todo muy bien cuando ellos se han quedado fuera del proyecto porque han hecho un pliego de condiciones o un proyecto que ha perdido frente a otros.


La Sra. PRESIDENTA: Señoría, vaya concluyendo, por favor.


El Sr. SOLER-ESPIAUBA GALLO: Termino ya, señora Presidenta. Señoría, luego me haba de 700 euros. Mire, ¿sabe a cuántos madrileños y a cuántos españoles les gustaría cobrar 700 euros? ¿Está fuera de la ley? ¿Hay algún problema sindical? Yo creo que son salarios que se están pagando... Bueno, si le digo lo que están pagando, que a veces ni pagan, en algunos despachos de abogados importantísimos a los pobres recién licenciados, que estén pagando 700 euros en estas guarderías a mí me parece que ya les gustaría a muchos licenciados en Derecho que están haciendo sus primeros pinitos en cualquier bufete. Les podría poner algún ejemplo que les sorprendería. (“La señora Peinado Villegas pronuncia palabras que no se perciben.”)


La Sra. PRESIDENTA: Señorías, por favor. Señor Soler, vaya concluyendo.


El Sr. SOLER-ESPIAUBA GALLO: Termino ya, señora Presidenta. Por tanto, yo estoy de acuerdo con el proyecto educativo, y me parece que ninguna de las críticas que ustedes han hecho tiene una enjundia suficiente como para descalificar un proyecto que está funcionando, y funcionando muy bien. Gracias. (“La señora Peinado Villegas pronuncia palabras que no se perciben.- Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”)


La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señoría. Señora Consejera, tiene la palabra para contestar por tiempo máximo de diez minutos.


La Sra. CONSEJERA DE EDUCACIÓN (Figar de Lacalle): Gracias, señora Presidenta. Trataré de ser breve puesto que este asunto ya lo hemos debatido en multitud de ocasiones y tampoco aporta la oposición ningún argumento ni ninguna nueva propuesta.


Empezaré diciendo a la portavoz del Grupo Izquierda Unida que yo le puedo asegurar, y es que no paro de asistir a escuelas infantiles, de inaugurar escuelas infantiles, que no he conseguido ni la más mínima queja ni comentario de una familia porque el educador o el maestro que le atiende sea funcionario o no sea funcionario. Es que éste es un debate de usted, de ustedes, lo de la gestión directa, pero a las 44.000 familias que están en la red de escuelas infantiles no les importa que aquellos que les prestan servicio, que aquellos que educan, que asisten a sus menores de tres años, sean funcionarios. (La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Denuncias, denuncias, denuncias.) ¡Es que no les importa! Yo jamás me he encontrado con un padre o una madre que realice una reivindicación semejante. Además, señoría, es que las escuelas infantiles hace mucho en la Comunidad de Madrid que no son de gestión directa, pero no son las que ha puesto en marcha la Comunidad de Madrid ni son las que ha puesto en marcha ningún ayuntamiento de la Comunidad de Madrid, sea del Partido Popular, sea del Partido Socialista, sea de Izquierda Unida. ¡Es que ya nadie pone en marcha escuelas infantiles de gestión directa desde hace muchos años! ¡Ni siquiera ustedes donde gobiernan, ni en San Fernando, ni en Rivas, que hemos inaugurado una este año, señoría! No las pone en marcha nadie. Y, además, es que a nadie le importa, señoría. ¡Es que no le importa a ningún padre ni a ninguna madre, señoría, que el que cuida a sus hijos, el que les educa, el maestro o los educadores, sean funcionarios. Es una cosa de ustedes; usted será portavoz de algún grupo con este tipo de reivindicaciones o sus cuestiones de lo público, pero no le importa a las 44.000 familias, señoría, y tampoco a los alcaldes de Izquierda Unida, del Partido Popular ni del Partido Socialista, que ponen en marcha escuelas de excelente calidad, siempre de titularidad pública pero en manos de empresas o cooperativas que las gestionan.


En relación con las cuotas que pagan las familias, le diré que las cuotas que regulamos en la Comunidad de Madrid son iguales para todas las familias, pertenezcan al municipio que pertenezcan o esté donde esté ubicada la escuela infantil, y que, a igual renta, están entre las más bajas de España. Es un mínimo. Yo nunca he negado que hayamos quitado la cuota cero, nunca. ¡Si yo soy enemiga del gratis total! Siempre pienso que han de pagar algo, entre otras cosas, señoría, porque, si le proporcionan pañales gratuitos y otros servicios, han de pagar algo. Sepa, además -no lo reconocerán públicamente ni se lo voy a pedir-, que, en muchas reuniones que hemos tenido con educadoras o con directoras de escuelas infantiles, ellas mismas nos han dicho que muchas de las familias que pagaban cero no valoraban el servicio, que no lo valoraban, y estaban de acuerdo en que algo debían pagar. Señoría, que ese algo, cuando el coste real de la plaza puede superar los 500 euros al mes, esté en 45 no me parece excesivo. Insisto, están entre las más bajas de España. Y nunca he negado que hayamos suprimido la cuota cero, lo que he dicho es que existen exenciones para familias con especial necesidad; existen. Tenemos un número de familias para las que, previo informe de los servicios sociales municipales, una vez analizada su situación económica -pueden ser familias en riesgo social o que hayan caído en una circunstancia en la que no estaban cuando hicieron la matriculación-, existen exenciones, exenciones completas para un número de familias. Eso está al margen de las tasas o de las cuotas que regulamos y que publicamos. Eso es lo que yo he reconocido, y nunca le he dicho que no exista la cuota cero, es que me parece absurdo porque nosotros mismos somos los que publicamos las cuotas cada año, como Consejería de Educación, aparece recogido en el BOCM, y es absurdo que yo diga eso. Para familias, caso a caso valorado con el informe de los servicios sociales, existen exenciones.

En cuanto a los argumentos de la señora Peinado, en lo sustancial, son los mismos de siempre, aunque ha aportado algunas cosas nuevas al debate de hoy que verdaderamente, señora Peinado, me dejan perpleja. Lo que no puede ser y lo que no se puede sostener sin ruborizarse, señoría, es que, si un maestro o un educador cobra 1.200, es educativo y, si cobra 1.000, no. Señoría, ¡es que esto no hay quien lo entienda! Una cosa será lo que cobra cada persona, que, por cierto, lo negocian los sindicatos, no lo fijo yo, pero lo que no se puede decir es: oiga, usted presta un servicio muy educativo si cobra 1.200 y, si cobra 1.000, usted está privatizando y maltratando a los niños. Señoría, ¡esto no se sostiene! No tiene nada que ver una cosa con la otra. Nosotros exigimos y regulamos las titulaciones, los criterios y la formación que han de tener las personas que trabajan en las escuelas infantiles, pero, señoría, prestarán buen o mal servicio con independencia de lo que cobren. Lo que no se puede decir es: esto es muy educativo si una persona cobra 1.200... Entiendo que les gustará más cobrar 1.200 que 1.000, y 1.000 antes que 800, pero lo que no se puede sostener es el argumento de que atiende fenomenal a los niños y presta un servicio educativo alguien que cobra 1.200 y, si cobra menos, no; señoría, esto no se sostiene.


