miércoles, 20 de octubre de 2010

Comparecencia de la Directora General de Educación en la Asamblea de Madrid el 6 de Octubre de 2010

4º C 491/10 RGEP 4724 de la Excma. Sra. Consejera de Educación, a petición del Grupo Parlamentario Socialista, al objeto de informar sobre condiciones de adjudicación de la gestión indirecta de escuelas infantiles públicas en la Comunidad de Madrid. (Por vía del artículo 209 del Reglamento de la Asamblea).


Se ha recibido un escrito de la Consejera de Educación por el que se comunica la delegación en doña Carmen Pérez-Llorca Zamora, Directora General de Educación Infantil y Primaria, a quien pido que suba a la mesa. Para introducir la comparecencia, tiene la palabra doña Fátima Peinado.


La Sra. PEINADO VILLEGAS: Gracias, señora Presidenta. Bienvenida, señora Pérez-Llorca a esta Comisión para hablar una vez más de la educación infantil del primer ciclo en la Comunidad de Madrid. La red pública de escuelas infantiles y casas de niños de nuestra Comunidad viene siendo objeto, lo venimos denunciando desde entonces, por parte del Gobierno de Esperanza Aguirre de un ataque sin precedentes; un ataque que está destruyendo un servicio que venía siendo un referente de calidad en el conjunto del Estado español. Primero, con las modificaciones normativas, el Decreto de mínimos de 2008, que equipararon las condiciones de las escuelas infantiles públicas a las guarderías privadas, aumentando el número de niños por aula, reduciendo el número de profesionales que los atienden, rebajando las condiciones de espacios físicos, reduciendo las exigencias de titulaciones especializadas. Este primer envite, que fue el decreto de mínimos, fue seguido casi de forma inmediata por la modificación de las cuotas que las familias pagan en las escuelas infantiles públicas, reduciendo los tramos de cálculo de la cuota en función del nivel de renta a tres -antes era mucho más progresivo-, lo que provocó algo realmente injusto y que no es nada equitativo, y es que las familias con rentas per cápita de hasta 32.000 euros al año vieron reducida la aportación y la cuota a las escuelas infantiles en 200 euros, mientras que las familias con situaciones muy precarias han pasado de tener una plaza gratuita en escuelas infantiles públicas a tener que abonar más de 40 euros mensuales, sin contar el comedor ni el horario ampliado.

Señorías, aquí no se detiene el ataque frontal de la educación pública de cero a tres años porque en septiembre de 2008 se publica un nuevo decreto de financiación, al amparo del cual se modifican los pliegos administrativos para adjudicar la gestión de aquellas escuelas que tienen una modalidad de gestión indirecta. Estos nuevos pliegos de condiciones priman la reducción de costes, o lo que es lo mismo, priman lo que le ahorran a la Comunidad de Madrid por la gestión, primándolo por encima de la calidad educativa y de los proyectos pedagógicos que presenten las empresas al concurso. Al Gobierno del Partido Popular le interesa más ahorrarse la gestión de los centros educativos infantiles, como bien nos están demostrando, antes que mantener un servicio de alta calidad, y la consecuencia de esto es que las últimas adjudicaciones las han ganado mayoritariamente empresas de servicios como Clece o Gecesa, a pesar de que sus proyectos pedagógicos obtuvieron una puntuación bajísima por parte de los servicios técnicos de la propia Consejería de Educación; eso sí, consiguieron ser adjudicatarias gracias a una reducción del coste de las plazas, que va a afectar de forma radical y directa a la calidad de la atención que reciban los niños de cero, uno y dos años de la Comunidad de Madrid que vayan a estas escuelas.


Señoría, esta política de financiación está pervirtiendo el sistema público del primer ciclo de educación infantil en nuestra Comunidad, manteniendo la titularidad pública de las escuelas, sí, pero, de facto, las están privatizando, en una carrera acelerada por reducir costes y por ahorrarse la propia gestión, porque por lo que han apostado el Partido Popular y el Gobierno de Aguirre, y lo han dicho claramente, es por dar cheques guarderías, por cierto, con una cuantía escasa que apenas alcanza a costear el tercio de una plaza en una guardería pública, y no por apostar por la educación pública de calidad en el primer ciclo de educación infantil. Lo que pasa es que se han visto obligados, por el Plan Educa 3, del Ministerio de Educación, y por el Plan E del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, a construir para este año 55 nuevas escuelas infantiles. No podían decir que no, pero como no quieren gastarse mucho dinero en esto de las escuelas infantiles porque prefieren dar cheques a diestro y siniestro, lo que han hecho ha sido aprobar un modelo de financiación que reduce los costes de forma sensible, y que ganen las empresas -que, por cierto, no tienen vinculación con el sector educativo en muchos casos- que ofrecen el precio más bajo para gestionar esas plazas infantiles.

Señora Pérez-Llorca, es una situación preocupante. Me gustaría que me hablara de las modificaciones que introduce el nuevo sistema de financiación y, en concreto, de los pliegos de condiciones y de cuál es el punto de vista del Gobierno del Partido Popular. Nuestro punto de vista se lo acabo de expresar, y continuaré en el siguiente turno de intervención. Gracias.


La Sra. PRESIDENTA: Muchas gracias, señoría. Tiene la palabra la Directora General doña Carmen Pérez-Llorca, por tiempo máximo de quince minutos.


La Sra. DIRECTORA GENERAL DE EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA (Pérez-Llorca Zamora): Gracias, señora Presidenta. Muchas gracias, señoría. Como saben, la red pública de escuelas infantiles cuenta con centros de gestión directa y con centros de gestión indirecta. Ambos modelos de gestión, directa e indirecta, vienen coexistiendo prácticamente desde el origen de la red pública de educación infantil de la Comunidad de Madrid, es decir, desde 1.985.


La gestión indirecta implica que los centros, las infraestructuras y su equipamiento son proporcionados por la Comunidad de Madrid o por los ayuntamientos titulares, y la gestión del centro es desarrollada por entidades que no dependen directamente de la Administración titular. Esas entidades gestoras son seleccionadas para gestionar las escuelas durante un período de tiempo determinado, mediante convocatoria de concurso público en el marco de la Ley de Contratos con el Sector Público vigente en cada momento. Los concursos, por tanto, se convocan cuando se abre un nuevo centro o, en el caso de centros existentes, cuando finaliza el período de vigencia del contrato de gestión de servicio público.

