2.2 Expte: C 499/10 RGEP 4746
Autor/Grupo: Grupo Parlamentario Socialista.
Destinatario: Sra. Consejera de Educación.
Objeto: Condiciones de adjudicación de las escuelas infantiles públicas de gestión indirecta. Se adjunta documentación.
Al objeto de precisar las razones que motivan la comparecencia, tiene la palabra, en nombre del Grupo proponente, la señora Peinado por tiempo máximo de cinco minutos.
La Sra. PEINADO VILLEGAS: Muchas gracias, señora Presidenta. Señora Consejera, quiero en primer lugar agradecer la buena disposición que ha tenido para hablar con los padres del colegio Santiago Apóstol de Villanueva de La Cañada, a través del Viceconsejero de Organización. Vaya por delante mi agradecimiento.
Ahora, volvemos a traer una vez más a esta Cámara el asunto de las escuelas infantiles de cero a tres años, de la creo ya para ustedes nueva educación infantil. Sé que éste es un tema que a usted le cansa y le aburre, porque dice que siempre estamos con la misma retahíla. En fin, sé que no le gusta hablar de educación infantil. No le gusta hablar de educación infantil porque en el programa del Partido Popular de 2007, cuando se hacía referencia a los niños de cero, uno y dos años, la principal promesa que ustedes hacían, y su compromiso estrella, no era mantener la calidad de la red pública de escuelas infantiles y casas de niños; no era extender esta red para dar cobertura a la demanda existente en este ciclo por parte de la sociedad madrileña. Su política estrella y su compromiso era extender el cheque guardería, una ayuda que da la Comunidad de Madrid para que las familias lleven a sus hijos a guarderías privadas, con una cuantía que, desde luego, no llega en muchos casos ni a cubrir el tercio del coste de una plaza en un centro de este tipo, pero no apostaba por la educación infantil pública y de calidad, y eso enseguida lo comprobamos. Cuando usted llegó, en 2008, cuando no llevaba ni un año como Consejera de Educación, le tocaba modificar los decretos de requisitos mínimos, y decidió hacerlo aumentando, como ya hemos denunciado tantas veces, una medida que nos parece muy perjudicial para los niños de cero, uno y dos años; modificar los requisitos mínimos, aumentar el número de niños por aulas, sobre todo del grupo de dos años, que pasan de 16 a 20; reducir el número de profesionales que los atienden; reducir las exigencias de titulación de los profesionales de estas escuelas y reducir también la exigencia de espacios físicos adecuados para los niños. Y siguió con otra serie de medidas como la reducción de un tramo en las cuotas que pagan las familias, de manera que se convierten en cuotas que ya no son progresivas y en muchos casos son injustas y hay una clara falta de equidad.
Pero hoy venimos a hablar de la financiación, porque en septiembre de 2008, en esa carrera que usted se ha dado con tanta prisa para modificar todo el sistema y el modelo que teníamos en Madrid, en septiembre, como digo, aprueba un decreto de financiación mediante el cual modifica los pliegos administrativos para la adjudicación de la gestión indirecta de aquellas escuelas que tenían esta modalidad, y estos nuevos pliegos de condiciones lo que hacen es que, por encima de los proyectos pedagógicos y educativos, esté lo que se ahorre la Comunidad de Madrid; eso es lo que más les importa: cuánto se ahorra la Comunidad de Madrid en esto. Porque usted, como no se atreve todavía a deshacerse de las escuelas infantiles, lo que hace es mantener su titularidad, pero, de facto, lo que está haciendo es privatizándolas.
Comenzó, como digo, equiparando las condiciones de las escuelas públicas a las privadas con las modificaciones del decreto de mínimos, pero continuó abaratando al máximo la gestión. Usted no se quiere gastar dinero, ni presupuesto, ni recursos públicos en mantener la educación infantil; usted lo que quiere es dar cheques guardería.
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Vaya concluyendo, señoría.
La Sra. PEINADO VILLEGAS: La educación infantil a usted le pesa, le pesa mucho porque no apuesta por la educación en el tramo cero, uno y dos años, porque usted para este tramo lo único que pretende es que las familias tengan un sitio donde dejar a sus hijos, pero no sitios donde se les pueda ofrecer una atención educativa sino puramente asistencial, y lo sabe de sobra. Para eso están los cheques guardería, ¿verdad?, y para eso quería ahorrarse todo este dinero en escuelas infantiles. Lo que pasa es que ha tenido un pequeño problema con el que usted cae en una grave contradicción, porque, por un lado, no apuesta por las escuelas pero luego se ha visto obligada, con el plan Educa 3 del Ministerio de Educación -que nunca lo dice, pero para eso estoy yo, para recordárselo-, a construir 23 escuelas infantiles, 22 más gracias al Plan E del Gobierno de España -que tampoco les gusta a ustedes decirlo; de hecho, intentan saltarse las normas y ni siquiera lo publicitan en los carteles que anuncian las obras de estos centros; se ha visto obligada a ponerlos en marcha. Creo que cae en contradicción porque, aunque no cree en las escuelas infantiles, después le encanta decir que este año hay 56 escuelas infantiles nuevas. Pero lo que a usted le hubiera gustado es no construir esas escuelas infantiles, sino haber utilizado esos recursos de mantenimiento en dar cheques guardería.
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Señoría, concluya.
La Sra. PEINADO VILLEGAS: Concluyo ahora mismo. Mire, señora Figar, el nuevo modelo de financiación deja muy a las claras todo esto que le estoy diciendo, que usted no cree en la educación de cero, uno y dos años. No se puede llamar educación infantil a lo que usted está intentando promover en la red pública, que hasta hace apenas dos años era una red de referencia y de alta calidad para todo el Estado español. Espero que me diga qué valoración hace del sistema de financiación, que sé que para usted será muy positivo, pero dígame si no preferiría haber dado más cheques escolares que escuelas infantiles. Gracias.
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Gracias, señoría. Señora Consejera, tiene la palabra para exponer sobre el objeto de la comparecencia por tiempo máximo de quince minutos.
La Sra. CONSEJERA DE EDUCACIÓN (Figar de Lacalle): Gracias, señora Presidenta. Señorías, agradezco la comparecencia que ha solicitado de la Consejera de Educación esta tarde ya que me da la oportunidad de recordar que cuando llegué a la Consejería de Educación había 348 escuelas infantiles y 24.500 plazas de cero a tres, y al finalizar este curso 2010-2011 habrá 464 escuelas infantiles y 44.000 plazas. En estos tres años, por tanto, hemos incrementado en 120 el número de escuelas infantiles y creado 20.000 plazas más de cero a tres años. También la evolución de los cheques guardería en esta Legislatura, marcada por la crisis ha sido notable, porque hemos incrementado un 34 por ciento el número de beneficiarios. Va a crecer -ya ha crecido este año- la partida presupuestaria de estas ayudas, vamos a repartir en total 34 millones de euros, lo cual nos va a permitir llegar a 1.500 familias madrileñas más hasta alcanzar 31.000 beneficiarios. Por tanto, señorías, en plena crisis, hemos seguido abriendo nuevas escuelas infantiles y casas de niños, 56, nada más y nada menos, en este curso, ampliando las existentes y también repartiendo y aumentando el número de beneficiarios de los llamados cheques guardería.
Señora Peinado, sabe usted perfectamente que la red de centros públicos de las Comunidad de Madrid es heterogénea, se compone de escuelas infantiles y de casas de niños, algunas de titularidad del ayuntamiento, otras titularidades de la Comunidad de Madrid, de gestión directa o indirecta, etcétera.