El otro argumento es: si lo gestiona una cooperativa, es un servicio de gran calidad y público -porque usted me dice ya que las cooperativas son públicas-, pero si lo gestiona una empresa, no es educativo. ¡Que no, señora Peinado! ¡Que no se puede sostener esto! Primero, las cooperativas no son ONGs y tampoco son de titularidad pública, pero lo que no puede ser es que, si el concurso lo gana una cooperativa, entonces es supereducativo, nos encanta y los niños están fenomenal, pero si lo gana una sociedad limitada o una S.A., entonces ya fatal. ¡Es que no puede ser, señoría! ¡Es que utilizan ustedes unos argumentos que no se sostienen! No puede ser. Están bien regulados y bien definidos en los pliegos los requisitos, están bien valorados los proyectos educativos y los condicionantes para pasar el requisito de solvencia técnica antes de valorar otros criterios objetivos de los concursos; pero lo que no puede ser es: si lo gana quien a usted parece gustarle más, entonces es educativo y, si no, no. Señoría, será educativo o no según recogen los pliegos del concurso y el servicio que se presta, y luego lo ganará quien mejor oferta combinada presente entre la oferta económica y el proyecto educativo. No se sostienen sus argumentos. Y ya lo que no logro entender es eso de, si yo me ahorro, las empresas ganan más; o sea, si yo me ahorro, las empresas se benefician, que lo ha dicho usted quince veces en su exposición. ¡No entiendo nada! ¿Qué tendrá que ver que yo me ahorre con las empresas que ganan más? Será más bien al revés. Normalmente, cuando yo no me ahorro, las empresas, las cooperativas, o los que ganen contratos con la Administración, ganarán más, señoría. Esto de, cuando yo me ahorro, las empresas se benefician, no lo entiendo. No entiendo nada de lo que usted me dice, salvo que usted es bastante incoherente e inconsistente en sus argumentos; o sea, no se puede caer en argumentos de esta índole, señoría, y hacer esta demagogia. Si es educativo, si cobro, ¿a partir de cuánto es educativo? ¿A partir de 1.000 es educativo? ¿Es educativo si lo gana “x” y no es educativo si lo gana “y”? ¿Es educativo si lo gana quien a usted le parece?


Y, ¿qué pasa con aquellos concursos que usted denigra cuando lo gana la misma cooperativa que lo estaba gestionando anteriormente? Entonces, ¿usted no tenía ninguna queja? Que es lo que ha pasado en la mayoría de los casos. En la mayoría de los casos, las cooperativas que han estado gestionando escuelas infantiles que hemos vuelto a sacar a concurso con los nuevos pliegos, han vuelto a ganar, y eso a usted no le plantea ningún problema. ¡Hombre, no! Señora Peinado, los argumentos que ha expuesto usted aquí hoy: A los de siempre, no le contesto, porque se los he contestado ya muchísimas veces en esta tribuna, pero esas nuevas aportaciones al debate francamente me han dejado perpleja.


La Sra. PRESIDENTA: Señora Consejera, concluya, por favor.


La Sra. CONSEJERA DE EDUCACIÓN (Figar de Lacalle): Termino, señora Presidenta. Ustedes hablan de mala calidad, aportan unas quejas que nunca se sustancian porque no llegan a la Consejería ni se transforman en denuncias, y yo distingo entre las quejas de las familias, que son las usuarias finales y las receptoras del servicio que prestamos, y las de los profesionales. Yo comprendo que algún profesional que se ha quedado fuera de un concurso o que ve su sueldo rebajado estuviera mejor con las anteriores condiciones; de lo que hablo, señoría, es de las familias, y las familias están muy satisfechas puesto que, en general, consideran que están recibiendo un servicio de altísima calidad, que sus hijos están en manos de excelentes profesionales, y que además pagan cuotas -son conscientes, señoría- muy por debajo del coste real.


Ahora nos anuncia un informe de no sé qué expertos, que ya nos ha venido usted a decir que el informe que están elaborando va a decir que nuestras escuelas infantiles pierden calidad. Yo me quedo, señoría, con dos análisis objetivos: el que ha realizado el Defensor del Menor, que ha valorado muy positivamente la calidad de las escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid -y lo dice así y lo recoge en su informe-, que son de excelente calidad. Y, sobre todo, señoría, al hilo del recurso que interpuso el Ayuntamiento de Getafe, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, señoría, que estableció -se lo hago llegar si no lo ha visto- que el Decreto de Requisitos Mínimos de los nuevos pliegos, señoría, no afectaban a la calidad de las escuelas infantiles ni afectaban a las condiciones laborales de los educadores. Gracias, señora Presidenta. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”)


La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señora Consejera. Pasamos al siguiente punto del orden del día.

Comparecencia de la Directora General de Educación en la Asamblea de Madrid el 6 de Octubre de 2010

4º C 491/10 RGEP 4724 de la Excma. Sra. Consejera de Educación, a petición del Grupo Parlamentario Socialista, al objeto de informar sobre condiciones de adjudicación de la gestión indirecta de escuelas infantiles públicas en la Comunidad de Madrid. (Por vía del artículo 209 del Reglamento de la Asamblea).


Se ha recibido un escrito de la Consejera de Educación por el que se comunica la delegación en doña Carmen Pérez-Llorca Zamora, Directora General de Educación Infantil y Primaria, a quien pido que suba a la mesa. Para introducir la comparecencia, tiene la palabra doña Fátima Peinado.


La Sra. PEINADO VILLEGAS: Gracias, señora Presidenta. Bienvenida, señora Pérez-Llorca a esta Comisión para hablar una vez más de la educación infantil del primer ciclo en la Comunidad de Madrid. La red pública de escuelas infantiles y casas de niños de nuestra Comunidad viene siendo objeto, lo venimos denunciando desde entonces, por parte del Gobierno de Esperanza Aguirre de un ataque sin precedentes; un ataque que está destruyendo un servicio que venía siendo un referente de calidad en el conjunto del Estado español. Primero, con las modificaciones normativas, el Decreto de mínimos de 2008, que equipararon las condiciones de las escuelas infantiles públicas a las guarderías privadas, aumentando el número de niños por aula, reduciendo el número de profesionales que los atienden, rebajando las condiciones de espacios físicos, reduciendo las exigencias de titulaciones especializadas. Este primer envite, que fue el decreto de mínimos, fue seguido casi de forma inmediata por la modificación de las cuotas que las familias pagan en las escuelas infantiles públicas, reduciendo los tramos de cálculo de la cuota en función del nivel de renta a tres -antes era mucho más progresivo-, lo que provocó algo realmente injusto y que no es nada equitativo, y es que las familias con rentas per cápita de hasta 32.000 euros al año vieron reducida la aportación y la cuota a las escuelas infantiles en 200 euros, mientras que las familias con situaciones muy precarias han pasado de tener una plaza gratuita en escuelas infantiles públicas a tener que abonar más de 40 euros mensuales, sin contar el comedor ni el horario ampliado.

Señorías, aquí no se detiene el ataque frontal de la educación pública de cero a tres años porque en septiembre de 2008 se publica un nuevo decreto de financiación, al amparo del cual se modifican los pliegos administrativos para adjudicar la gestión de aquellas escuelas que tienen una modalidad de gestión indirecta. Estos nuevos pliegos de condiciones priman la reducción de costes, o lo que es lo mismo, priman lo que le ahorran a la Comunidad de Madrid por la gestión, primándolo por encima de la calidad educativa y de los proyectos pedagógicos que presenten las empresas al concurso. Al Gobierno del Partido Popular le interesa más ahorrarse la gestión de los centros educativos infantiles, como bien nos están demostrando, antes que mantener un servicio de alta calidad, y la consecuencia de esto es que las últimas adjudicaciones las han ganado mayoritariamente empresas de servicios como Clece o Gecesa, a pesar de que sus proyectos pedagógicos obtuvieron una puntuación bajísima por parte de los servicios técnicos de la propia Consejería de Educación; eso sí, consiguieron ser adjudicatarias gracias a una reducción del coste de las plazas, que va a afectar de forma radical y directa a la calidad de la atención que reciban los niños de cero, uno y dos años de la Comunidad de Madrid que vayan a estas escuelas.