En ambas modalidades de gestión, tanto directa como indirecta, el funcionamiento de la escuela, la organización, los horarios, los servicios, los requisitos y la titulación del personal, el proceso de admisión de alumnos, las cuotas que pagan las familias, es decir, de todo aquello que configura el modelo de escuela infantil pública, son iguales, de modo que todas las escuelas infantiles de la red pública de la Comunidad de Madrid desarrollan una misma función y ofrecen los mismos servicios.

La gestión indirecta, que, como usted sabe perfectamente, preserva el carácter y la titularidad pública de las escuelas, ha permitido tanto a los ayuntamientos de la región como a la Comunidad de Madrid y a otras muchas Administraciones incrementar el número de escuelas infantiles a un ritmo más rápido que si únicamente se contara con la posibilidad de cubrir dichos centros con personal propio. En este sentido, en la Comunidad de Madrid, hemos podido alcanzar, al inicio de este curso 2010-2011, la cifra de 440 centros y casi 42.000 plazas públicas integradas en la red pública.

En cuanto a las condiciones de adjudicación, lógicamente, están sujetas a la normativa vigente, a dos tipos de normativa: por un lado, la normativa educativa, tanto la estatal como la autonómica, y, por otro, la normativa estatal de contratación, la Ley de Contratos del Sector Público, que es una ley de 2007, modificada muy recientemente en 2010.


Me voy a referir a las condiciones de adjudicación, que se recogen en los pliegos de cada concurso, aunque no pretendo analizar de manera exhaustiva los criterios técnicos de contratación, que son complejos y que creo que no son objeto de esta comparecencia, pero hay algunas cosas que creo que es importante que sepamos. Los pliegos, por un lado, contemplan criterios de solvencia económica, financiera y técnica o profesional, en base a los cuales las entidades licitadoras deben, en primer lugar, acreditar que su objeto social se corresponde en alguno de sus fines con el objeto del contrato. Es decir, en este caso, para presentarse al concurso la entidad licitadora debe acreditar que entre sus fines se incluye la prestación de servicios educativos. Las entidades licitadoras tienen que acreditar también su solvencia económica y su solvencia técnico-profesional, y eso se hace justificando el número de profesionales con que va a contar la plantilla y la titulación académica y la experiencia profesional de ese personal responsable de la ejecución del contrato. Eso, por tanto, forma parte de la solvencia técnica, son criterios de solvencia de técnica, que son los que permiten discriminar qué entidades pueden presentarse al concurso. Como consecuencia, una entidad que no tiene entre sus fines la prestación de servicios educativos y que no presenta personal suficiente con experiencia contrastada y acreditada no cumple los criterios de solvencia técnica y no puede resultar adjudicataria del concurso, independientemente de su proyecto educativo o de su proyecto económico. Yo creo que es importante que esto quede claro porque acabamos de oír, y lo hemos oído en muchas otras ocasiones, por parte del Grupo Socialista que la Consejería adjudica la gestión de escuelas infantiles a empresas que no se dedican a la educación o que no tienen experiencia en el sector. Es que no sólo no es cierto, ni en el caso de las últimas adjudicaciones ni en ningún otro caso. No sólo no es cierto, sino que es técnicamente, no ya políticamente, jurídicamente imposible que eso pase.


Por otro lado, para aclararle quizás algunos conceptos, si bien es cierto que la solvencia técnica permite impedir a entidades no educativas o sin experiencia que participen en el concurso, también lo es que nosotros no podemos limitar la participación de licitadores en base a criterios arbitrarios, como que sean cooperativas desestimando otras entidades. La Ley de Contratos del Sector Público no nos permite limitar la libre concurrencia de esa manera, sería una ilegalidad si lo hiciéramos.

Una vez superada la solvencia técnica, se tienen en cuenta los criterios objetivos de adjudicación del contrato, que podemos, a su vez, dividir en dos parte: por un lado, un parte cualitativa, que constituye 55 puntos de un baremo de cien, y que permite valorar el proyecto educativo y organizativo del centro, incluyendo la propuesta pedagógica, el plan de actuación para alumnos con necesidades especiales, permite valorar la organización del centro, el proyecto de iniciación al inglés, que es algo que tienen todas las escuelas de la Comunidad de Madrid y el personal que desarrollará el proyecto. Por otro lado, ciertamente hay también una parte cuantitativa de valoración objetiva, que es la propuesta económica presentada por cada entidad licitadora por los conceptos de escolaridad, horario ampliado y comedor. La Consejería establece para cada centro un precio máximo de licitación y las entidades pueden realizar sus propuestas siempre que respeten ese límite. Lógicamente, también se contempla la existencia de baja temeraria para aquellas propuestas que esté por debajo de la media, y las cuales son excluidas.


Este sistema de concurrencia competitiva, tanto en el proyecto educativo como en la oferta económica, se viene utilizando desde 2008, con la finalidad de, primando claramente la calidad, valorar también, señoría, la utilización eficiente de los recursos públicos. Hay ya cerca de cien escuelas en nuestra región cuya gestión ha sido adjudicada en base a pliegos como el que acabo de describir, aunque es cierto que cada vez que se saca un curso se hacen ciertos ajustes técnicos en los pliegos pero básicamente como los que acabo de describir, y todas ellas están funcionando con absoluta normalidad, todas ellas están ofreciendo los mismos servicios de calidad que el resto de las escuelas de la red. Yo creo, de verdad, que no se puede hablar con tanta ligereza de grave situación y de catástrofe cuando las escuelas infantiles están ahí, están abiertas, están funcionando, ofrecen la misma calidad de siempre y los madrileños pueden ir y visitarlas. Esto incluye también a las escuelas por las que usted pregunta, señora Peinado, las escuelas cuyos concursos fueron adjudicadas en el mes de julio. Han sido adjudicadas en todos los casos -y ya hemos visto que no es que yo lo diga, sino que técnicamente es imposible que no lo sean- a entidades educativas, aunque esas entidades pueden no dedicarse exclusivamente a la educación, porque sería dudosamente legal que a una empresa o a una entidad por dedicarse a la gestión de una escuela infantil se le limitara su capacidad de diversificar su actividad, pero todas las empresas son del sector en todos los casos, señoría, con experiencia previa acreditada por todos los casos y además con plantillas -y este dato es importante- constituidas en al menos un 55 por ciento con personas por experiencia en otras escuelas de la red pública.