Hay modelos de gestión distintos, pero ambos modelos, de gestión directa o indirecta, vienen coexistiendo prácticamente desde el origen de la red pública en la Comunidad de Madrid desde el año 1985. En todo este tiempo, dicha coexistencia no ha sido motivo de queja por parte de ninguna familia, y creo, señoría, y lo aseguro porque todas las escuelas infantiles, no sólo en cuanto a su financiación sino también en condiciones de funcionamiento, están sujetas a la misma normativa, de manera que las familias obtienen un servicio público homogéneo dentro de la Comunidad de Madrid independientemente de la titularidad o el modelo de gestión de cada centro. El funcionamiento de las escuelas, la organización, los horarios, los servicios, los requisitos y la titulación del personal, además -algo muy importante, porque no está así en algunas Comunidades Autónomas gobernadas por ustedes- las cuotas que pagan las familias es exactamente igual en las 440 escuelas infantiles y casas de niños que están funcionando en la región. Todo ello configura el modelo de escuela infantil de la Comunidad de Madrid, y los requisitos de los concursos de gestión se encargan de garantizar que así siga siendo. De ahí que a las familias no les afecte lo más mínimo las cuestiones técnicas y las valoraciones que ha hecho usted aquí esta tarde y que viene haciendo los últimos tres años. Es importante recordarlo porque cuando usted pone en duda la gestión indirecta de escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid en última instancia de lo que está dudando es de la capacidad de sus maestros y educadores. Por eso, quiero dejar bien claro que todas las escuelas infantiles y casas de niños de la Comunidad de Madrid cuentan con equipos profesionales de primera, con conocimientos y capacidad probados para atender a los más pequeños.
Ya expliqué en su momento en la Asamblea en el año 2008, cuando procedimos a modificar los pliegos de cláusulas administrativas que han de regir los contratos de gestión de las escuelas infantiles, que estábamos adaptando, señoría -no ha sido un capricho-, la Ley de Contratos del Sector Público de 2007. Los pliegos -lo sabe usted- recogen, en primer lugar, criterios de solvencia técnica, conforme a los cuales las entidades licitadores deben acreditar que su objeto social se corresponde con los fines del objeto del contrato y, además, también se les exige solvencia económica y técnico-profesional. En definitiva, señoría, todas las empresas adjudicatarias que gestionen escuelas infantiles en la Comunidad de Madrid son empresas del sector educativo que cuentan con personal con experiencia contrastada y acreditada, porque cualquier empresa que aspire a ser adjudicataria en un contrato de gestión debe cumplir esos requisitos mínimos que he citado, y sólo una vez superada la solvencia técnica se tienen en cuenta otros criterios u objetivos para adjudicar el contrato.
Nosotros, señoría -ya lo he explicado-, valoramos en 55 puntos el proyecto educativo, organizativo y personal que desarrolla el proyecto educativo, y en 45 el precio propuesto; es decir que la mayoría del peso en la adjudicación de estos contratos -55 puntos- se basa en criterios cualitativos y no cuantitativos. En esos 55 puntos valoramos cuestiones tales como la propuesta pedagógica, el plan de actuación para los alumnos con necesidades educativas especiales, la organización del centro, el proyecto de iniciación al inglés, la contratación del personal nativo en lengua inglesa, etcétera. También hay, lógicamente, una valoración cuantitativa de la oferta, que es la propuesta económica que realiza cada entidad licitadora por los conceptos de escolaridad u horario ampliado de comedor.
Este modelo de pliegos de contratación, señoría, contribuye, en primer lugar, a preservar y garantizar la calidad de las escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid en la medida en que establece un adecuado equilibrio entre los aspectos cualitativos -un 55 por ciento- y los cuantitativos, la oferta económica, que es de un 45 por ciento. Por tanto, damos prioridad a la calidad del servicio, pero a la vez damos cumplimiento al principio de concurrencia competitiva.
Y otra manera, señoría, que tiene usted muy fácil de comprobar lo equilibrado que es nuestro modelo de pliegos de contratación es compararlo con el de otras Administraciones. Por ejemplo, señoría, con el Gobierno de la nación, que también saca concursos de escuelas infantiles, y concretamente las escuelas infantiles del Ministerio de Defensa, que tienen las bases militares españolas. En las cláusulas de ese pliego, ellos, sin embargo, computan 50 puntos de la oferta económica más 25 puntos del servicio de manutención; es decir que el 50 por ciento de la valoración depende de la oferta económica que se realice. ¿Entiende, señoría? Es decir, valoran más la oferta económica que lo que está valorando la Comunidad de Madrid en lo que usted llama privatización encubierta, mala calidad, acabar con el sector que hasta hace poco era un ejemplo, etcétera. Los pliegos del Gobierno de la nación socialista, señoría, en las escuelas infantiles que ellos sacan puntúan más la oferta económica que lo que está puntuando la Comunidad de Madrid. Conclusión: las escuelas infantiles de titularidad pública dependientes del Gobierno de la nación, primero, también optan por gestión indirecta y también valoran la puntuación económica, y más que la Comunidad de Madrid, y algunas de las empresas que han resultado adjudicatarias de escuelas infantiles del Gobierno socialista, señoría, también lo han sido de empresas madrileñas. Así que, señoría, yo no tengo aún muy claro si su problema es la gestión indirecta, que es el modelo que elige el Gobierno de la nación y los alcaldes socialistas, o lo que le molesta es que en la valoración se dé más peso a la oferta económica que al proyecto educativo. En cualquiera de los dos casos, señoría, tendrá usted algún problema o alguna discrepancia con sus propios compañeros de partido, empezando por la ministra de Defensa y desde luego no con el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Señora Peinado, entérese de que yo estoy encantada de debatir este tema todas las veces que haga falta, y los que desde luego no tienen problemas, porque no hay quejas, son los padres que tienen a sus hijos en las escuelas infantiles públicas, que consideran que están recibiendo un servicio de primera calidad, que sus hijos están atendidos por profesionales de primera y además se benefician de unas cuotas, señoría, que se sitúan entre las más bajas que hay en España; unas cuotas, señoría, que permiten pagar, por el servicio que están recibiendo, cifras muy por debajo del coste real de las plazas, y eso es igual en toda la red de escuelas de la Comunidad de Madrid, sean del municipio que sean, siempre que las familias acrediten la misma condición económica; es decir, a igual renta, no importa dónde viva uno, se paga la misma tasa o la misma cuota. Señoría, compárelas con las de las Comunidades Autónomas en las que gobierna el PSOE, porque desde luego están entre las más bajas.
Insisto, creo que lo importante es que en este curso vamos a alcanzar la cifra récord de 464 escuelas infantiles, 44.000 plazas públicas de cero a tres años, y a éstas hay que sumar -no hay que olvidarlo tampoco- 4.604 plazas de centros privados con convenios, cifra que permanece estable, y 31.000 cheques guardería, que son 1.500 más que el curso pasado, que estamos entregando para ayudar a las familias a sufragar los gastos de escuelas infantiles privadas autorizadas que han elegido para sus hijos cuyas cuotas no son iguales a las subvencionadas en las escuelas infantiles públicas. Es una red que destaca por su calidad, que no cesa de crecer, y nosotros, señoría, siempre lo decimos, optamos por incrementar y aumentar esa doble vía: aumentar las plazas públicas y aumentar el número de escuelas infantiles en la Comunidad de Madrid.