Señoría, esta política de financiación está pervirtiendo el sistema público del primer ciclo de educación infantil en nuestra Comunidad, manteniendo la titularidad pública de las escuelas, sí, pero, de facto, las están privatizando, en una carrera acelerada por reducir costes y por ahorrarse la propia gestión, porque por lo que han apostado el Partido Popular y el Gobierno de Aguirre, y lo han dicho claramente, es por dar cheques guarderías, por cierto, con una cuantía escasa que apenas alcanza a costear el tercio de una plaza en una guardería pública, y no por apostar por la educación pública de calidad en el primer ciclo de educación infantil. Lo que pasa es que se han visto obligados, por el Plan Educa 3, del Ministerio de Educación, y por el Plan E del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, a construir para este año 55 nuevas escuelas infantiles. No podían decir que no, pero como no quieren gastarse mucho dinero en esto de las escuelas infantiles porque prefieren dar cheques a diestro y siniestro, lo que han hecho ha sido aprobar un modelo de financiación que reduce los costes de forma sensible, y que ganen las empresas -que, por cierto, no tienen vinculación con el sector educativo en muchos casos- que ofrecen el precio más bajo para gestionar esas plazas infantiles.

Señora Pérez-Llorca, es una situación preocupante. Me gustaría que me hablara de las modificaciones que introduce el nuevo sistema de financiación y, en concreto, de los pliegos de condiciones y de cuál es el punto de vista del Gobierno del Partido Popular. Nuestro punto de vista se lo acabo de expresar, y continuaré en el siguiente turno de intervención. Gracias.


La Sra. PRESIDENTA: Muchas gracias, señoría. Tiene la palabra la Directora General doña Carmen Pérez-Llorca, por tiempo máximo de quince minutos.


La Sra. DIRECTORA GENERAL DE EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA (Pérez-Llorca Zamora): Gracias, señora Presidenta. Muchas gracias, señoría. Como saben, la red pública de escuelas infantiles cuenta con centros de gestión directa y con centros de gestión indirecta. Ambos modelos de gestión, directa e indirecta, vienen coexistiendo prácticamente desde el origen de la red pública de educación infantil de la Comunidad de Madrid, es decir, desde 1.985.


La gestión indirecta implica que los centros, las infraestructuras y su equipamiento son proporcionados por la Comunidad de Madrid o por los ayuntamientos titulares, y la gestión del centro es desarrollada por entidades que no dependen directamente de la Administración titular. Esas entidades gestoras son seleccionadas para gestionar las escuelas durante un período de tiempo determinado, mediante convocatoria de concurso público en el marco de la Ley de Contratos con el Sector Público vigente en cada momento. Los concursos, por tanto, se convocan cuando se abre un nuevo centro o, en el caso de centros existentes, cuando finaliza el período de vigencia del contrato de gestión de servicio público.

En ambas modalidades de gestión, tanto directa como indirecta, el funcionamiento de la escuela, la organización, los horarios, los servicios, los requisitos y la titulación del personal, el proceso de admisión de alumnos, las cuotas que pagan las familias, es decir, de todo aquello que configura el modelo de escuela infantil pública, son iguales, de modo que todas las escuelas infantiles de la red pública de la Comunidad de Madrid desarrollan una misma función y ofrecen los mismos servicios.

La gestión indirecta, que, como usted sabe perfectamente, preserva el carácter y la titularidad pública de las escuelas, ha permitido tanto a los ayuntamientos de la región como a la Comunidad de Madrid y a otras muchas Administraciones incrementar el número de escuelas infantiles a un ritmo más rápido que si únicamente se contara con la posibilidad de cubrir dichos centros con personal propio. En este sentido, en la Comunidad de Madrid, hemos podido alcanzar, al inicio de este curso 2010-2011, la cifra de 440 centros y casi 42.000 plazas públicas integradas en la red pública.

En cuanto a las condiciones de adjudicación, lógicamente, están sujetas a la normativa vigente, a dos tipos de normativa: por un lado, la normativa educativa, tanto la estatal como la autonómica, y, por otro, la normativa estatal de contratación, la Ley de Contratos del Sector Público, que es una ley de 2007, modificada muy recientemente en 2010.


Me voy a referir a las condiciones de adjudicación, que se recogen en los pliegos de cada concurso, aunque no pretendo analizar de manera exhaustiva los criterios técnicos de contratación, que son complejos y que creo que no son objeto de esta comparecencia, pero hay algunas cosas que creo que es importante que sepamos. Los pliegos, por un lado, contemplan criterios de solvencia económica, financiera y técnica o profesional, en base a los cuales las entidades licitadoras deben, en primer lugar, acreditar que su objeto social se corresponde en alguno de sus fines con el objeto del contrato. Es decir, en este caso, para presentarse al concurso la entidad licitadora debe acreditar que entre sus fines se incluye la prestación de servicios educativos. Las entidades licitadoras tienen que acreditar también su solvencia económica y su solvencia técnico-profesional, y eso se hace justificando el número de profesionales con que va a contar la plantilla y la titulación académica y la experiencia profesional de ese personal responsable de la ejecución del contrato. Eso, por tanto, forma parte de la solvencia técnica, son criterios de solvencia de técnica, que son los que permiten discriminar qué entidades pueden presentarse al concurso. Como consecuencia, una entidad que no tiene entre sus fines la prestación de servicios educativos y que no presenta personal suficiente con experiencia contrastada y acreditada no cumple los criterios de solvencia técnica y no puede resultar adjudicataria del concurso, independientemente de su proyecto educativo o de su proyecto económico. Yo creo que es importante que esto quede claro porque acabamos de oír, y lo hemos oído en muchas otras ocasiones, por parte del Grupo Socialista que la Consejería adjudica la gestión de escuelas infantiles a empresas que no se dedican a la educación o que no tienen experiencia en el sector. Es que no sólo no es cierto, ni en el caso de las últimas adjudicaciones ni en ningún otro caso. No sólo no es cierto, sino que es técnicamente, no ya políticamente, jurídicamente imposible que eso pase.


Por otro lado, para aclararle quizás algunos conceptos, si bien es cierto que la solvencia técnica permite impedir a entidades no educativas o sin experiencia que participen en el concurso, también lo es que nosotros no podemos limitar la participación de licitadores en base a criterios arbitrarios, como que sean cooperativas desestimando otras entidades. La Ley de Contratos del Sector Público no nos permite limitar la libre concurrencia de esa manera, sería una ilegalidad si lo hiciéramos.

Una vez superada la solvencia técnica, se tienen en cuenta los criterios objetivos de adjudicación del contrato, que podemos, a su vez, dividir en dos parte: por un lado, un parte cualitativa, que constituye 55 puntos de un baremo de cien, y que permite valorar el proyecto educativo y organizativo del centro, incluyendo la propuesta pedagógica, el plan de actuación para alumnos con necesidades especiales, permite valorar la organización del centro, el proyecto de iniciación al inglés, que es algo que tienen todas las escuelas de la Comunidad de Madrid y el personal que desarrollará el proyecto. Por otro lado, ciertamente hay también una parte cuantitativa de valoración objetiva, que es la propuesta económica presentada por cada entidad licitadora por los conceptos de escolaridad, horario ampliado y comedor. La Consejería establece para cada centro un precio máximo de licitación y las entidades pueden realizar sus propuestas siempre que respeten ese límite. Lógicamente, también se contempla la existencia de baja temeraria para aquellas propuestas que esté por debajo de la media, y las cuales son excluidas.