Mire, señoría, el modelo de gestión indirecta en escuelas infantiles hace mucho tiempo que no se cuestiona desde las Administraciones Públicas, desde los que tenemos responsabilidades de gestión; se podrá cuestionar desde la oposición pero desde la gestión no se cuestiona. La utilizan ayuntamientos de todos los colores -y se lo he dicho muchas veces-, la utilizan otras Comunidades Autónomas, la utiliza en Baleares, Murcia, Valencia y Cataluña, por ponerle algunos ejemplos que he podido encontrar.


Señora Peinado, incluso el Ministerio de Educación, en un encuentro que tiene previsto con entidades locales, con ayuntamientos sobre educación infantil les va a proporcionar modelos de pliegos para la licitación del funcionamiento de una escuela infantil, esto lo va a hacer el Ministerio de Educación. Pero le voy a decir más, señora Peinado, el Ministerio de Defensa -que se preguntará usted qué tiene que ve el Ministerio de Defensa aquí, bueno, pues yo se lo digo- gestiona escuelas infantiles en sus bases militares y también recurre a la gestión indirecta, y en sus pliegos -yo he podido consultar uno reciente- incluye la valoración de la oferta económica, igual que hace la Consejería de Educación, con la misma fórmula, y le otorga 50 puntos sobre un baremo de 150, transparencia, 50 sobre un baremo de 150.

Mire, de verdad, yo creo que hay que conocer la normativa en profundidad antes de hacer aseveraciones como las que usted ha hecho; hay que conocer lo que hacen otras Administraciones, sobre todo si son de su mismo partido, y sobre todo, como les hemos dicho tantas veces desde aquí y resulta ya un poquito agotador, no se puede decir una cosa cuando se está en el Gobierno y otra cosa cuando se está en la oposición. No se puede mantener una postura para lo que se hace en un sitio y otra distinta para lo que hace el Gobierno de la Comunidad de Madrid, es demagógico, señoría, y es injusto para los madrileños. Le voy a decir qué otra cosa hay que conocer: nuestras escuelas, porque esto que estamos teniendo no es una discusión teórica; las escuelas existen están abiertas, las familias están en ellas, cualquiera que las visite puede comprobar que sus afirmaciones no se ajustan a la realidad, que están funcionando bien y que las familias están satisfechas.

Me gustaría terminar esta primera intervención recordando -porque creo que cuando se habla de calidad en la educación infantil y en cualquier otra etapa hay que hacerlo- que las escuelas las gestionan personas, las gestionan equipos de personas que tienen perfiles muy parecidos, independientemente de la entidad que las contrate, estas personas, a estos maestros, a estos educadores es a los que debemos la alta calidad de nuestra red pública de escuelas infantiles. Nosotros podemos poner unas excelentes infraestructuras, podemos poner un buen equipamiento, podemos poner recursos, pero, al final, son los maestros, son los educadores los que realmente dan la calidad. El cómo se organicen esas personas, si están en una entidad pequeña o grande o si la entidad se dedica, aparte de la educación, a otras cosas, señoría, no define en absoluto el desempeño de su trabajo, ni su vocación, ni su trato con los niños. Muchas gracias.


La Sra. PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Directora General. Pasamos al turno de los Grupos Parlamentarios, de menor a mayor, tiene la palabra doña Eulalia Vaquero, del Grupo Parlamentario Izquierda Unida.


La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Muchas gracias, señora Presidenta. Quiero saludar a la señora Directora General de Infantil y Primaria en esta Comisión, así como agradecer a la señora Peinado la iniciativa que hoy ha traído a esta Comisión, iniciativa o tema que el Grupo Izquierda Unida trató ya en una pregunta sobre los nuevos pliegos de condiciones para la adjudicación de las escuelas infantiles el curso pasado y que hemos vuelto a presentar para que comparezca directamente la Consejera de Educación, porque coincidimos con la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en que la situación no es nada saludable, al menos en alguno de esos centros a los que usted se ha referido de nuevas adjudicaciones.


Mire, yo iba a hacer una intervención distinta a la que voy a hacer después de escucharla a usted. Las 51 escuelas infantiles que han sido adjudicadas a través del último concurso han sido realmente subastadas al mejor postor, señora Directora, y es verdad que en esos criterios de adjudicación existe el criterio de valoración del proyecto educativo y de la oferta económica. Pero usted sabe que el año pasado se modificaron los criterios de valoración de ambas cuestiones, y mientras que hasta ahora -sabe usted que estas adjudicaciones tienen una vigencia de cinco años- en esos criterios había primado el proyecto educativo, la calidad educativa de ese proyecto, ustedes lo han modificado, dando un giro de 180 grados, primando la oferta económica. Así se han adjudicado 26 de esas escuelas a empresas que en su mayoría son empresas de servicios de empresarios muy conocidos en Madrid, que se dedican a otras cosas y que ahora han visto aquí negocio y ellos van al negocio, como es natural en cualquier empresario que se precie. Hasta ahí podemos entender que hayan optado por estas adjudicaciones, pero los propios técnicos de la Comunidad de Madrid han valorado con puntuaciones bajísimas, de entre diez y quince puntos, frente a los cuarenta y cinco puntos que podían conceder, los proyectos de las empresas que han sido adjudicatarias finalmente. Es decir, no ha importado lo más mínimo la calidad educativa y, como digo, ha primado la oferta económica, eso sí, muy sabrosa para la Comunidad de Madrid, que se va ahorra un buen dinerito, porque algunas han llegado a bajar la oferta económica casi en un 20 por ciento. Por tanto, vamos a un servicio mucho más barato y no nos importa tanto cómo se desarrolla el servicio. Como usted bien dice, esas escuelas están abiertas, y detrás de todo lo que le corresponde gestionar a la Comunidad de Madrid hay personas que llevan adelante esos proyectos educativos.

Como creo que eso debe ser así, me he interesado por algunas de esas escuelas y le voy a decir cómo están funcionando. Escuela infantil en Arganda, no le diré el nombre, aunque luego se lo puedo decir, supongo que sabrá usted a la que me refiero. Si tuviéramos que calificar el desprecio tan absoluto de ese centro hacia los profesionales de la educación, ustedes y las que se han quedado con la escuela obtendrían, un cero patatero. Ustedes nunca han tenido el detalle, o la delicadeza al menos de decir, a las trabajadoras de estas escuelas que su escuela había sido adjudicada a otras empresas, se han enterado por las propias empresas. Un buen día las llamaron y les dijeron: ¡oye que somos nosotros! -en este caso Gecesa- ¡que somos la nueva empresa que se ha quedado con vuestra escuela infantil!. Claro que a los pocos días les ha llamado otras personas para decirle que “ya no lo lleva Gecesa, que nos lo han dado a nosotros”. No sé cómo será esto, lo digo en el lenguaje coloquial con el que me lo han trasladado las propias educadoras. Es decir, a Gecesa no le ha interesado y se lo han dado a otra, y así se han ido enterando de que pasaban de unas empresas a otras.