Usted me habla del Plan Educa3 o de las 20 plazas del Plan E, que, en todo caso, señoría, será una elección del municipio que recibe los fondos y que decide, con esos fondos, realizar escuelas infantiles. Se lo digo porque no ocurre en todos igual; o sea que no le adjudique el mérito al señor Zapatero. Con los fondos que recibe el municipio habrán decidido hacer una infraestructura u otra. En todo caso, señoría, desde que soy Consejera hemos puesto en marcha 120 escuelas más, con lo cual, no tengo ningún reparo en reconocer ese esfuerzo compartido que realizamos con el Gobierno de la nación en algunas escuelas, cuando un alcalde elige destinar los fondos del Plan E a hacer escuelas infantiles, pero, señoría, reconozca usted también el esfuerzo de la Consejería al poner en marcha 120 nuevas escuelas y, sobre todo, contribuir a sufragar los gastos corrientes, que es lo que al final más pesa una vez puestas en marcha. Además, señoría, siempre lo decimos muy clarito, hemos aumentado los cheques guardería, porque consideramos que también ayudan a hacer realidad el principio de igualdad de oportunidades y la libertad de elección, porque no son los mismos precios los que se pagan en una escuela infantil privada y muchas familias se quedan fuera o no tienen acceso o prefieren llevar a sus hijos a una escuela infantil privada y también tienen derecho a tener alguna ayuda económica por parte del Gobierno. Hemos pasado de 20.000 a 31.000 cheques guardería, 1.500 más que el curso pasado, y espero, señoría, que en los próximos presupuestos podamos seguir aumentándolos al igual que el número de escuelas infantiles.
La escolarización de cero a tres años -y termino ya- en nuestra Comunidad es prácticamente el doble que la media española, señoría, que está en el 26,7 por ciento, y nos sitúa a nivel europeo, si comparamos la Comunidad de Madrid con el resto de Europa, solamente por detrás de Dinamarca y los Países Bajos, con lo cual, señoría, creo que es gracias al enorme esfuerzo inversor del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Sólo en 2010, la Consejería de Educación va a destinar a la etapa de cero a tres, que no es gratuita ni obligatoria, 160 millones de euros. Por tanto, señoría, creo que nuestra política y nuestra apuesta por la calidad en el servicio que se presta en la etapa de cero a tres la hemos mantenido y se puede acreditar incluso en momentos de crisis económica o de estrechez presupuestaria como en los que vivimos. Muchas gracias, señora Presidenta. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”)
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Gracias, señora Consejera. Abrimos el turno de intervención de los Grupos Parlamentarios. En primer lugar, en representación de Izquierda Unida, tiene la palabra la señora Vaquero por tiempo máximo de diez minutos.
La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Muchas gracias, señora Presidenta. Muchas gracias al Grupo Socialista por habernos traído hoy esta comparecencia para debatir sobre las nuevas adjudicaciones de las escuelas infantiles. Después de oír a la Consejera, debo decirle que hoy le ha gustado hablar más de cantidad que de calidad, señora Consejera, lo he notado en su discurso, porque realmente lo de la calidad se lo han puesto bastante difícil con lo que está cayendo en la Comunidad de Madrid en las escuelas infantiles públicas de gestión indirecta.
Señora Consejera, desde que usted llegó a la Consejería de Educación, se lo hemos dicho ya muchas veces, mantuvo un firme propósito desde el mismo comienzo: poner en marcha todas las medidas necesarias para terminar de desmantelar el modelo educativo público en esta Comunidad. Cuando usted llegó a esta Comunidad se encontró con un modelo de educación infantil -se lo he dicho en otras ocasiones- que era el mejor de todo el Estado, y vamos a tener la desgracia de que se vaya usted dejando el peor modelo de todos. ¡Hombre!, no le deseo que se vaya; supongo que en esta promoción interna puede que le queden algunas expectativas a la Consejera de Educación.
De nada sirve que esta cruel crisis económica haya demostrado de forma clara y contundente que su modelo social, basado en la privatización de lo público, esté resultando un auténtico fracaso -que lo está siendo-, así como que no es cierto que el mercado se autorregule, ni que la iniciativa privada gestione mejor que las instituciones públicas. Es más, si algo ha quedado suficientemente demostrado es que lo público es hoy más necesario que nunca, y por ello se reclama su intervención para salvar lo privado. Fíjese usted, señora Consejera, que si trasladamos lo que le acabo de decir a la realidad de las escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid, vemos que el modelo que está resultando más sostenible en cuanto a su calidad, a la calidad del empleo que en ellas se produce y, sobre todo, a la calidad de la educación que los niños disfrutan, es precisamente el basado en las escuelas infantiles públicas de gestión pública. Eso nos debería hacer reflexionar.
Como le decía, los desmanes que se llevan a cabo en determinadas escuelas infantiles por la falta de control sólo pueden conducir a un escenario de desorden, abuso y pérdida de derechos, que es, en definitiva, lo que está pasando en algunas de estas escuelas. Si en alguna etapa educativa ha podido desarrollar plenamente su estrategia, como le decía, ha sido en la educación infantil, precisamente en la primera etapa del sistema educativo; etapa que, como le decía, se puso en marcha en esta Comunidad bajo su exclusiva competencia, con un modelo de calidad que ha sido referente de calidad no solamente en todo el Estado, sino incluso más allá. Lo que está haciendo con la educación infantil en esta Comunidad -seguramente porque la falta de una regulación básica sobre ella se lo está dejando bastante fácil, eso no es responsabilidad exclusivamente suya-, es sustituir el modelo educativo público con el que se creó la red pública de escuelas infantiles por el modelo económico, privatizador y asistencial que nos está imponiendo. Esa estrategia está perfectamente estructurada y planificada por su Gobierno y por su Consejería.
En primer lugar, ya lo hemos dicho aquí, fueron la burla a la calidad que supusieron los decretos de mínimos de 2008: más niños por aula, menos profesionales por centro, menos espacio y menos titulación requerida a los profesionales para serlo. Eso, señora Consejera, no es más calidad; de ninguna manera eso puede significar más calidad. A continuación, el ataque a la igualdad de oportunidades a través de las cuotas -también se ha dicho- a las familias con rentas más altas, que fueron premiadas con una rebaja de hasta 200 euros en la cuota, mientras que a las más desfavorecidas económicamente les eliminaron la cuota cero. Usted me lo negó en una ocasión, ante una pregunta de mi Grupo, pero usted no decía la verdad entonces. Se eliminó la cuota cero, y el resultado no se ha hecho esperar. Sepa usted que están desapareciendo de las escuelas los niños de las familias que no pueden pagar los 45 euros de cuota mínima, precisamente los niños que más lo necesitan, familias pobres o empobrecidas que se tienen que buscar la vida como pueden y que cada vez son más. Eso, señora Consejera, tampoco es calidad.
Por si todo esto no fuera bastante, aprovechándose del nuevo decreto de financiación, el curso pasado decidió modificar los pliegos de condiciones para las nuevas adjudicaciones de las escuelas. Nuestro Grupo Parlamentario ya advirtió también, a través de una pregunta en esta Cámara, de los riesgos que suponían esos nuevos pliegos y de la que se nos venía encima, pero su Consejería, experta en la privatización de la educación madrileña, diseñó con rigor su proyecto de desmantelamiento de la educación infantil con unos pliegos de contratación administrativa que priman -y lo hacen de manera descarada, señora Consejera- el supuesto ahorro del presupuesto, ignorando la capacitación educativa de las empresas, y convirtiendo un sector decisivo de empleo en empleo precario y mal pagado, del que también salen más perjudicadas las mujeres.
Señorías, algunas de las trabajadoras que tenían anteriormente un sueldo de entre 1.100 ó 1.200 euros, han tenido que aceptar, porque no les queda más remedio, un sueldo de 700 euros. Y no es la crisis, es la especulación de unos mercaderes sin escrúpulos que han irrumpido con fuerza en el negocio educativo en nuestra Comunidad gracias a las facilidades brindadas por su Gobierno y por su Consejería. ¿Por qué, señora Consejera, su Gobierno ha retrasado la publicación del primer convenio que se ha firmado en el sector y que hubiera impedido esas tropelías para con los trabajadores? Esas 51 escuelas públicas de gestión indirecta sacadas a concurso han sido mayoritariamente gestionadas por cooperativas con una larga trayectoria de buen hacer educativo y comprometidas con el modelo educativo con el que la educación infantil se puso en marcha en esta Comunidad, con equipos muy consolidados y profesionales, altamente cualificados, que han dado estabilidad y seguridad a las familias de muchos barrios y municipios, donde han desarrollado sus proyectos educativos; proyectos educativos excelentes, así han venido siendo calificados. Proyectos que han contado con el reconocimiento de las familias, pero también con su implicación y con su participación. Y eso, señoría, eso señora Consejera, eso sí que es calidad.