Este sistema de concurrencia competitiva, tanto en el proyecto educativo como en la oferta económica, se viene utilizando desde 2008, con la finalidad de, primando claramente la calidad, valorar también, señoría, la utilización eficiente de los recursos públicos. Hay ya cerca de cien escuelas en nuestra región cuya gestión ha sido adjudicada en base a pliegos como el que acabo de describir, aunque es cierto que cada vez que se saca un curso se hacen ciertos ajustes técnicos en los pliegos pero básicamente como los que acabo de describir, y todas ellas están funcionando con absoluta normalidad, todas ellas están ofreciendo los mismos servicios de calidad que el resto de las escuelas de la red. Yo creo, de verdad, que no se puede hablar con tanta ligereza de grave situación y de catástrofe cuando las escuelas infantiles están ahí, están abiertas, están funcionando, ofrecen la misma calidad de siempre y los madrileños pueden ir y visitarlas. Esto incluye también a las escuelas por las que usted pregunta, señora Peinado, las escuelas cuyos concursos fueron adjudicadas en el mes de julio. Han sido adjudicadas en todos los casos -y ya hemos visto que no es que yo lo diga, sino que técnicamente es imposible que no lo sean- a entidades educativas, aunque esas entidades pueden no dedicarse exclusivamente a la educación, porque sería dudosamente legal que a una empresa o a una entidad por dedicarse a la gestión de una escuela infantil se le limitara su capacidad de diversificar su actividad, pero todas las empresas son del sector en todos los casos, señoría, con experiencia previa acreditada por todos los casos y además con plantillas -y este dato es importante- constituidas en al menos un 55 por ciento con personas por experiencia en otras escuelas de la red pública.

Mire, señoría, el modelo de gestión indirecta en escuelas infantiles hace mucho tiempo que no se cuestiona desde las Administraciones Públicas, desde los que tenemos responsabilidades de gestión; se podrá cuestionar desde la oposición pero desde la gestión no se cuestiona. La utilizan ayuntamientos de todos los colores -y se lo he dicho muchas veces-, la utilizan otras Comunidades Autónomas, la utiliza en Baleares, Murcia, Valencia y Cataluña, por ponerle algunos ejemplos que he podido encontrar.


Señora Peinado, incluso el Ministerio de Educación, en un encuentro que tiene previsto con entidades locales, con ayuntamientos sobre educación infantil les va a proporcionar modelos de pliegos para la licitación del funcionamiento de una escuela infantil, esto lo va a hacer el Ministerio de Educación. Pero le voy a decir más, señora Peinado, el Ministerio de Defensa -que se preguntará usted qué tiene que ve el Ministerio de Defensa aquí, bueno, pues yo se lo digo- gestiona escuelas infantiles en sus bases militares y también recurre a la gestión indirecta, y en sus pliegos -yo he podido consultar uno reciente- incluye la valoración de la oferta económica, igual que hace la Consejería de Educación, con la misma fórmula, y le otorga 50 puntos sobre un baremo de 150, transparencia, 50 sobre un baremo de 150.

Mire, de verdad, yo creo que hay que conocer la normativa en profundidad antes de hacer aseveraciones como las que usted ha hecho; hay que conocer lo que hacen otras Administraciones, sobre todo si son de su mismo partido, y sobre todo, como les hemos dicho tantas veces desde aquí y resulta ya un poquito agotador, no se puede decir una cosa cuando se está en el Gobierno y otra cosa cuando se está en la oposición. No se puede mantener una postura para lo que se hace en un sitio y otra distinta para lo que hace el Gobierno de la Comunidad de Madrid, es demagógico, señoría, y es injusto para los madrileños. Le voy a decir qué otra cosa hay que conocer: nuestras escuelas, porque esto que estamos teniendo no es una discusión teórica; las escuelas existen están abiertas, las familias están en ellas, cualquiera que las visite puede comprobar que sus afirmaciones no se ajustan a la realidad, que están funcionando bien y que las familias están satisfechas.

Me gustaría terminar esta primera intervención recordando -porque creo que cuando se habla de calidad en la educación infantil y en cualquier otra etapa hay que hacerlo- que las escuelas las gestionan personas, las gestionan equipos de personas que tienen perfiles muy parecidos, independientemente de la entidad que las contrate, estas personas, a estos maestros, a estos educadores es a los que debemos la alta calidad de nuestra red pública de escuelas infantiles. Nosotros podemos poner unas excelentes infraestructuras, podemos poner un buen equipamiento, podemos poner recursos, pero, al final, son los maestros, son los educadores los que realmente dan la calidad. El cómo se organicen esas personas, si están en una entidad pequeña o grande o si la entidad se dedica, aparte de la educación, a otras cosas, señoría, no define en absoluto el desempeño de su trabajo, ni su vocación, ni su trato con los niños. Muchas gracias.


La Sra. PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Directora General. Pasamos al turno de los Grupos Parlamentarios, de menor a mayor, tiene la palabra doña Eulalia Vaquero, del Grupo Parlamentario Izquierda Unida.


La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Muchas gracias, señora Presidenta. Quiero saludar a la señora Directora General de Infantil y Primaria en esta Comisión, así como agradecer a la señora Peinado la iniciativa que hoy ha traído a esta Comisión, iniciativa o tema que el Grupo Izquierda Unida trató ya en una pregunta sobre los nuevos pliegos de condiciones para la adjudicación de las escuelas infantiles el curso pasado y que hemos vuelto a presentar para que comparezca directamente la Consejera de Educación, porque coincidimos con la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en que la situación no es nada saludable, al menos en alguno de esos centros a los que usted se ha referido de nuevas adjudicaciones.


Mire, yo iba a hacer una intervención distinta a la que voy a hacer después de escucharla a usted. Las 51 escuelas infantiles que han sido adjudicadas a través del último concurso han sido realmente subastadas al mejor postor, señora Directora, y es verdad que en esos criterios de adjudicación existe el criterio de valoración del proyecto educativo y de la oferta económica. Pero usted sabe que el año pasado se modificaron los criterios de valoración de ambas cuestiones, y mientras que hasta ahora -sabe usted que estas adjudicaciones tienen una vigencia de cinco años- en esos criterios había primado el proyecto educativo, la calidad educativa de ese proyecto, ustedes lo han modificado, dando un giro de 180 grados, primando la oferta económica. Así se han adjudicado 26 de esas escuelas a empresas que en su mayoría son empresas de servicios de empresarios muy conocidos en Madrid, que se dedican a otras cosas y que ahora han visto aquí negocio y ellos van al negocio, como es natural en cualquier empresario que se precie. Hasta ahí podemos entender que hayan optado por estas adjudicaciones, pero los propios técnicos de la Comunidad de Madrid han valorado con puntuaciones bajísimas, de entre diez y quince puntos, frente a los cuarenta y cinco puntos que podían conceder, los proyectos de las empresas que han sido adjudicatarias finalmente. Es decir, no ha importado lo más mínimo la calidad educativa y, como digo, ha primado la oferta económica, eso sí, muy sabrosa para la Comunidad de Madrid, que se va ahorra un buen dinerito, porque algunas han llegado a bajar la oferta económica casi en un 20 por ciento. Por tanto, vamos a un servicio mucho más barato y no nos importa tanto cómo se desarrolla el servicio. Como usted bien dice, esas escuelas están abiertas, y detrás de todo lo que le corresponde gestionar a la Comunidad de Madrid hay personas que llevan adelante esos proyectos educativos.

Como creo que eso debe ser así, me he interesado por algunas de esas escuelas y le voy a decir cómo están funcionando. Escuela infantil en Arganda, no le diré el nombre, aunque luego se lo puedo decir, supongo que sabrá usted a la que me refiero. Si tuviéramos que calificar el desprecio tan absoluto de ese centro hacia los profesionales de la educación, ustedes y las que se han quedado con la escuela obtendrían, un cero patatero. Ustedes nunca han tenido el detalle, o la delicadeza al menos de decir, a las trabajadoras de estas escuelas que su escuela había sido adjudicada a otras empresas, se han enterado por las propias empresas. Un buen día las llamaron y les dijeron: ¡oye que somos nosotros! -en este caso Gecesa- ¡que somos la nueva empresa que se ha quedado con vuestra escuela infantil!. Claro que a los pocos días les ha llamado otras personas para decirle que “ya no lo lleva Gecesa, que nos lo han dado a nosotros”. No sé cómo será esto, lo digo en el lenguaje coloquial con el que me lo han trasladado las propias educadoras. Es decir, a Gecesa no le ha interesado y se lo han dado a otra, y así se han ido enterando de que pasaban de unas empresas a otras.