En el mes de agosto les dice esta empresa que les manden todo esto por correo electrónico, el currículum y la cualificación profesional de cada una de las educadoras. Se lo mandan y la empresa las convocan para una reunión el 1 o el 2 de septiembre para tener una entrevista con ellas, con las educadoras que hasta ese momento estaban trabajando en dicha escuela. Las convocan a las nueve de la mañana, pero una señora que se identifica como Chari -puedo dar su nombre- llegó y les dijo que era la nueva coordinadora de la empresa y que no ha podido llegar antes porque han tenido un lío en una escuela de Las Rozas, y estas educadoras estuvieron hasta las seis de la tarde sin saber si están trabajando en esa empresa o de quién dependen, pero estaban allí. Les preguntan si se van a quedar o no, y cuando preguntan con qué condiciones, les dicen que con las del convenio en vigor. Preguntan qué convenio es ése, es decir, qué horarios van a tener y qué salario van a recibir. Les contestan que ni idea y que no se lo podían adelantar porque todavía no lo sabían. En ese momento y viendo la situación, algunas de ellas deciden que no van a trabajar allí y son despedidas con una frase que no voy a repetir aquí porque me da vergüenza pronunciarla, pero alguna de ellas lloró al oírla.

Enfocándolo desde el punto de vista de padres y de criaturas que están a principio de curso y en esas condiciones, se llama a las familias unos días después y les dicen que ha habido un cambio. Las familias ven que allí no hay material porque las personas que han estado gestionando en el período anterior se han llevado el material que, por lo visto, ellas mismas habían comprado. Esta escuela en origen era de ocho unidades y, por lo tanto, la Consejería les había suministrado el material para esas unidades, pero después se ampliaron a doce y, como lo habían comprado ellas, se lo habían llevado sencillamente.


La escuela no se había limpiado, no había pasado por allí nadie a limpiar la escuela desde el mes de julio. Cuando los padres lo denunciaron, es verdad que al día siguiente llegó un operativo de la Comunidad de Madrid para limpiar la escuela, pero los niños ya estaban dentro. No tienen material y, cuando preguntan por él, les dicen que el mejor juguete que tiene, los niños son ellas mismas porque los niños se entretienen con una cuerda.

Los niños han estado comiendo un “catering” frío porque no tenían siquiera un microondas, y le estoy hablando de mediados de septiembre. El día 25 de septiembre una madre entra y ve los vasos sucios. ¿Me escucha, señora Directora? (“Asentimiento por parte de la compareciente.”) Pregunta qué pasa con los vasos y una de las educadoras contratadas les dijo que estaban esperando el pedido porque todavía no habían llegado los estropajos ni los guantes higiénicos para cambiar a los niños.

Sobre la ampliación de horario he hablado con algunos padres y el problema que tienen es gordo porque las familias tienen necesidad de la escuela, no pueden prescindir de ella, y algunas tienen necesidad de ese horario infantil. Les habían dicho que iba a haber ampliación de horario pero les han dicho que iban tienen que; es decir, todavía no tienen la ampliación de horario y mucho me temo que no lo vayan a tener.


En fin, señora Directora General, la red de escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid, cuando ustedes llegaron, era una red de excelente calidad, muy demandada por las familias, lo único que debían hacer era mantenerla. Sabemos que era cara, como todos los servicios que tienen calidad, pero era una opción política mantener un sistema de educación infantil que gozaba de un prestigio reconocido por todos y ustedes han decidido cargárselo. Su estrategia ha estado bien clara desde el principio, desde que llegó Esperanza Aguirre a la Consejería, pero ha sido en esta Legislatura cuando han acelerado el proceso. Estamos ante una estrategia muy bien planificada por su parte, ustedes están degradando la educación infantil, lo hicieron con los currículos y finalmente la han dado el puntillazo con esta subasta, porque eso es lo que ha sido, señora Directora General


La Sra. PRESIDENTA: Señoría, le ruego que termine, porque ha acabado su tiempo.


La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Yo la invito a usted a visitar la escuela que le acabo de describir cuando quiera, a hablar con las familias afectadas cuando quiera. Cuando han preguntado por el proyecto educativo de esa escuela infantil, les han dicho: está ahí en la secretaría, era el antiguo, y ya no quedaba allí ninguna educadora, ni la directora. Creo que usted desconoce la situación por la que están pasando algunas de estas escuelas de nueva adjudicación, porque no se ha referido a ningún problema, sin embargo, las quejas de estos padres sí que han sido dirigidas a la Consejería. Nada más y muchas gracias.


La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señora Vaquero. Tiene la palabra la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, doña Fátima Peinado.



La Sra. PEINADO VILLEGAS: Gracias, señora Presidenta. Señora Directora General, lamentablemente, con los nuevos pliegos de condiciones, las adjudicaciones a la baja de la gestión indirecta de las escuelas infantiles provoca que no sea la misma calidad la que se preste en unos centros y en otros dentro de la red pública; de escuelas infantiles que, como le decía antes, muchas siguen conservando la titularidad pública, pero desde luego, de facto, son y están actuando, como además ha relatado con el ejemplo que ha puesto doña Eulalia Vaquero, como guarderías privadas.