Tras el fallo de los concursos, 26 de esas escuelas han sido adjudicadas a empresas que en su mayoría han presentado unos proyectos educativos totalmente deficientes, y no lo son porque lo diga el Grupo Izquierda Unida, son deficientes porque así han sido valorados por los propios técnicos de la Comunidad de Madrid.
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Vaya terminando, señoría.
La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Hablamos de puntuaciones entre 10 y 15 puntos, frente a los 45 que podían obtener. Eso sí, junto a la eficiencia en los proyectos educativos, se han presentado ofertas económicas con bajadas de precios de casi un 20 por ciento y, por esta razón, se han quedado con las escuelas llamadas públicas para los cinco próximos años. Ésa y no otra razón, es la que ha habido para quedarse con ellas. Mientras que han sido puestos en la calle equipos directivos con proyectos educativos valorados por esos mismos técnicos en muchos casos por encima de los 40 puntos. Empresas con experiencia en el campo educativo, decía usted. Me imagino que se referirá a Gecesa, Grupo Norte, por ejemplo, que es experta no solamente en el campo educativo, es experta en todo, lo mismo lleva centro de menores, que residencias de ancianos, que asistencia domiciliaria, casi cualquier cosa.
Señora Consejera, esas adjudicaciones han tenido problemas y problemas muy serios, y han tenido consecuencias. Han tenido consecuencias sobre los profesionales, a los que se ha respetado muy poco en todo el proceso, ni siquiera una llamada de la Consejería diciendo qué empresa era la adjudicataria, se han tenido que enterar, después del tiempo que ha precisado la empresa, si se quedaba con ella la primera, porque también ha habido casos de empresas que una vez que se les han adjudicado, casi en bloque, algunas de ellas, después han dicho que no les interesaban, porque no han sido capaces de conformar equipos o por la razón que sea.
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Concluya, señoría.
La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Han tenido consecuencias sobre las familias. ¿Dónde ha quedado aquí la participación en el control y gestión de los centros de las familias, que tiene derecho a él? ¿Por qué no se les ha comunicado? ¿Por qué no han podido intervenir, ser informados, al menos, en alguna fase de estas adjudicaciones? Y sobre todo han tenido consecuencias para los niños. En la Comisión de Educación, yo le hablé de algún caso en concreto en el que se veían esas consecuencias de manera directa. Acabo preguntándole si la Inspección de Educación, el servicio de Inspección Educativa está vigilando estos centros y si han tomado ya alguna medida. Nada más, señora Consejera. Muchas gracias. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Izquierda Unida.”)
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Gracias, señoría. A continuación, en representación del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora Peinado, de nuevo por tiempo máximo de diez minutos.
La Sra. PEINADO VILLEGAS: Gracias, señora Presidenta. Señora Consejera, lo que yo cuestiono es el modelo de financiación que usted lleva implantando desde el año 2008, que hace, además, que ésta vaya a convertirse y se esté convirtiendo ya en una red que no es homogénea en la calidad que presta. Usted dice: toda la red pública tiene los mismos horarios, tiene horario ampliado, tiene comedor, las cuotas son las mismas. ¡Claro!, en lo formal, tienen las mismas prestaciones. Pero está consiguiendo que haya escuelas de primera y escuelas de segunda, y mucho me temo que las de primera poco a poco van a ir cayendo a la segunda división de las escuelas infantiles, porque usted todavía no se ha atrevido a venderlas. Menos mal que no va a tener tiempo para hacerlo, señora Figar, porque creo que es ahí donde usted quiere llegar.
Lo que yo cuestiono es la financiación, y usted dice: no, si con esta nueva financiación, con estos nuevos pliegos de condiciones se prima el proyecto pedagógico, el proyecto cualitativo, que tiene un peso de un 55 por ciento. Por eso -se lo acaba de decir la portavoz de Izquierda Unida-, en las últimas adjudicaciones de este verano la mayor parte de las empresas adjudicatarias tenían una puntuación bajísima, señora Figar, en sus proyectos, y fueron las que se llevaron la gestión indirecta de estas escuelas. ¿Por qué se lo llevaron? Pues por lo que les ahorraron a ustedes. Mire, señora Figar, hasta ahora la gestión de estas escuelas estaba en manos, como usted bien sabe, de una red de cooperativas, de grandes profesionales que no tenían finalidad de lucro, su única finalidad era tener un proyecto educativo de alta calidad para los niños de cero, uno y dos años. Usted ha preferido que entren a la gestión de estas escuelas empresas que se caracterizan por tener un fin de lucro claro y lo que quieren es beneficiarse, y ustedes lo que quieren es ahorrar. Si ustedes ahorran, ellos se benefician y, al final, ¿quién pierde, señora Figar? ¿Quién pierde? Pierden los niños, y los profesionales; son los que pierden, porque los profesionales van a estar en una situación muy precaria, porque para que ustedes ahorren y esas empresas se beneficien a los profesionales les van a pagar cada vez menos. ¡Señora Figar, 700 euros! Por cuarenta horas semanales de atención directa a bebés. Eso es lo que van a cobrar muchos profesionales en las escuelas infantiles. No hable de calidad en estos modelos que usted está implantando porque no la tienen, porque no es educativo. Mire, usted dice recurrentemente una cosa también: la oposición no hace más que quejarse y denunciar, pero si todo el mundo está encantado y muy satisfecho. Pero es que a usted no le han contado que a finales del mes de julio, cuando casi todo el mundo estaba ya haciendo las maletas para irse de vacaciones, vinieron a esta Asamblea más de 50 madres, maestras y profesionales preocupados pidiéndonos con desesperación que hiciéramos algo por ellos, porque no sabían que iba a ser de ellos. Madres y profesionales que el 1 de septiembre no lo sabían. ¿Esto no se lo han dicho a usted? Mire, en todas las concentraciones, manifestaciones, huelgas que se han dado en esta Legislatura en cuanto a educación, precisamente las profesionales -porque mayoritariamente son mujeres- de educación infantil son las que más se han movilizado, las que más huelgas han hecho, las que más han ido a manifestarse, han hecho manifestaciones propias de la educación infantil, se han sumado a las de denuncia de la educación pública en general. Han sido las que más se han movilizado.
Usted sabe que hace dos años subió un 400 por ciento el número de quejas de padres y madres al Defensor del Menor por la reducción de la calidad educativa, porque, señora Figar, no es lo mismo tener un grupo de 16 niños de dos años que tener a 20 niños; no es lo mismo. No es lo mismo que en las escuelas antes hubiera un profesional de apoyo cada dos unidades, cada dos grupos, y ahora haya un único profesional de apoyo para todo el centro, no es lo mismo, señora Figar. No es lo mismo que con el anterior modelo de financiación, que establecía un módulo fijo según el número de unidades y otro por centro, en el que se dirimía la adjudicación en base al proyecto educativo, no como ahora, que se da al mejor postor; no es lo mismo que antes se calculara el coste de una plaza en torno a unos 450 euros y ahora, en muchos casos, este coste se haya reducido, por lo que usted se ahorra y las empresas se benefician, señora Figar, a 360 euros; 90 euros menos por plaza en muchos casos en una escuela, por ejemplo, de 120 plazas, son muchos millones de euros, señora Figar, lo que usted se ahorra, lo que las empresas se benefician, y lo que se reduce es la calidad de la atención.
(“La señora Presidenta se reincorpora a la sesión.”)