En el mes de agosto les dice esta empresa que les manden todo esto por correo electrónico, el currículum y la cualificación profesional de cada una de las educadoras. Se lo mandan y la empresa las convocan para una reunión el 1 o el 2 de septiembre para tener una entrevista con ellas, con las educadoras que hasta ese momento estaban trabajando en dicha escuela. Las convocan a las nueve de la mañana, pero una señora que se identifica como Chari -puedo dar su nombre- llegó y les dijo que era la nueva coordinadora de la empresa y que no ha podido llegar antes porque han tenido un lío en una escuela de Las Rozas, y estas educadoras estuvieron hasta las seis de la tarde sin saber si están trabajando en esa empresa o de quién dependen, pero estaban allí. Les preguntan si se van a quedar o no, y cuando preguntan con qué condiciones, les dicen que con las del convenio en vigor. Preguntan qué convenio es ése, es decir, qué horarios van a tener y qué salario van a recibir. Les contestan que ni idea y que no se lo podían adelantar porque todavía no lo sabían. En ese momento y viendo la situación, algunas de ellas deciden que no van a trabajar allí y son despedidas con una frase que no voy a repetir aquí porque me da vergüenza pronunciarla, pero alguna de ellas lloró al oírla.

Enfocándolo desde el punto de vista de padres y de criaturas que están a principio de curso y en esas condiciones, se llama a las familias unos días después y les dicen que ha habido un cambio. Las familias ven que allí no hay material porque las personas que han estado gestionando en el período anterior se han llevado el material que, por lo visto, ellas mismas habían comprado. Esta escuela en origen era de ocho unidades y, por lo tanto, la Consejería les había suministrado el material para esas unidades, pero después se ampliaron a doce y, como lo habían comprado ellas, se lo habían llevado sencillamente.


La escuela no se había limpiado, no había pasado por allí nadie a limpiar la escuela desde el mes de julio. Cuando los padres lo denunciaron, es verdad que al día siguiente llegó un operativo de la Comunidad de Madrid para limpiar la escuela, pero los niños ya estaban dentro. No tienen material y, cuando preguntan por él, les dicen que el mejor juguete que tiene, los niños son ellas mismas porque los niños se entretienen con una cuerda.

Los niños han estado comiendo un “catering” frío porque no tenían siquiera un microondas, y le estoy hablando de mediados de septiembre. El día 25 de septiembre una madre entra y ve los vasos sucios. ¿Me escucha, señora Directora? (“Asentimiento por parte de la compareciente.”) Pregunta qué pasa con los vasos y una de las educadoras contratadas les dijo que estaban esperando el pedido porque todavía no habían llegado los estropajos ni los guantes higiénicos para cambiar a los niños.

Sobre la ampliación de horario he hablado con algunos padres y el problema que tienen es gordo porque las familias tienen necesidad de la escuela, no pueden prescindir de ella, y algunas tienen necesidad de ese horario infantil. Les habían dicho que iba a haber ampliación de horario pero les han dicho que iban tienen que; es decir, todavía no tienen la ampliación de horario y mucho me temo que no lo vayan a tener.


En fin, señora Directora General, la red de escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid, cuando ustedes llegaron, era una red de excelente calidad, muy demandada por las familias, lo único que debían hacer era mantenerla. Sabemos que era cara, como todos los servicios que tienen calidad, pero era una opción política mantener un sistema de educación infantil que gozaba de un prestigio reconocido por todos y ustedes han decidido cargárselo. Su estrategia ha estado bien clara desde el principio, desde que llegó Esperanza Aguirre a la Consejería, pero ha sido en esta Legislatura cuando han acelerado el proceso. Estamos ante una estrategia muy bien planificada por su parte, ustedes están degradando la educación infantil, lo hicieron con los currículos y finalmente la han dado el puntillazo con esta subasta, porque eso es lo que ha sido, señora Directora General


La Sra. PRESIDENTA: Señoría, le ruego que termine, porque ha acabado su tiempo.


La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Yo la invito a usted a visitar la escuela que le acabo de describir cuando quiera, a hablar con las familias afectadas cuando quiera. Cuando han preguntado por el proyecto educativo de esa escuela infantil, les han dicho: está ahí en la secretaría, era el antiguo, y ya no quedaba allí ninguna educadora, ni la directora. Creo que usted desconoce la situación por la que están pasando algunas de estas escuelas de nueva adjudicación, porque no se ha referido a ningún problema, sin embargo, las quejas de estos padres sí que han sido dirigidas a la Consejería. Nada más y muchas gracias.


La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señora Vaquero. Tiene la palabra la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, doña Fátima Peinado.



La Sra. PEINADO VILLEGAS: Gracias, señora Presidenta. Señora Directora General, lamentablemente, con los nuevos pliegos de condiciones, las adjudicaciones a la baja de la gestión indirecta de las escuelas infantiles provoca que no sea la misma calidad la que se preste en unos centros y en otros dentro de la red pública; de escuelas infantiles que, como le decía antes, muchas siguen conservando la titularidad pública, pero desde luego, de facto, son y están actuando, como además ha relatado con el ejemplo que ha puesto doña Eulalia Vaquero, como guarderías privadas.


Mire, es necesario comparar los dos sistemas de financiación, el nuevo modelo, que está vigente desde 2008, y el anterior, porque en el anterior sistema de financiación se adjudicaban unos módulos fijos por escolarización, comedor y horario ampliado, según el número de unidades y de nivel, además de un módulo por centro. De este modo, lo que se hacía era garantizar que los proyectos educativos y pedagógicos fueran determinantes a la hora de adjudicar la gestión indirecta de estas escuelas. En cambio, ahora, la facturación es por plaza ocupada mediante contratos de servicios. Lo que se hace es que se establece un sistema de licitación a través de una subasta; es decir que ahora la Administración fija un precio de salida, que no es el precio final, para el coste de la plaza. Las empresas toman como referencia ese precio de salida para ofrecer en sus proyectos precios inferiores, evidentemente esto conlleva evidentemente un cambio sustancial del baremo para la adjudicación en el concurso, porque la valoración de la cuota ofrecida por la empresa llega a tener un peso de un 40 por ciento sobre el total. La valoración de la cuota no existía en el anterior sistema; en cambio, si comparamos un sistema con otro, podemos ver cómo en los anteriores pliegos de condiciones, los anteriores a 2008, el proyecto de gestión organizativo y económico tenía una representación de un 50 por ciento, el proyecto educativo, del 30 y la cualificación del personal, del 20 por ciento. Ahora, lo que más peso tiene son esas cuotas que antes no existían; es decir, lo que más peso tiene es la oferta más a la baja de las que se presenten, que son las que se llevarán la adjudicación en estos concursos. En cambio, el proyecto educativo ha pasado a tener un 20 por ciento, porque otro 10 se destina al inglés para niños de cero, uno y dos años. ¡Si es que todavía no han aprendido a hablar y ustedes le dan un peso al inglés de un 10 por ciento! Permítame decirle que esto nos resulta realmente ridículo. Y la cualificación del personal ha pasado a ser de un 10 por ciento, es decir, a reducirse a la mitad. Por tanto, el peso otorgado a las cuotas es lo que hace que primen los criterios económicos sobre los criterios educativos y pedagógicos a la hora de la concesión y no tiene otro objetivo, señora Pérez-Llorca, que abaratar los costes -se lo decía antes- del sistema para la administración. Y, al mismo tiempo que se abaratan estos costes, ustedes abrieron en el decreto de mínimos una alternativa de financiación para estas empresas, y es que tuvieran -y a eso no ha hecho ninguna referencia- propuestas de actividades complementarias para hacer en el mes de agosto o fuera de las horas lectivas.