Mire, es necesario comparar los dos sistemas de financiación, el nuevo modelo, que está vigente desde 2008, y el anterior, porque en el anterior sistema de financiación se adjudicaban unos módulos fijos por escolarización, comedor y horario ampliado, según el número de unidades y de nivel, además de un módulo por centro. De este modo, lo que se hacía era garantizar que los proyectos educativos y pedagógicos fueran determinantes a la hora de adjudicar la gestión indirecta de estas escuelas. En cambio, ahora, la facturación es por plaza ocupada mediante contratos de servicios. Lo que se hace es que se establece un sistema de licitación a través de una subasta; es decir que ahora la Administración fija un precio de salida, que no es el precio final, para el coste de la plaza. Las empresas toman como referencia ese precio de salida para ofrecer en sus proyectos precios inferiores, evidentemente esto conlleva evidentemente un cambio sustancial del baremo para la adjudicación en el concurso, porque la valoración de la cuota ofrecida por la empresa llega a tener un peso de un 40 por ciento sobre el total. La valoración de la cuota no existía en el anterior sistema; en cambio, si comparamos un sistema con otro, podemos ver cómo en los anteriores pliegos de condiciones, los anteriores a 2008, el proyecto de gestión organizativo y económico tenía una representación de un 50 por ciento, el proyecto educativo, del 30 y la cualificación del personal, del 20 por ciento. Ahora, lo que más peso tiene son esas cuotas que antes no existían; es decir, lo que más peso tiene es la oferta más a la baja de las que se presenten, que son las que se llevarán la adjudicación en estos concursos. En cambio, el proyecto educativo ha pasado a tener un 20 por ciento, porque otro 10 se destina al inglés para niños de cero, uno y dos años. ¡Si es que todavía no han aprendido a hablar y ustedes le dan un peso al inglés de un 10 por ciento! Permítame decirle que esto nos resulta realmente ridículo. Y la cualificación del personal ha pasado a ser de un 10 por ciento, es decir, a reducirse a la mitad. Por tanto, el peso otorgado a las cuotas es lo que hace que primen los criterios económicos sobre los criterios educativos y pedagógicos a la hora de la concesión y no tiene otro objetivo, señora Pérez-Llorca, que abaratar los costes -se lo decía antes- del sistema para la administración. Y, al mismo tiempo que se abaratan estos costes, ustedes abrieron en el decreto de mínimos una alternativa de financiación para estas empresas, y es que tuvieran -y a eso no ha hecho ninguna referencia- propuestas de actividades complementarias para hacer en el mes de agosto o fuera de las horas lectivas.

Otras diferencias sustanciales que usted no ha comentado, y eso que le he pedido que hiciera una valoración del anterior y del actual sistema de financiación, es que antes había un conocimiento previo a la adjudicación de los precios públicos, cosa que, como le comentaba antes, se desconoce actualmente porque se parte de un precio de partida que luego no es el precio final. El coste de la plaza antes se estaba valorando hasta en unos 450 euros, contemplando comedor y horario ampliado, y ahora se ha reducido a 360 euros al mes. Estoy hablando teniendo en cuenta el mes como medida, lo que significa que se ha reducido el coste por plaza. Ahora hay que hacer lo mismo, bueno, lo mismo ya no porque desde luego la calidad ha descendido muchísimo. Hay que mantener a los niños en las guarderías -perdón, en las escuelas infantiles públicas, si quiere que sigamos llamando así a estas escuelas- por bastante menos dinero.

Por otro lado, la Comunidad de Madrid no garantiza la compensación de la diferencia que puede producirse entre el coste de la plaza licitado y el precio público fijado con posterioridad; no existe esa compensación, por tanto, ese desajuste en lo que va a repercutir nuevamente es en la calidad que se presta a los niños y a los recursos con los que cuentan. Antes se financiaba el mes de agosto; ahora la empresa ya no cuenta con esa financiación y a lo que tiene que acogerse es a esas actividades complementarias que comentaba antes, y además antes se pagaba el mantenimiento y las acometidas de los suministros, cosa que ahora no sucede.

Usted me hablaba de la solvencia técnica de las empresas que concursan, pero, claro, es que ustedes piensan que con que les digan que van a contratar a equis número de maestros de educación infantil, según las unidades del centro, más uno más -les recuerdo que ésas eran las condiciones modificadas en 2008-, ya se puede gestionar una escuela infantil. Una escuela infantil no es poner equis número de maestros de educación infantil. Una escuela infantil pública de calidad tiene que tener un proyecto educativo que la haga funcionar, que se implique en toda la organización de la escuela. ¿Usted montaría una empresa de lo que fuera, de cualquier servicio, contratando a una serie de trabajadores y sin tener ningún tipo de estrategia ni de misión ni de objetivos? No lo podría hacer. Pues eso es lo que está usted obligando a hacer a estas escuelas infantiles, a que, simplemente, se contrate personal... Por cierto, como los costes de las plazas están a la baja, cada vez con sueldos más bajos y en situaciones laborales muy precarias, lo que usted está haciendo es convertir a la escuelas en centros a los que van maestros de educación infantil, en condiciones muy precarias, a atender a los niños no como un sistema educativo, sino como un sistema de “aparcaniños” y de “cambiapañales”, que es como ven ustedes la educación infantil. Ahí radica la principal diferencia que se ha provocado con el nuevo sistema de financiación, que está muy en consonancia con cómo ven ustedes la educación infantil en el primer ciclo: para ustedes no es educativa sino asistencial. Pues, para cambiar pañales y dar papillas, da igual, qué más da un proyecto educativo, ¿verdad? Por eso no lo tienen en cuenta a la hora de las adjudicaciones y lo que sí tienen en cuenta es el precio más bajo que oferten las diferentes empresas.

Como le digo, todas estas modificaciones están perfectamente calculadas por ustedes para convertir nuestra red de escuelas infantiles públicas en meras guarderías privadas, porque ustedes no querían tener escuelas infantiles públicas sino cheques guardería. Pues, mire, va a ser materialmente imposible ofrecer una atención educativa con la aplicación de este nuevo modelo de financiación.

La señora Vaquero hablaba de lo que ocurrió este verano. Me hubiera gustado que hubiera venido aquí el 23 de julio -creo que era esa fecha-, porque estaba la Asamblea llena de madres con sus niños, y de profesionales de las cooperativas a las que ustedes con esos pliegos de condiciones han echado directamente de estos concursos en los que no pueden participar ya por dignidad porque no pueden presentar proyectos educativos a tan bajo precio, y nos transmitieron su absoluta desesperación. Fue una visita muy numerosa a la Asamblea. Por el proceso que se dio de adjudicación para las 51 escuelas, más de la mitad fueron adjudicadas a empresas de servicios como Clece o Gecesa. Le vuelvo a repetir que ustedes dicen que Gecesa es técnicamente solvente, pero ya le digo que cualquiera se presenta a un proyecto diciendo que va a contratar equis maestros y ustedes dicen que tiene solvencia técnica en materia de educación. Pues no, señoría, no. Además, después de la adjudicación a estas dos empresas, Gecesa, que había sido adjudicataria en nueve centros, decide que se va. Ustedes, en su momento comentaron, o hubo una respuesta desde la Consejería diciendo que había habido problemas en los proyectos que habían presentado. Yo no me creo que una empresa de estas características, en nueve centros, tenga problemas en los pliegos de condiciones o problemas de carácter formal. No me lo creo; no me lo creo en absoluto. Tengo dos hipótesis: una, que Gecesa abandonó la gestión de las escuelas de las que había sido adjudicataria porque se dio cuenta de que el precio que había puesto y con el que había concursado hacía inviable la gestión de esas escuelas. Dos, como ustedes no dan puntada sin hilo y las cosas no las hacen porque sí, voy a pensar mal, aunque no quisiera: como Gecesa está dentro del grupo de Arturo Canto Blanco, Presidente de la CEIM, buen amigo de doña Esperanza Aguirre, a lo mejor lo que hizo con ustedes fue una colaboración. Le dijeron: ustedes preséntense, porque se hace una media entre la oferta más alta y más baja; se hace una media entre el precio más alto y más bajo.