Mire, la junta de portavoces de escuelas infantiles y casas de niños, -sé que para usted no es un interlocutor válido, son profesionales a los que usted permanentemente desprecia ,lo hizo aquí en esta Cámara ante una pregunta que le formulé en el anterior periodo de sesiones- ha hecho un llamamiento en su página “web” para que las educadoras, maestras, padres y madres que tengan quejas se las hagan llegar. A mi me gustaría que cuando recopilen todas esas quejas usted las lea y se entere y se informe y no diga de forma demagógica, como les gusta decir a los miembros del Partido Popular y de su Gobierno, que todos están satisfechos. Ustedes piensan algo y creen que todos los demás tienen que pensar lo mismo. Usted está satisfecha con el modelo de financiación que está implantando y piensa que todos tienen que estar satisfechos. Pues no, fíjese. No, no hay satisfacción, sobre todo a los que les ha tocado sufrir el cambio de un proyecto educativo serio y pedagógico a un proyecto que no es educativo, porque usted apuesta por la no educación infantil, se lo vengo diciendo. ¿Sabe dónde se está notando? Precisamente en la atención educativa.
Le voy a poner un par de ejemplos. Le hablo de casos concretos, de quejas y denuncias de educadoras, de maestras, de las que vinieron aquí en el mes de junio. Antes los niños tenían la rutina de lavarse las manos y los dientes. Ahora en muchos casos no les da ni tiempo a las maestras y a las profesionales de mantener ese tipo de rutinas con ellos. Antes, en una escuela gestionada de forma indirecta por una cooperativa, el niño tenía la rutina de que al ir a echarse la siesta se quitaba los zapatos. Ahora el niño va todo contento a mostrarle a su maestra que se ha quitado los zapatos, y la maestra le dice: “No, mañana tienes que dormir con zapatos”, porque no les da tiempo a mantener una rutina. El niño no está en esa escuela infantil sólo para que le cambien los pañales, le den los biberones y le echen a dormir en una colchoneta, señora Figar. No están sólo para eso; están para mantener un proyecto educativo, para enseñarles una serie de cosas a los niños, rutinas, aprendizajes, porque además es fundamental en su desarrollo, señora Figar. Los centros infantiles no están para aparcar a los niños y cambiarles los pañales. Pero hay muchas educadoras -que creo que, lamentablemente, no se pueden considerar como tales- que les dicen a las familias que bastante tienen con atender a los niños en las cosas más básicas como para encima pedirles que hagan un esfuerzo extra, porque no pueden, y no lo van a hacer por unos sueldos absolutamente precarios, por unas condiciones de trabajo que no son dignas, igual que no es digna la atención que se está dando a estos niños, señora Figar. De verdad, me parece muy duro lo que usted dice: que todos están satisfechos, que todos están contentos, que toda la red es homogénea y que en toda la red se está prestando la misma atención y la misma calidad; porque no es verdad, no es así, y están llegando quejas constantemente.
Le digo más: me consta que se está elaborando un estudio muy serio, avalado por reconocidos profesionales, en el que se va a demostrar cómo los cambios que gracias a sus políticas se han introducido en la red pública de escuelas infantiles están deteriorando a marchas forzadas la calidad de los servicios que se prestan en estas escuelas.
La Sra. PRESIDENTA: Señoría, concluya, por favor.
La Sra. PEINADO VILLEGAS: Concluyo, señora Presidenta. Le vuelvo a repetir, y no me cansaré de hacerlo, señora Figar, que usted no cree en la educación infantil de cero, uno y dos años. Usted sólo cree en tener a los niños aparcados las horas que los padres necesiten, cambiarles los pañales, darles el biberón y ya está. Para eso, señora Figar, no haga usted escuelas infantiles. No son las escuelas ni la educación por la que apostamos los socialistas madrileños. Nosotros apostamos, señora Figar, por una educación de calidad, gratuita y universalizable, para que cualquier familia que tenga la necesidad de llevar a su hijo de cero, uno o dos años a una escuela y tener una atención educativa pueda hacerlo, y de forma gratuita, en esta Comunidad. Eso, afortunadamente, lo podremos empezar a poner en marcha a partir de mayo de 2011. Gracias. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.”)
La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señoría. Tiene la palabra el señor Soler Espiauba, en representación del Grupo Parlamentario Popular.
El Sr. SOLER-ESPIAUBA GALLO: Gracias, señora Presidenta. Señorías, hoy, una vez más, venimos a discutir una comparecencia sobre escuelas infantiles que ha traído el Grupo Socialista; y una vez más, hay alguna parte de la intervención de la Diputada socialista que para mí es muy decepcionante. Realmente, da la sensación de que ha venido a repetir las quejas de un grupo profesional muy respetable, pero que ha perdido una adjudicación pública de escuelas infantiles. La Junta de Portavoces a la que usted se refería -no otras juntas de portavoces, que no es el momento más adecuado para hablar de ellas- no está de acuerdo porque ha perdido esa adjudicación. Ha hecho una oferta peor, según el pliego de condiciones, y no se le ha adjudicado. Eso es una cosa que a usted le podrá gustar más o menos, pero no puede decir ni que no esté de acuerdo con la ley ni que eso no suponga para la Comunidad de Madrid y para sus ciudadanos una mejora, porque hay más familias que pueden acceder a la educación infantil; ni me puede decir que eso no sucede en otras Administraciones públicas. Ya se lo ha relatado la Consejera, pero vamos, señora Vaquero, en San Fernando de Henares las escuelas infantiles que ha puesto el Ayuntamiento son de gestión indirecta. Eso es así.
Señoría, intentar desacreditar la gestión indirecta en la educación infantil es un error. Nosotros no es que nos quejemos de que ustedes critiquen al Gobierno nos parece muy bien; es su función como oposición. Nos llama la atención lo mucho que se equivocan, aunque, como decía Napoleón, cuando el adversario se equivoca, no hay que despistarlo. Señoría, el modelo de gestión indirecta permite que haya más educación infantil para los ciudadanos de la Comunidad de Madrid.
Le voy a repetir las cifras, aunque a ustedes no les gustan las cifras; huyen de ellas porque, claro, las cifras son un dato objetivo, y aquí la crítica que hacen ustedes es siempre subjetiva, en base a unas opiniones difícilmente contrastrables en muchas ocasiones. Yo no sé por qué la señora Vaquero dice que la calidad no es la adecuada. La calidad es una apreciación bastante subjetiva que, en un pliego de condiciones, debe contar lo menos posible; no la calidad sino la subjetividad, y lo que hace el pliego de condiciones es tener en cuenta los datos y valores objetivos como principal referencia para que esto salga adelante lo mejor posible para los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, y es lo que ha sucedido. Señoría, esto nos permite que, en época de crisis, la Comunidad de Madrid pueda ofrecer unas cifras muy saludables y muy sanas que no puede ofrecer ninguna de las Comunidades Autónomas donde gobierna el Partido Socialista o Izquierda Unida; no las pueden ofrecer. Lo hacen peor, tienen peores referencias, y no porque lo digamos nosotros.
Hay un momento en el que la señora Peinado empieza a hablar de la educación infantil como si estuviera hablando de secundaria o de educación universitaria, utilizando unas referencias inadecuadas. Mire, la educación infantil no se parece al resto de la educación, la de cero, uno y dos años. Tiene unas características, que creo que a nadie se le pueden escapar, que son completamente distintas. Es más, en algunos sistemas educativos, lo que usted llama educación infantil de cero, uno y dos años no se considera parte del sistema educativo, y no estoy diciendo algo que suceda en la Conchinchina no, sino en Finlandia, uno de los países mejor valorados por el informe Pisa en cuanto al sistema educativo. Finlandia no tiene como parte del sistema educativo la educación cero, uno y dos años porque la plantean de una forma completamente distinta, en la que sí hay una parte educativa, y hay otras partes que no son educativas, y eso es una cosa que también hay que tener en cuenta.