Otras diferencias sustanciales que usted no ha comentado, y eso que le he pedido que hiciera una valoración del anterior y del actual sistema de financiación, es que antes había un conocimiento previo a la adjudicación de los precios públicos, cosa que, como le comentaba antes, se desconoce actualmente porque se parte de un precio de partida que luego no es el precio final. El coste de la plaza antes se estaba valorando hasta en unos 450 euros, contemplando comedor y horario ampliado, y ahora se ha reducido a 360 euros al mes. Estoy hablando teniendo en cuenta el mes como medida, lo que significa que se ha reducido el coste por plaza. Ahora hay que hacer lo mismo, bueno, lo mismo ya no porque desde luego la calidad ha descendido muchísimo. Hay que mantener a los niños en las guarderías -perdón, en las escuelas infantiles públicas, si quiere que sigamos llamando así a estas escuelas- por bastante menos dinero.

Por otro lado, la Comunidad de Madrid no garantiza la compensación de la diferencia que puede producirse entre el coste de la plaza licitado y el precio público fijado con posterioridad; no existe esa compensación, por tanto, ese desajuste en lo que va a repercutir nuevamente es en la calidad que se presta a los niños y a los recursos con los que cuentan. Antes se financiaba el mes de agosto; ahora la empresa ya no cuenta con esa financiación y a lo que tiene que acogerse es a esas actividades complementarias que comentaba antes, y además antes se pagaba el mantenimiento y las acometidas de los suministros, cosa que ahora no sucede.

Usted me hablaba de la solvencia técnica de las empresas que concursan, pero, claro, es que ustedes piensan que con que les digan que van a contratar a equis número de maestros de educación infantil, según las unidades del centro, más uno más -les recuerdo que ésas eran las condiciones modificadas en 2008-, ya se puede gestionar una escuela infantil. Una escuela infantil no es poner equis número de maestros de educación infantil. Una escuela infantil pública de calidad tiene que tener un proyecto educativo que la haga funcionar, que se implique en toda la organización de la escuela. ¿Usted montaría una empresa de lo que fuera, de cualquier servicio, contratando a una serie de trabajadores y sin tener ningún tipo de estrategia ni de misión ni de objetivos? No lo podría hacer. Pues eso es lo que está usted obligando a hacer a estas escuelas infantiles, a que, simplemente, se contrate personal... Por cierto, como los costes de las plazas están a la baja, cada vez con sueldos más bajos y en situaciones laborales muy precarias, lo que usted está haciendo es convertir a la escuelas en centros a los que van maestros de educación infantil, en condiciones muy precarias, a atender a los niños no como un sistema educativo, sino como un sistema de “aparcaniños” y de “cambiapañales”, que es como ven ustedes la educación infantil. Ahí radica la principal diferencia que se ha provocado con el nuevo sistema de financiación, que está muy en consonancia con cómo ven ustedes la educación infantil en el primer ciclo: para ustedes no es educativa sino asistencial. Pues, para cambiar pañales y dar papillas, da igual, qué más da un proyecto educativo, ¿verdad? Por eso no lo tienen en cuenta a la hora de las adjudicaciones y lo que sí tienen en cuenta es el precio más bajo que oferten las diferentes empresas.

Como le digo, todas estas modificaciones están perfectamente calculadas por ustedes para convertir nuestra red de escuelas infantiles públicas en meras guarderías privadas, porque ustedes no querían tener escuelas infantiles públicas sino cheques guardería. Pues, mire, va a ser materialmente imposible ofrecer una atención educativa con la aplicación de este nuevo modelo de financiación.

La señora Vaquero hablaba de lo que ocurrió este verano. Me hubiera gustado que hubiera venido aquí el 23 de julio -creo que era esa fecha-, porque estaba la Asamblea llena de madres con sus niños, y de profesionales de las cooperativas a las que ustedes con esos pliegos de condiciones han echado directamente de estos concursos en los que no pueden participar ya por dignidad porque no pueden presentar proyectos educativos a tan bajo precio, y nos transmitieron su absoluta desesperación. Fue una visita muy numerosa a la Asamblea. Por el proceso que se dio de adjudicación para las 51 escuelas, más de la mitad fueron adjudicadas a empresas de servicios como Clece o Gecesa. Le vuelvo a repetir que ustedes dicen que Gecesa es técnicamente solvente, pero ya le digo que cualquiera se presenta a un proyecto diciendo que va a contratar equis maestros y ustedes dicen que tiene solvencia técnica en materia de educación. Pues no, señoría, no. Además, después de la adjudicación a estas dos empresas, Gecesa, que había sido adjudicataria en nueve centros, decide que se va. Ustedes, en su momento comentaron, o hubo una respuesta desde la Consejería diciendo que había habido problemas en los proyectos que habían presentado. Yo no me creo que una empresa de estas características, en nueve centros, tenga problemas en los pliegos de condiciones o problemas de carácter formal. No me lo creo; no me lo creo en absoluto. Tengo dos hipótesis: una, que Gecesa abandonó la gestión de las escuelas de las que había sido adjudicataria porque se dio cuenta de que el precio que había puesto y con el que había concursado hacía inviable la gestión de esas escuelas. Dos, como ustedes no dan puntada sin hilo y las cosas no las hacen porque sí, voy a pensar mal, aunque no quisiera: como Gecesa está dentro del grupo de Arturo Canto Blanco, Presidente de la CEIM, buen amigo de doña Esperanza Aguirre, a lo mejor lo que hizo con ustedes fue una colaboración. Le dijeron: ustedes preséntense, porque se hace una media entre la oferta más alta y más baja; se hace una media entre el precio más alto y más bajo.



La Sra. PRESIDENTA: Señora Peinado, vaya terminando.


La Sra. PEINADO VILLEGAS: Termino, señora Presidenta. Gecesa se fue, pero una vez que se fue no se recalculó otra vez esa media, porque se había ido a una empresa que tenía la oferta más baja y no se volvió a recalcular ese precio medio. Por tanto, Gecesa provocó que se fijara un precio muy bajo. A lo mejor quisieron colaborar con ustedes para que quedara el precio más bajo posible y les ayudaran en esa carrera por abaratar los costes de la gestión infantil.

Dígame cómo se va a vigilar la calidad que se está prestando en los centros, porque a mí, igual que a la señora Vaquero, me están llegando denuncias de padres a los que les dicen: oiga, yo bastante tengo con cambiarle el pañal a su niño y darle de comer, no puedo hacer otra cosa. Aquí no hablamos de educación, sino de atender a los niños lo mejor que podamos. Están diciendo que con los padres, las madres y a las familias no van a hablar, salvo con os que entren por primera vez. Es decir, no va a haber una participación ni una implicación de los padres en las escuelas. ¿Eso lo van a vigilar? Mucho me temo que no, porque lo que ustedes quieren es dejar en manos de empresas sin ningún tipo de interés por la educación infantil la gestión de estas escuelas que tantos años ha costado gestionar y llevar a buen fin. Gracias.


La Sra. PRESIDENTA: Muchas gracias, señoría. Paso la palabra a la portavoz del Grupo Parlamentario Popular doña Isabel Redondo Alcaide.



La Sra. REDONDO ALCAIDE: Muchas gracias, señora Presidenta. Teruel también existe. Van a perdonar SS.SS. mi voz, que está un poco mal como consecuencia de un catarro importante. Intentaré ser extraordinariamente concisa, porque yo creo que lo que tengo que decir se puede hacer en pocos titulares.

Señorías, me dirijo a la oposición, porque, desde luego, lo que ha dicho la señora Directora General no es sino la explicación de una manera de gestionar, con la que estamos completamente de acuerdo desde el Grupo Parlamentario Popular, y además lo hacemos analizando la experiencia que supone gobernar. Esto lo digo porque esa experiencia, no en la Comunidad de Madrid, desde hace 20 años... Por cierto, quizá deberían preguntarse por qué los madrileños llevan suscribiendo durante 20 años, votación a votación, este proyecto político, porque algo tendrá el agua cuando la bendicen; algo tendrá el agua cuando la bendicen. Cuando llevamos 20 años, insisto -no quiero ser recurrente, pero es que la verdad es así de tozuda, algo tendrá-, y la izquierda, en su facción más o menos radical... (“Rumores en los escaños de la izquierda.”) A mí, señora Presidenta, no me importa hablar sin ser escuchada y al mismo tiempo, comentada por los Grupos de la oposición. Lo digo porque solamente cuando yo hago este tipo de manifestaciones es cuando me escuchan, y se lo agradezco a sus señorías.