La Sra. PRESIDENTA: Señora Peinado, vaya terminando.


La Sra. PEINADO VILLEGAS: Termino, señora Presidenta. Gecesa se fue, pero una vez que se fue no se recalculó otra vez esa media, porque se había ido a una empresa que tenía la oferta más baja y no se volvió a recalcular ese precio medio. Por tanto, Gecesa provocó que se fijara un precio muy bajo. A lo mejor quisieron colaborar con ustedes para que quedara el precio más bajo posible y les ayudaran en esa carrera por abaratar los costes de la gestión infantil.

Dígame cómo se va a vigilar la calidad que se está prestando en los centros, porque a mí, igual que a la señora Vaquero, me están llegando denuncias de padres a los que les dicen: oiga, yo bastante tengo con cambiarle el pañal a su niño y darle de comer, no puedo hacer otra cosa. Aquí no hablamos de educación, sino de atender a los niños lo mejor que podamos. Están diciendo que con los padres, las madres y a las familias no van a hablar, salvo con os que entren por primera vez. Es decir, no va a haber una participación ni una implicación de los padres en las escuelas. ¿Eso lo van a vigilar? Mucho me temo que no, porque lo que ustedes quieren es dejar en manos de empresas sin ningún tipo de interés por la educación infantil la gestión de estas escuelas que tantos años ha costado gestionar y llevar a buen fin. Gracias.


La Sra. PRESIDENTA: Muchas gracias, señoría. Paso la palabra a la portavoz del Grupo Parlamentario Popular doña Isabel Redondo Alcaide.



La Sra. REDONDO ALCAIDE: Muchas gracias, señora Presidenta. Teruel también existe. Van a perdonar SS.SS. mi voz, que está un poco mal como consecuencia de un catarro importante. Intentaré ser extraordinariamente concisa, porque yo creo que lo que tengo que decir se puede hacer en pocos titulares.

Señorías, me dirijo a la oposición, porque, desde luego, lo que ha dicho la señora Directora General no es sino la explicación de una manera de gestionar, con la que estamos completamente de acuerdo desde el Grupo Parlamentario Popular, y además lo hacemos analizando la experiencia que supone gobernar. Esto lo digo porque esa experiencia, no en la Comunidad de Madrid, desde hace 20 años... Por cierto, quizá deberían preguntarse por qué los madrileños llevan suscribiendo durante 20 años, votación a votación, este proyecto político, porque algo tendrá el agua cuando la bendicen; algo tendrá el agua cuando la bendicen. Cuando llevamos 20 años, insisto -no quiero ser recurrente, pero es que la verdad es así de tozuda, algo tendrá-, y la izquierda, en su facción más o menos radical... (“Rumores en los escaños de la izquierda.”) A mí, señora Presidenta, no me importa hablar sin ser escuchada y al mismo tiempo, comentada por los Grupos de la oposición. Lo digo porque solamente cuando yo hago este tipo de manifestaciones es cuando me escuchan, y se lo agradezco a sus señorías.


La Sra. PRESIDENTA: Continúe, señoría. Sí la estamos escuchando.



La Sra. REDONDO ALCAIDE: No, no, si yo estoy segura de que la Presidencia me escucha, la Directora General y mis compañeros también, y algunas señorías de los Grupos de la oposición me escuchan, pero para, al mismo tiempo, hacer un comentario de texto de estos que hacíamos cuando estábamos en el bachillerato. (La Sra. DÍAZ MASSÓ: Por favor, a la cuestión.) No creo que tenga que ser ninguna señoría de la oposición quien me llame a mí a la cuestión, y pido amparo a la Presidencia.


La Sra. PRESIDENTA: Por favor, señoría, continúe.


La Sra. REDONDO ALCAIDE: Gracias, señora Presidenta. Gracias, señora Díaz Massó. Como le iba diciendo antes, llevamos 20 años con Gobiernos del Partido Popular en Madrid, donde se han ido avalando, una vez tras otra, los modelos educativos -y en otros ámbitos- que ha presentado el Partido Popular, incluso con el desarrollo de esos modelos que hemos ido presentando, y me ciño lógicamente al de la educación.

Voy a empezar por decirles algo: los excesos verbales que cometen SS.SS. desde la oposición luego les juegan malas pasadas. Yo, que he sido concejal de oposición y concejal de educación en mi municipio, recuerdo las críticas que SS.SS. hacían desde esta Asamblea de Madrid a lo malísimamente dotadas que estaban las escuelas infantiles, las casitas de niños que teníamos, por ejemplo, en mi pueblo, y hoy vengo a escuchar -y no es la primera vez que se lo oigo decir- que las escuelas infantiles y las casitas de niños de la Comunidad de Madrid han tenido una fama y han gozado de un prestigio y un crédito absolutamente extraordinario. Si yo cogiera hoy un diario de sesiones, podría... (La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Yo no.) Señora Vaquero, no es su caso personalmente.


La Sra. PRESIDENTA: Por favor, no establezcan diálogo.