Antes, otra de las cosas que me ha llamado mucho la atención ha sido cuando ha dicho que antes había un profesor de apoyo por cada dos y ahora sólo hay uno en la totalidad. Mire, muchas de estas escuelas infantiles tienen un número limitado; es decir, antes había dos profesores de apoyo y ahora hay uno, o antes había tres y ahora hay uno, y es muy lógico que suceda así. Claro, usted me dice que antes era algo completamente de referencia. Pues, sí. ¿Por qué? Porque la profesión siempre quiere que haya un modelo ideal en el que hay un exceso de personas dedicadas a cosas que podrían hacer menos personas, y yo lo entiendo porque se descargan de trabajo; pero eso no garantiza el que la educación infantil sea mejor. No lo garantiza, señoría.
El otro día, cuando discutíamos también de educación, me hablaba siempre de las ratios, y yo le ponía como ejemplo que nosotros, en la Comunidad de Madrid, tenemos unas ratios más bajas, más a su gusto, que Finlandia, Gran Bretaña, o Alemania; sin embargo, en el informe Pisa salen mejor valoradas. Y tenemos unas ratios peores que Grecia, Italia y Portugal; sin embargo, en el informe Pisa salimos mucho mejor. Con lo cual, señoría, el tema de las ratios, cuando lo contrastamos con el éxito del proyecto educativo, resulta que no concuerda; algo estará pasando, y a lo mejor es que las ratios no son la referencia absoluta de cómo debemos calificar un proyecto educativo. Eso habrá que tenerlo en cuenta, pero también habrá que tener en cuenta otras cosas, y yo creo que el pliego de condiciones, por medio del cual se han adjudicado las escuelas infantiles, es correcto. Usted no ha podido decir aquí en ningún momento que tenga ningún defecto objetivo ni legal; simplemente a usted le parecen peor, y su opinión es muy respetable. Pero, señoría, esta situación nos ha permitido tener más familias madrileñas atendidas en este espacio temporal educativo; nos lo ha permitido.
Antes hablaba del cheque guardería. Mire, tenemos una atención a cero, uno y dos años por encima de lo que recomienda la Unión Europea, por encima de todas las Comunidades Autónomas que gobiernan los socialistas o los socialistas con Izquierda Unida y, como ha recordado antes la Consejera, sólo Holanda y Dinamarca están en una situación mejor que la Comunidad de Madrid en lo que se refiere a la media dentro de las naciones europeas.
A mí me parece que, si la Comunidad de Madrid en España está bien considerada, sus ratios están en condiciones, venir aquí a decir que, en una guardería concreta, un niño concreto fue a que le quitaran los zapatitos y no pudo es de una pobreza argumental que me llama la atención. En fin, parece como de vocal vecino; ésta es una cuestión en la que nos encontramos criticando la zanja, el árbol, el socavón, etcétera, cosas que tienen su ámbito, y a mí me parece que no es éste.
Yo creo que lo que un Gobierno debe pensar es cómo puede mejorar para una mayoría, y creo que eso es lo que ha proyectado la Consejería de Educación del Gobierno Aguirre: cómo mejorar la educación infantil para el mayor número de familias posibles, y eso creo que ha significado un aumento del número de plazas. Usted podrá decir que hay un grupo de profesionales que lo critican; es muy respetable, pero, claro, son los afectados, señoría. No van a decir que está todo muy bien cuando ellos se han quedado fuera del proyecto porque han hecho un pliego de condiciones o un proyecto que ha perdido frente a otros.
La Sra. PRESIDENTA: Señoría, vaya concluyendo, por favor.
El Sr. SOLER-ESPIAUBA GALLO: Termino ya, señora Presidenta. Señoría, luego me haba de 700 euros. Mire, ¿sabe a cuántos madrileños y a cuántos españoles les gustaría cobrar 700 euros? ¿Está fuera de la ley? ¿Hay algún problema sindical? Yo creo que son salarios que se están pagando... Bueno, si le digo lo que están pagando, que a veces ni pagan, en algunos despachos de abogados importantísimos a los pobres recién licenciados, que estén pagando 700 euros en estas guarderías a mí me parece que ya les gustaría a muchos licenciados en Derecho que están haciendo sus primeros pinitos en cualquier bufete. Les podría poner algún ejemplo que les sorprendería. (“La señora Peinado Villegas pronuncia palabras que no se perciben.”)
La Sra. PRESIDENTA: Señorías, por favor. Señor Soler, vaya concluyendo.
El Sr. SOLER-ESPIAUBA GALLO: Termino ya, señora Presidenta. Por tanto, yo estoy de acuerdo con el proyecto educativo, y me parece que ninguna de las críticas que ustedes han hecho tiene una enjundia suficiente como para descalificar un proyecto que está funcionando, y funcionando muy bien. Gracias. (“La señora Peinado Villegas pronuncia palabras que no se perciben.- Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”)
La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señoría. Señora Consejera, tiene la palabra para contestar por tiempo máximo de diez minutos.
La Sra. CONSEJERA DE EDUCACIÓN (Figar de Lacalle): Gracias, señora Presidenta. Trataré de ser breve puesto que este asunto ya lo hemos debatido en multitud de ocasiones y tampoco aporta la oposición ningún argumento ni ninguna nueva propuesta.
Empezaré diciendo a la portavoz del Grupo Izquierda Unida que yo le puedo asegurar, y es que no paro de asistir a escuelas infantiles, de inaugurar escuelas infantiles, que no he conseguido ni la más mínima queja ni comentario de una familia porque el educador o el maestro que le atiende sea funcionario o no sea funcionario. Es que éste es un debate de usted, de ustedes, lo de la gestión directa, pero a las 44.000 familias que están en la red de escuelas infantiles no les importa que aquellos que les prestan servicio, que aquellos que educan, que asisten a sus menores de tres años, sean funcionarios. (La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Denuncias, denuncias, denuncias.) ¡Es que no les importa! Yo jamás me he encontrado con un padre o una madre que realice una reivindicación semejante. Además, señoría, es que las escuelas infantiles hace mucho en la Comunidad de Madrid que no son de gestión directa, pero no son las que ha puesto en marcha la Comunidad de Madrid ni son las que ha puesto en marcha ningún ayuntamiento de la Comunidad de Madrid, sea del Partido Popular, sea del Partido Socialista, sea de Izquierda Unida. ¡Es que ya nadie pone en marcha escuelas infantiles de gestión directa desde hace muchos años! ¡Ni siquiera ustedes donde gobiernan, ni en San Fernando, ni en Rivas, que hemos inaugurado una este año, señoría! No las pone en marcha nadie. Y, además, es que a nadie le importa, señoría. ¡Es que no le importa a ningún padre ni a ninguna madre, señoría, que el que cuida a sus hijos, el que les educa, el maestro o los educadores, sean funcionarios. Es una cosa de ustedes; usted será portavoz de algún grupo con este tipo de reivindicaciones o sus cuestiones de lo público, pero no le importa a las 44.000 familias, señoría, y tampoco a los alcaldes de Izquierda Unida, del Partido Popular ni del Partido Socialista, que ponen en marcha escuelas de excelente calidad, siempre de titularidad pública pero en manos de empresas o cooperativas que las gestionan.