La Sra. PRESIDENTA: Continúe, señoría. Sí la estamos escuchando.



La Sra. REDONDO ALCAIDE: No, no, si yo estoy segura de que la Presidencia me escucha, la Directora General y mis compañeros también, y algunas señorías de los Grupos de la oposición me escuchan, pero para, al mismo tiempo, hacer un comentario de texto de estos que hacíamos cuando estábamos en el bachillerato. (La Sra. DÍAZ MASSÓ: Por favor, a la cuestión.) No creo que tenga que ser ninguna señoría de la oposición quien me llame a mí a la cuestión, y pido amparo a la Presidencia.


La Sra. PRESIDENTA: Por favor, señoría, continúe.


La Sra. REDONDO ALCAIDE: Gracias, señora Presidenta. Gracias, señora Díaz Massó. Como le iba diciendo antes, llevamos 20 años con Gobiernos del Partido Popular en Madrid, donde se han ido avalando, una vez tras otra, los modelos educativos -y en otros ámbitos- que ha presentado el Partido Popular, incluso con el desarrollo de esos modelos que hemos ido presentando, y me ciño lógicamente al de la educación.

Voy a empezar por decirles algo: los excesos verbales que cometen SS.SS. desde la oposición luego les juegan malas pasadas. Yo, que he sido concejal de oposición y concejal de educación en mi municipio, recuerdo las críticas que SS.SS. hacían desde esta Asamblea de Madrid a lo malísimamente dotadas que estaban las escuelas infantiles, las casitas de niños que teníamos, por ejemplo, en mi pueblo, y hoy vengo a escuchar -y no es la primera vez que se lo oigo decir- que las escuelas infantiles y las casitas de niños de la Comunidad de Madrid han tenido una fama y han gozado de un prestigio y un crédito absolutamente extraordinario. Si yo cogiera hoy un diario de sesiones, podría... (La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Yo no.) Señora Vaquero, no es su caso personalmente.


La Sra. PRESIDENTA: Por favor, no establezcan diálogo.



La Sra. REDONDO ALCAIDE: Sí el del portavoz de Izquierda Unida que hubiera en ese momento. Sí, sí, no se encoja de hombros su señoría, pero es que usted es heredera lógicamente, como su Grupo Parlamentario, de lo que aquí se dijera en ese momento. Se nos ponía a caldo y a caer de un burro porque no hacíamos nada bien. Es que esto tiene un problema y es elevar a la categoría de definitivo lo individual -aquí tenemos alguien que de filosofía entiendo un poquito- siempre tiene un riesgo. La generalización no es buena. Y usted, por ejemplo -me va a permitir la ironía-, con ese dramático relato que nos ha hecho de una situación, quiero creer que excepcional, de un funcionamiento que, evidentemente, no es el que nosotros queremos para las escuelas infantiles, las casitas de niños en su conjunto, lógicamente, si lo elevamos a categoría de definitivo, ¿qué pasa? ¿Qué todo está mal? Pero, por qué somos tan sectarios. Se lo he dicho mil y una veces y se lo repetiré sin cansarme: pierden la fuerza de la razón en sus argumentos al quedarse exclusivamente con la excepcionalidad, sin reconocer que mayoritariamente y de manera abrumadora el servicio y la calidad que se presta a los niños, primero, y a los padres es muy importante por parte de la Comunidad de Madrid. No voy a extenderme en el discurso de que la educación de cero a tres años no es obligatoria. Yo creo que la Comunidad de Madrid y el Gobierno de Esperanza Aguirre están haciendo un esfuerzo absolutamente extraordinario por intentar dar satisfacción a las necesidades que tienen los padres, estoy convencida de ello, pero también le diré algo desde la experiencia que atesoro: uno, a los padres no les importa pagar 40 euros al mes. Es una opinión, señora Vaquero, entre sus posiciones ideológicas y las mías hay un pasillo de diferencia mínimo. Pero, la impresión que tenemos en la Comunidad de Madrid en el Partido Popular, es que la gente confía cada vez menos en el gratis total, la gente quiere unos servicios y sabe que tiene que contribuir a ello. Le digo también esto porque quizá un día me tome la molestia, cuanto tenga un ratito, de comprobar qué es lo hacen los ayuntamientos de Izquierda Unida, y algún ayuntamiento socialista. Por ejemplo, en San Fernando y Rivas casi que me lo sé, pero hay algún ayuntamiento socialista que es la cuna del emergente líder socialista madrileño que lo tiene privatizado todo menos el transporte urbano. Es que nos vamos a llevar alguna sorpresa, es que tenemos que tener mucho cuidado porque caemos en una cosa que se llama cinismo político, y eso es lo que confunde al electorado, eso es lo que hace que el electorado no crea a los políticos, cuando los políticos venden una cosa -y lo digo por los políticos de la izquierda- y luego hacen otra, porque nosotros somos una opción previsible y una opción fiable porque los madrileños saben lo que queremos. Saben que queremos dar lo máximo a sus hijos, saben que queremos que sus hijos aprendan en las escuelas. Yo creo que los que estamos aquí mayoritariamente -hecha la salvedad de la señora Camins, que es la benjamina de todos los presentes- todos más o menos hemos pasado por el mismo tipo de educación. Aquí hay algún docente que puede corroborar o no si la calidad que hay en nuestras aulas es mejor, peor o mediopensionista. Es una pregunta retórica que en la técnica parlamentaria SS.SS. seguramente me comprenderán, es una pregunta retórica. En ese sentido, estamos completamente con la Directora General y con el Gobierno de la Presidenta. Estamos convencidos de que las circunstancias excepcionales que vive la economía española -no nos olvidemos-, la economía madrileña -quizá abría que tener plan B-, en la economía de guerra en la que vivimos, estamos haciendo lo máximo sin bajar un ápice la calidad y está siendo absolutamente respaldada por los madrileños, mal que les pese a algunos. Muchas gracias.


La Sra. PRESIDENTA: Muchas Gracias, señoría. Tiene la palabra la Directora General.



La Sra. DIRECTORA GENERAL DE EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA (Pérez-Llorca Zamora): Muchas gracias, señora Presidenta. Agradezco a los portavoces de los Grupos Parlamentarios sus intervenciones, particularmente la del Grupo Parlamentario Popular, con cuyas aportaciones no podría estar más de acuerdo.

En cuanto a las intervenciones del Grupo Parlamentario Socialista y del Grupo Parlamentario Izquierda Unida creo que, entre todos, debemos hacer un esfuerzo para sentar las bases de lo que realmente estamos discutiendo hoy aquí en esta comparecencia, porque yo veo mucha confusión, mucha confusión política, mucha confusión ideológica, y veo también algo que me preocupa, que es un profundo desconocimiento de la Ley de Contratos, de cómo funciona un concurso, de cómo se hace una adjudicación, profundo desconocimiento que yo llamaría ignorancia. Yo sé que la Ley de Contratos es larga y que es pesado leérsela, pero lo que estamos discutiendo aquí no es otra cosa que modelos de gestión y la ideología que subyace a cada uno de ellos, y de eso podemos hablar todo lo que ustedes quieran. Otra cosa muy distinta es la costumbre que tienen SS.SS de erigirse en defensoras de la educación infantil, intentando acusar al Gobierno de una manera incoherente, poco estudiada e injustificada de atacar a la educación infantil. Esta postura, a la que ya estamos acostumbrados y nos resulta francamente cansina, es inaceptable, señorías, y más para un Gobierno como éste que ha demostrado, abriendo escuelas y creando plazas de una calidad incuestionable, señorías, que la educación infantil es una de sus prioridades incluso en tiempos de estrechez presupuestaria. Por tanto, señorías, aquí lo que discutimos es qué tipo de sistema queremos, si queremos un sistema que contribuye a crecer, que contribuye a que la red de educación infantil crezca de una manera presupuestariamente sostenible o si queremos más gasto, más deuda, más déficit, ya sabemos con que consecuencia, señorías: más impuestos.