La Sra. REDONDO ALCAIDE: Sí el del portavoz de Izquierda Unida que hubiera en ese momento. Sí, sí, no se encoja de hombros su señoría, pero es que usted es heredera lógicamente, como su Grupo Parlamentario, de lo que aquí se dijera en ese momento. Se nos ponía a caldo y a caer de un burro porque no hacíamos nada bien. Es que esto tiene un problema y es elevar a la categoría de definitivo lo individual -aquí tenemos alguien que de filosofía entiendo un poquito- siempre tiene un riesgo. La generalización no es buena. Y usted, por ejemplo -me va a permitir la ironía-, con ese dramático relato que nos ha hecho de una situación, quiero creer que excepcional, de un funcionamiento que, evidentemente, no es el que nosotros queremos para las escuelas infantiles, las casitas de niños en su conjunto, lógicamente, si lo elevamos a categoría de definitivo, ¿qué pasa? ¿Qué todo está mal? Pero, por qué somos tan sectarios. Se lo he dicho mil y una veces y se lo repetiré sin cansarme: pierden la fuerza de la razón en sus argumentos al quedarse exclusivamente con la excepcionalidad, sin reconocer que mayoritariamente y de manera abrumadora el servicio y la calidad que se presta a los niños, primero, y a los padres es muy importante por parte de la Comunidad de Madrid. No voy a extenderme en el discurso de que la educación de cero a tres años no es obligatoria. Yo creo que la Comunidad de Madrid y el Gobierno de Esperanza Aguirre están haciendo un esfuerzo absolutamente extraordinario por intentar dar satisfacción a las necesidades que tienen los padres, estoy convencida de ello, pero también le diré algo desde la experiencia que atesoro: uno, a los padres no les importa pagar 40 euros al mes. Es una opinión, señora Vaquero, entre sus posiciones ideológicas y las mías hay un pasillo de diferencia mínimo. Pero, la impresión que tenemos en la Comunidad de Madrid en el Partido Popular, es que la gente confía cada vez menos en el gratis total, la gente quiere unos servicios y sabe que tiene que contribuir a ello. Le digo también esto porque quizá un día me tome la molestia, cuanto tenga un ratito, de comprobar qué es lo hacen los ayuntamientos de Izquierda Unida, y algún ayuntamiento socialista. Por ejemplo, en San Fernando y Rivas casi que me lo sé, pero hay algún ayuntamiento socialista que es la cuna del emergente líder socialista madrileño que lo tiene privatizado todo menos el transporte urbano. Es que nos vamos a llevar alguna sorpresa, es que tenemos que tener mucho cuidado porque caemos en una cosa que se llama cinismo político, y eso es lo que confunde al electorado, eso es lo que hace que el electorado no crea a los políticos, cuando los políticos venden una cosa -y lo digo por los políticos de la izquierda- y luego hacen otra, porque nosotros somos una opción previsible y una opción fiable porque los madrileños saben lo que queremos. Saben que queremos dar lo máximo a sus hijos, saben que queremos que sus hijos aprendan en las escuelas. Yo creo que los que estamos aquí mayoritariamente -hecha la salvedad de la señora Camins, que es la benjamina de todos los presentes- todos más o menos hemos pasado por el mismo tipo de educación. Aquí hay algún docente que puede corroborar o no si la calidad que hay en nuestras aulas es mejor, peor o mediopensionista. Es una pregunta retórica que en la técnica parlamentaria SS.SS. seguramente me comprenderán, es una pregunta retórica. En ese sentido, estamos completamente con la Directora General y con el Gobierno de la Presidenta. Estamos convencidos de que las circunstancias excepcionales que vive la economía española -no nos olvidemos-, la economía madrileña -quizá abría que tener plan B-, en la economía de guerra en la que vivimos, estamos haciendo lo máximo sin bajar un ápice la calidad y está siendo absolutamente respaldada por los madrileños, mal que les pese a algunos. Muchas gracias.


La Sra. PRESIDENTA: Muchas Gracias, señoría. Tiene la palabra la Directora General.



La Sra. DIRECTORA GENERAL DE EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA (Pérez-Llorca Zamora): Muchas gracias, señora Presidenta. Agradezco a los portavoces de los Grupos Parlamentarios sus intervenciones, particularmente la del Grupo Parlamentario Popular, con cuyas aportaciones no podría estar más de acuerdo.

En cuanto a las intervenciones del Grupo Parlamentario Socialista y del Grupo Parlamentario Izquierda Unida creo que, entre todos, debemos hacer un esfuerzo para sentar las bases de lo que realmente estamos discutiendo hoy aquí en esta comparecencia, porque yo veo mucha confusión, mucha confusión política, mucha confusión ideológica, y veo también algo que me preocupa, que es un profundo desconocimiento de la Ley de Contratos, de cómo funciona un concurso, de cómo se hace una adjudicación, profundo desconocimiento que yo llamaría ignorancia. Yo sé que la Ley de Contratos es larga y que es pesado leérsela, pero lo que estamos discutiendo aquí no es otra cosa que modelos de gestión y la ideología que subyace a cada uno de ellos, y de eso podemos hablar todo lo que ustedes quieran. Otra cosa muy distinta es la costumbre que tienen SS.SS de erigirse en defensoras de la educación infantil, intentando acusar al Gobierno de una manera incoherente, poco estudiada e injustificada de atacar a la educación infantil. Esta postura, a la que ya estamos acostumbrados y nos resulta francamente cansina, es inaceptable, señorías, y más para un Gobierno como éste que ha demostrado, abriendo escuelas y creando plazas de una calidad incuestionable, señorías, que la educación infantil es una de sus prioridades incluso en tiempos de estrechez presupuestaria. Por tanto, señorías, aquí lo que discutimos es qué tipo de sistema queremos, si queremos un sistema que contribuye a crecer, que contribuye a que la red de educación infantil crezca de una manera presupuestariamente sostenible o si queremos más gasto, más deuda, más déficit, ya sabemos con que consecuencia, señorías: más impuestos.


No es cierto, señorías, no es cierto, que se haya deteriorado la calidad de las escuelas infantiles, eso es tergiversar, es manipular la realidad. Y les voy a repetir por qué: todas las escuelas funcionan con normalidad, las familias están satisfechas y ninguna de ustedes sería capaz de distinguir, visitando distintas escuelas, cuáles han sido adjudicadas según qué pliegos, ni ustedes ni las familias, porque la Consejería se asegura siempre de que prime la calidad en todos los proyectos.