En relación con las cuotas que pagan las familias, le diré que las cuotas que regulamos en la Comunidad de Madrid son iguales para todas las familias, pertenezcan al municipio que pertenezcan o esté donde esté ubicada la escuela infantil, y que, a igual renta, están entre las más bajas de España. Es un mínimo. Yo nunca he negado que hayamos quitado la cuota cero, nunca. ¡Si yo soy enemiga del gratis total! Siempre pienso que han de pagar algo, entre otras cosas, señoría, porque, si le proporcionan pañales gratuitos y otros servicios, han de pagar algo. Sepa, además -no lo reconocerán públicamente ni se lo voy a pedir-, que, en muchas reuniones que hemos tenido con educadoras o con directoras de escuelas infantiles, ellas mismas nos han dicho que muchas de las familias que pagaban cero no valoraban el servicio, que no lo valoraban, y estaban de acuerdo en que algo debían pagar. Señoría, que ese algo, cuando el coste real de la plaza puede superar los 500 euros al mes, esté en 45 no me parece excesivo. Insisto, están entre las más bajas de España. Y nunca he negado que hayamos suprimido la cuota cero, lo que he dicho es que existen exenciones para familias con especial necesidad; existen. Tenemos un número de familias para las que, previo informe de los servicios sociales municipales, una vez analizada su situación económica -pueden ser familias en riesgo social o que hayan caído en una circunstancia en la que no estaban cuando hicieron la matriculación-, existen exenciones, exenciones completas para un número de familias. Eso está al margen de las tasas o de las cuotas que regulamos y que publicamos. Eso es lo que yo he reconocido, y nunca le he dicho que no exista la cuota cero, es que me parece absurdo porque nosotros mismos somos los que publicamos las cuotas cada año, como Consejería de Educación, aparece recogido en el BOCM, y es absurdo que yo diga eso. Para familias, caso a caso valorado con el informe de los servicios sociales, existen exenciones.
En cuanto a los argumentos de la señora Peinado, en lo sustancial, son los mismos de siempre, aunque ha aportado algunas cosas nuevas al debate de hoy que verdaderamente, señora Peinado, me dejan perpleja. Lo que no puede ser y lo que no se puede sostener sin ruborizarse, señoría, es que, si un maestro o un educador cobra 1.200, es educativo y, si cobra 1.000, no. Señoría, ¡es que esto no hay quien lo entienda! Una cosa será lo que cobra cada persona, que, por cierto, lo negocian los sindicatos, no lo fijo yo, pero lo que no se puede decir es: oiga, usted presta un servicio muy educativo si cobra 1.200 y, si cobra 1.000, usted está privatizando y maltratando a los niños. Señoría, ¡esto no se sostiene! No tiene nada que ver una cosa con la otra. Nosotros exigimos y regulamos las titulaciones, los criterios y la formación que han de tener las personas que trabajan en las escuelas infantiles, pero, señoría, prestarán buen o mal servicio con independencia de lo que cobren. Lo que no se puede decir es: esto es muy educativo si una persona cobra 1.200... Entiendo que les gustará más cobrar 1.200 que 1.000, y 1.000 antes que 800, pero lo que no se puede sostener es el argumento de que atiende fenomenal a los niños y presta un servicio educativo alguien que cobra 1.200 y, si cobra menos, no; señoría, esto no se sostiene.
El otro argumento es: si lo gestiona una cooperativa, es un servicio de gran calidad y público -porque usted me dice ya que las cooperativas son públicas-, pero si lo gestiona una empresa, no es educativo. ¡Que no, señora Peinado! ¡Que no se puede sostener esto! Primero, las cooperativas no son ONGs y tampoco son de titularidad pública, pero lo que no puede ser es que, si el concurso lo gana una cooperativa, entonces es supereducativo, nos encanta y los niños están fenomenal, pero si lo gana una sociedad limitada o una S.A., entonces ya fatal. ¡Es que no puede ser, señoría! ¡Es que utilizan ustedes unos argumentos que no se sostienen! No puede ser. Están bien regulados y bien definidos en los pliegos los requisitos, están bien valorados los proyectos educativos y los condicionantes para pasar el requisito de solvencia técnica antes de valorar otros criterios objetivos de los concursos; pero lo que no puede ser es: si lo gana quien a usted parece gustarle más, entonces es educativo y, si no, no. Señoría, será educativo o no según recogen los pliegos del concurso y el servicio que se presta, y luego lo ganará quien mejor oferta combinada presente entre la oferta económica y el proyecto educativo. No se sostienen sus argumentos. Y ya lo que no logro entender es eso de, si yo me ahorro, las empresas ganan más; o sea, si yo me ahorro, las empresas se benefician, que lo ha dicho usted quince veces en su exposición. ¡No entiendo nada! ¿Qué tendrá que ver que yo me ahorre con las empresas que ganan más? Será más bien al revés. Normalmente, cuando yo no me ahorro, las empresas, las cooperativas, o los que ganen contratos con la Administración, ganarán más, señoría. Esto de, cuando yo me ahorro, las empresas se benefician, no lo entiendo. No entiendo nada de lo que usted me dice, salvo que usted es bastante incoherente e inconsistente en sus argumentos; o sea, no se puede caer en argumentos de esta índole, señoría, y hacer esta demagogia. Si es educativo, si cobro, ¿a partir de cuánto es educativo? ¿A partir de 1.000 es educativo? ¿Es educativo si lo gana “x” y no es educativo si lo gana “y”? ¿Es educativo si lo gana quien a usted le parece?
Y, ¿qué pasa con aquellos concursos que usted denigra cuando lo gana la misma cooperativa que lo estaba gestionando anteriormente? Entonces, ¿usted no tenía ninguna queja? Que es lo que ha pasado en la mayoría de los casos. En la mayoría de los casos, las cooperativas que han estado gestionando escuelas infantiles que hemos vuelto a sacar a concurso con los nuevos pliegos, han vuelto a ganar, y eso a usted no le plantea ningún problema. ¡Hombre, no! Señora Peinado, los argumentos que ha expuesto usted aquí hoy: A los de siempre, no le contesto, porque se los he contestado ya muchísimas veces en esta tribuna, pero esas nuevas aportaciones al debate francamente me han dejado perpleja.
La Sra. PRESIDENTA: Señora Consejera, concluya, por favor.
La Sra. CONSEJERA DE EDUCACIÓN (Figar de Lacalle): Termino, señora Presidenta. Ustedes hablan de mala calidad, aportan unas quejas que nunca se sustancian porque no llegan a la Consejería ni se transforman en denuncias, y yo distingo entre las quejas de las familias, que son las usuarias finales y las receptoras del servicio que prestamos, y las de los profesionales. Yo comprendo que algún profesional que se ha quedado fuera de un concurso o que ve su sueldo rebajado estuviera mejor con las anteriores condiciones; de lo que hablo, señoría, es de las familias, y las familias están muy satisfechas puesto que, en general, consideran que están recibiendo un servicio de altísima calidad, que sus hijos están en manos de excelentes profesionales, y que además pagan cuotas -son conscientes, señoría- muy por debajo del coste real.
Ahora nos anuncia un informe de no sé qué expertos, que ya nos ha venido usted a decir que el informe que están elaborando va a decir que nuestras escuelas infantiles pierden calidad. Yo me quedo, señoría, con dos análisis objetivos: el que ha realizado el Defensor del Menor, que ha valorado muy positivamente la calidad de las escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid -y lo dice así y lo recoge en su informe-, que son de excelente calidad. Y, sobre todo, señoría, al hilo del recurso que interpuso el Ayuntamiento de Getafe, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, señoría, que estableció -se lo hago llegar si no lo ha visto- que el Decreto de Requisitos Mínimos de los nuevos pliegos, señoría, no afectaban a la calidad de las escuelas infantiles ni afectaban a las condiciones laborales de los educadores. Gracias, señora Presidenta. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”)
La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señora Consejera. Pasamos al siguiente punto del orden del día.
Autor/Grupo: Grupo Parlamentario Socialista.
Destinatario: Sra. Consejera de Educación.
Objeto: Condiciones de adjudicación de las escuelas infantiles públicas de gestión indirecta. Se adjunta documentación.
Al objeto de precisar las razones que motivan la comparecencia, tiene la palabra, en nombre del Grupo proponente, la señora Peinado por tiempo máximo de cinco minutos.
La Sra. PEINADO VILLEGAS: Muchas gracias, señora Presidenta. Señora Consejera, quiero en primer lugar agradecer la buena disposición que ha tenido para hablar con los padres del colegio Santiago Apóstol de Villanueva de La Cañada, a través del Viceconsejero de Organización. Vaya por delante mi agradecimiento.