No es cierto, señorías, no es cierto, que se haya deteriorado la calidad de las escuelas infantiles, eso es tergiversar, es manipular la realidad. Y les voy a repetir por qué: todas las escuelas funcionan con normalidad, las familias están satisfechas y ninguna de ustedes sería capaz de distinguir, visitando distintas escuelas, cuáles han sido adjudicadas según qué pliegos, ni ustedes ni las familias, porque la Consejería se asegura siempre de que prime la calidad en todos los proyectos.

Miren, he dicho que sus intervenciones han sido confusas, y han sido confusas, porque no queda clara su postura en cuanto a la gestión indirecta, que es por lo que me han preguntado; no queda clara. La señora Vaquero no ha querido decir cuál es su postura, yo entiendo lo difícil que es defender su planteamiento ideológico del siglo pasado en el Madrid del siglo XXI, yo entiendo que es muy difícil. Nos ha contado una telenovela de una persona que se llama Chari, a la que yo no tengo el gusto de conocer. Cuando se gestionan, como se hace desde mi Dirección General, 440 escuelas infantiles y 800 colegios públicos, le aseguro que hay incidencias todos los días, es inevitable, señoría, y hay personas, algunas personas, las menos, que hacen mal su trabajo, este parece ser el caso de la tal Chari, a la que yo, insisto, no conozco. De lo que estamos hablando no es de la situación de una escuela en la que algo sale mal, si esa persona, esa Chari, hace las cosas mal las haría mal si fuera funcionaria, si fuera personal laboral, si fuera cooperativista o empleada por cuenta ajena. De todas formas, si hay un incidente en una escuela se atenderá y merece ser atendido. Y yo, desde luego, personalmente, me voy a ocupar de ver lo que está pasando en esa escuela para ver si es verdad lo que usted cuenta. Pero sepa que no es en absoluto sintomático, que es puramente anecdótico, y qué duda cabe de que en cualquier caso merece ser atendido.


Señora Peinado, tampoco me queda clara cuál es su postura ante la gestión indirecta, no me queda clara. Parece que sí está de acuerdo con la gestión indirecta, pero no con nuestros pliegos, otra cosa es cuando lo hace un Gobierno socialista, aunque los pliegos sean los mismos. Señora Peinado, de verdad, siento ponerla a usted frente al espejo de sus contradicciones, lo siento, pero no tengo más remedio. Si usted está de acuerdo con la gestión indirecta de escuelas infantiles públicas, si su partido está de acuerdo, porque lo lleva a cabo y también está de acuerdo, por lo menos ahora, con el equilibrio presupuestario y con la austeridad en tiempos de crisis, y parece que lo está, yo no sé si usted sigue defendiendo el gasto público indiscriminado, yo sé que está usted muy confusa, pero si hasta el Gobierno central se ha convertido ya en adalid de la austeridad y el Ministerio de Educación, señoría, recorta su presupuesto en más de un 8 por ciento, señoría, si esas cosas son ciertas y, además, hemos comprobado que el resultado de las adjudicaciones es positivo y que las escuelas mantienen su calidad, la conclusión obligadas es que nuestros pliegos son inobjetables y son muy parecidos a los que usan los Gobiernos socialistas. Ésa es una verdad, y lo demás son hipótesis e inventos.

Yo creo que ha quedado claro que adjudicar una escuela infantil a una empresa no educativa es una imposibilidad jurídica, pero además los hechos lo demuestran. Nómbreme, señoría, una sola entidad adjudicataria que no tenga experiencia previa en educación. No la hay y yo las conozco muy bien, señoría, no es cierto porque esa empresa que usted menciona tiene más de cien escuelas en toda España. Todas han gestionado escuelas infantiles y algunas de las que usted menciona las gestionan en Andalucía o las gestionan en Cataluña, pero cuando esa misma empresa que gestiona sin ningún problema escuelas infantiles en Comunidades gobernadas por socialistas gestiona una escuela infantil en Madrid ya es un escándalo, y ustedes sabrán por qué, aunque ya hemos visto su tendencia a contradecirse cuando están en el Gobierno y cuando están en la oposición. Yo, a diferencia de ustedes, señoría, no estoy aquí para defender a ninguna entidad, ni cooperativa, ni sociedad limitada ni sociedad laboral ni grande ni pequeña, lo que sí defiendo es el extraordinario crecimiento de la red pública y su calidad.


Señora Peinado, le tengo que decir que sus afirmaciones sobre la empresa Gecesa, es lo más grave y lo más ofensivo que le he escuchado a usted en esta Asamblea, aunque por otro lado es absurdo y denota una vez más su desconocimiento de cómo se hace una adjudicación y de cómo funciona un concurso público. Yo, a diferencia de usted, no tengo inmunidad parlamentaria y por lo tanto no le voy a contestar, si la tuviera quizás le contestaría de otra manera pero sí le digo que usted misma se descalifica, señoría, y no merece contestación. Probablemente me está acusando de algo que está tipificado, señoría, o sea que piénseselo antes de hacerlo.

Parece que ustedes sí que tienen preferencias personales por entidades de mayor o menor tamaño, parece que ustedes sí las tienen, pues estudiense, insisto, la Ley de Contratos y se darán cuenta de cuál es la grandeza de la contratación pública. La Ley de Contratos es socialista, estudiénsela. Gana el mejor proyecto no el que nos resulta ideológicamente más afin, ni el que nos caiga más simpático, ni el que es una cooperativa, sino que gana el mejor. Ustedes quieren adjudicar a cooperativas y yo quiero adjudicar al mejor proyecto, y el mejor, aquí, y en Gobiernos socialistas es el resultado de una combinación de criterios donde prima la calidad pero también se tiene en cuenta el precio y creo que ha quedado claro que este criterio lo compartimos con administraciones socialistas.

Para ir terminando, yo creo que éste ya es el último año de esta Legislatura aunque por ustedes, señorías, francamente parece no pasar el tiempo, porque llevan anclados casi cuatro años en el mismo discurso catastrofista. Para la red pública de educación infantil sí ha pasado el tiempo porque comenzamos la Legislatura con 31.000 plazas y la vamos a terminar con 44.000 y eso supone 13.000 nuevas plazas, 13.000 familias madrileñas que pueden conciliar su vida laboral y familiar y que saben que dejan a sus hijos en centros de gran calidad. Eso es lo que nosotros, desde el Gobierno, hemos hecho. Ustedes se han pasado los últimos años haciendo anuncios de grandes catástrofes y una y otra vez, y otra vez más se han equivocado y se siguen equivocando. Señorías, sus temores, si realmente los tenían, se han demostrado infundados.

La red pública de educación infantil de la Comunidad de Madrid ha crecido de una manera extraordinaria y, a pesar de los vamos intentos de la oposición por colocar piedras en nuestro camino, hemos conseguido colocar a Madrid a la cabeza de la tasa de escolarización de cero a tres años en España y en la Unión Europea, y todo ello lo hemos hecho aunando eficiencia y calidad en tiempos presupuestariamente muy difíciles. Muchas gracias.


La Sra. PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Directora General. Pasamos al último punto del orden del día.


5º Ruegos y preguntas.


¿Alguna de SS.SS. desea formular algún ruego o pregunta a la mesa? (“Denegaciones.”) No habiendo ruegos ni preguntas, se levanta la sesión.


(“Eran las doce horas y treinta y ocho minutos.”)