Miren, he dicho que sus intervenciones han sido confusas, y han sido confusas, porque no queda clara su postura en cuanto a la gestión indirecta, que es por lo que me han preguntado; no queda clara. La señora Vaquero no ha querido decir cuál es su postura, yo entiendo lo difícil que es defender su planteamiento ideológico del siglo pasado en el Madrid del siglo XXI, yo entiendo que es muy difícil. Nos ha contado una telenovela de una persona que se llama Chari, a la que yo no tengo el gusto de conocer. Cuando se gestionan, como se hace desde mi Dirección General, 440 escuelas infantiles y 800 colegios públicos, le aseguro que hay incidencias todos los días, es inevitable, señoría, y hay personas, algunas personas, las menos, que hacen mal su trabajo, este parece ser el caso de la tal Chari, a la que yo, insisto, no conozco. De lo que estamos hablando no es de la situación de una escuela en la que algo sale mal, si esa persona, esa Chari, hace las cosas mal las haría mal si fuera funcionaria, si fuera personal laboral, si fuera cooperativista o empleada por cuenta ajena. De todas formas, si hay un incidente en una escuela se atenderá y merece ser atendido. Y yo, desde luego, personalmente, me voy a ocupar de ver lo que está pasando en esa escuela para ver si es verdad lo que usted cuenta. Pero sepa que no es en absoluto sintomático, que es puramente anecdótico, y qué duda cabe de que en cualquier caso merece ser atendido.


Señora Peinado, tampoco me queda clara cuál es su postura ante la gestión indirecta, no me queda clara. Parece que sí está de acuerdo con la gestión indirecta, pero no con nuestros pliegos, otra cosa es cuando lo hace un Gobierno socialista, aunque los pliegos sean los mismos. Señora Peinado, de verdad, siento ponerla a usted frente al espejo de sus contradicciones, lo siento, pero no tengo más remedio. Si usted está de acuerdo con la gestión indirecta de escuelas infantiles públicas, si su partido está de acuerdo, porque lo lleva a cabo y también está de acuerdo, por lo menos ahora, con el equilibrio presupuestario y con la austeridad en tiempos de crisis, y parece que lo está, yo no sé si usted sigue defendiendo el gasto público indiscriminado, yo sé que está usted muy confusa, pero si hasta el Gobierno central se ha convertido ya en adalid de la austeridad y el Ministerio de Educación, señoría, recorta su presupuesto en más de un 8 por ciento, señoría, si esas cosas son ciertas y, además, hemos comprobado que el resultado de las adjudicaciones es positivo y que las escuelas mantienen su calidad, la conclusión obligadas es que nuestros pliegos son inobjetables y son muy parecidos a los que usan los Gobiernos socialistas. Ésa es una verdad, y lo demás son hipótesis e inventos.

Yo creo que ha quedado claro que adjudicar una escuela infantil a una empresa no educativa es una imposibilidad jurídica, pero además los hechos lo demuestran. Nómbreme, señoría, una sola entidad adjudicataria que no tenga experiencia previa en educación. No la hay y yo las conozco muy bien, señoría, no es cierto porque esa empresa que usted menciona tiene más de cien escuelas en toda España. Todas han gestionado escuelas infantiles y algunas de las que usted menciona las gestionan en Andalucía o las gestionan en Cataluña, pero cuando esa misma empresa que gestiona sin ningún problema escuelas infantiles en Comunidades gobernadas por socialistas gestiona una escuela infantil en Madrid ya es un escándalo, y ustedes sabrán por qué, aunque ya hemos visto su tendencia a contradecirse cuando están en el Gobierno y cuando están en la oposición. Yo, a diferencia de ustedes, señoría, no estoy aquí para defender a ninguna entidad, ni cooperativa, ni sociedad limitada ni sociedad laboral ni grande ni pequeña, lo que sí defiendo es el extraordinario crecimiento de la red pública y su calidad.


Señora Peinado, le tengo que decir que sus afirmaciones sobre la empresa Gecesa, es lo más grave y lo más ofensivo que le he escuchado a usted en esta Asamblea, aunque por otro lado es absurdo y denota una vez más su desconocimiento de cómo se hace una adjudicación y de cómo funciona un concurso público. Yo, a diferencia de usted, no tengo inmunidad parlamentaria y por lo tanto no le voy a contestar, si la tuviera quizás le contestaría de otra manera pero sí le digo que usted misma se descalifica, señoría, y no merece contestación. Probablemente me está acusando de algo que está tipificado, señoría, o sea que piénseselo antes de hacerlo.

Parece que ustedes sí que tienen preferencias personales por entidades de mayor o menor tamaño, parece que ustedes sí las tienen, pues estudiense, insisto, la Ley de Contratos y se darán cuenta de cuál es la grandeza de la contratación pública. La Ley de Contratos es socialista, estudiénsela. Gana el mejor proyecto no el que nos resulta ideológicamente más afin, ni el que nos caiga más simpático, ni el que es una cooperativa, sino que gana el mejor. Ustedes quieren adjudicar a cooperativas y yo quiero adjudicar al mejor proyecto, y el mejor, aquí, y en Gobiernos socialistas es el resultado de una combinación de criterios donde prima la calidad pero también se tiene en cuenta el precio y creo que ha quedado claro que este criterio lo compartimos con administraciones socialistas.

Para ir terminando, yo creo que éste ya es el último año de esta Legislatura aunque por ustedes, señorías, francamente parece no pasar el tiempo, porque llevan anclados casi cuatro años en el mismo discurso catastrofista. Para la red pública de educación infantil sí ha pasado el tiempo porque comenzamos la Legislatura con 31.000 plazas y la vamos a terminar con 44.000 y eso supone 13.000 nuevas plazas, 13.000 familias madrileñas que pueden conciliar su vida laboral y familiar y que saben que dejan a sus hijos en centros de gran calidad. Eso es lo que nosotros, desde el Gobierno, hemos hecho. Ustedes se han pasado los últimos años haciendo anuncios de grandes catástrofes y una y otra vez, y otra vez más se han equivocado y se siguen equivocando. Señorías, sus temores, si realmente los tenían, se han demostrado infundados.

La red pública de educación infantil de la Comunidad de Madrid ha crecido de una manera extraordinaria y, a pesar de los vamos intentos de la oposición por colocar piedras en nuestro camino, hemos conseguido colocar a Madrid a la cabeza de la tasa de escolarización de cero a tres años en España y en la Unión Europea, y todo ello lo hemos hecho aunando eficiencia y calidad en tiempos presupuestariamente muy difíciles. Muchas gracias.


La Sra. PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Directora General. Pasamos al último punto del orden del día.


5º Ruegos y preguntas.


¿Alguna de SS.SS. desea formular algún ruego o pregunta a la mesa? (“Denegaciones.”) No habiendo ruegos ni preguntas, se levanta la sesión.


(“Eran las doce horas y treinta y ocho minutos.”)

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