Ahora, volvemos a traer una vez más a esta Cámara el asunto de las escuelas infantiles de cero a tres años, de la creo ya para ustedes nueva educación infantil. Sé que éste es un tema que a usted le cansa y le aburre, porque dice que siempre estamos con la misma retahíla. En fin, sé que no le gusta hablar de educación infantil. No le gusta hablar de educación infantil porque en el programa del Partido Popular de 2007, cuando se hacía referencia a los niños de cero, uno y dos años, la principal promesa que ustedes hacían, y su compromiso estrella, no era mantener la calidad de la red pública de escuelas infantiles y casas de niños; no era extender esta red para dar cobertura a la demanda existente en este ciclo por parte de la sociedad madrileña. Su política estrella y su compromiso era extender el cheque guardería, una ayuda que da la Comunidad de Madrid para que las familias lleven a sus hijos a guarderías privadas, con una cuantía que, desde luego, no llega en muchos casos ni a cubrir el tercio del coste de una plaza en un centro de este tipo, pero no apostaba por la educación infantil pública y de calidad, y eso enseguida lo comprobamos. Cuando usted llegó, en 2008, cuando no llevaba ni un año como Consejera de Educación, le tocaba modificar los decretos de requisitos mínimos, y decidió hacerlo aumentando, como ya hemos denunciado tantas veces, una medida que nos parece muy perjudicial para los niños de cero, uno y dos años; modificar los requisitos mínimos, aumentar el número de niños por aulas, sobre todo del grupo de dos años, que pasan de 16 a 20; reducir el número de profesionales que los atienden; reducir las exigencias de titulación de los profesionales de estas escuelas y reducir también la exigencia de espacios físicos adecuados para los niños. Y siguió con otra serie de medidas como la reducción de un tramo en las cuotas que pagan las familias, de manera que se convierten en cuotas que ya no son progresivas y en muchos casos son injustas y hay una clara falta de equidad.
Pero hoy venimos a hablar de la financiación, porque en septiembre de 2008, en esa carrera que usted se ha dado con tanta prisa para modificar todo el sistema y el modelo que teníamos en Madrid, en septiembre, como digo, aprueba un decreto de financiación mediante el cual modifica los pliegos administrativos para la adjudicación de la gestión indirecta de aquellas escuelas que tenían esta modalidad, y estos nuevos pliegos de condiciones lo que hacen es que, por encima de los proyectos pedagógicos y educativos, esté lo que se ahorre la Comunidad de Madrid; eso es lo que más les importa: cuánto se ahorra la Comunidad de Madrid en esto. Porque usted, como no se atreve todavía a deshacerse de las escuelas infantiles, lo que hace es mantener su titularidad, pero, de facto, lo que está haciendo es privatizándolas.
Comenzó, como digo, equiparando las condiciones de las escuelas públicas a las privadas con las modificaciones del decreto de mínimos, pero continuó abaratando al máximo la gestión. Usted no se quiere gastar dinero, ni presupuesto, ni recursos públicos en mantener la educación infantil; usted lo que quiere es dar cheques guardería.
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Vaya concluyendo, señoría.
La Sra. PEINADO VILLEGAS: La educación infantil a usted le pesa, le pesa mucho porque no apuesta por la educación en el tramo cero, uno y dos años, porque usted para este tramo lo único que pretende es que las familias tengan un sitio donde dejar a sus hijos, pero no sitios donde se les pueda ofrecer una atención educativa sino puramente asistencial, y lo sabe de sobra. Para eso están los cheques guardería, ¿verdad?, y para eso quería ahorrarse todo este dinero en escuelas infantiles. Lo que pasa es que ha tenido un pequeño problema con el que usted cae en una grave contradicción, porque, por un lado, no apuesta por las escuelas pero luego se ha visto obligada, con el plan Educa 3 del Ministerio de Educación -que nunca lo dice, pero para eso estoy yo, para recordárselo-, a construir 23 escuelas infantiles, 22 más gracias al Plan E del Gobierno de España -que tampoco les gusta a ustedes decirlo; de hecho, intentan saltarse las normas y ni siquiera lo publicitan en los carteles que anuncian las obras de estos centros; se ha visto obligada a ponerlos en marcha. Creo que cae en contradicción porque, aunque no cree en las escuelas infantiles, después le encanta decir que este año hay 56 escuelas infantiles nuevas. Pero lo que a usted le hubiera gustado es no construir esas escuelas infantiles, sino haber utilizado esos recursos de mantenimiento en dar cheques guardería.
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Señoría, concluya.
La Sra. PEINADO VILLEGAS: Concluyo ahora mismo. Mire, señora Figar, el nuevo modelo de financiación deja muy a las claras todo esto que le estoy diciendo, que usted no cree en la educación de cero, uno y dos años. No se puede llamar educación infantil a lo que usted está intentando promover en la red pública, que hasta hace apenas dos años era una red de referencia y de alta calidad para todo el Estado español. Espero que me diga qué valoración hace del sistema de financiación, que sé que para usted será muy positivo, pero dígame si no preferiría haber dado más cheques escolares que escuelas infantiles. Gracias.
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Gracias, señoría. Señora Consejera, tiene la palabra para exponer sobre el objeto de la comparecencia por tiempo máximo de quince minutos.
La Sra. CONSEJERA DE EDUCACIÓN (Figar de Lacalle): Gracias, señora Presidenta. Señorías, agradezco la comparecencia que ha solicitado de la Consejera de Educación esta tarde ya que me da la oportunidad de recordar que cuando llegué a la Consejería de Educación había 348 escuelas infantiles y 24.500 plazas de cero a tres, y al finalizar este curso 2010-2011 habrá 464 escuelas infantiles y 44.000 plazas. En estos tres años, por tanto, hemos incrementado en 120 el número de escuelas infantiles y creado 20.000 plazas más de cero a tres años. También la evolución de los cheques guardería en esta Legislatura, marcada por la crisis ha sido notable, porque hemos incrementado un 34 por ciento el número de beneficiarios. Va a crecer -ya ha crecido este año- la partida presupuestaria de estas ayudas, vamos a repartir en total 34 millones de euros, lo cual nos va a permitir llegar a 1.500 familias madrileñas más hasta alcanzar 31.000 beneficiarios. Por tanto, señorías, en plena crisis, hemos seguido abriendo nuevas escuelas infantiles y casas de niños, 56, nada más y nada menos, en este curso, ampliando las existentes y también repartiendo y aumentando el número de beneficiarios de los llamados cheques guardería.
Señora Peinado, sabe usted perfectamente que la red de centros públicos de las Comunidad de Madrid es heterogénea, se compone de escuelas infantiles y de casas de niños, algunas de titularidad del ayuntamiento, otras titularidades de la Comunidad de Madrid, de gestión directa o indirecta, etcétera.
Hay modelos de gestión distintos, pero ambos modelos, de gestión directa o indirecta, vienen coexistiendo prácticamente desde el origen de la red pública en la Comunidad de Madrid desde el año 1985. En todo este tiempo, dicha coexistencia no ha sido motivo de queja por parte de ninguna familia, y creo, señoría, y lo aseguro porque todas las escuelas infantiles, no sólo en cuanto a su financiación sino también en condiciones de funcionamiento, están sujetas a la misma normativa, de manera que las familias obtienen un servicio público homogéneo dentro de la Comunidad de Madrid independientemente de la titularidad o el modelo de gestión de cada centro. El funcionamiento de las escuelas, la organización, los horarios, los servicios, los requisitos y la titulación del personal, además -algo muy importante, porque no está así en algunas Comunidades Autónomas gobernadas por ustedes- las cuotas que pagan las familias es exactamente igual en las 440 escuelas infantiles y casas de niños que están funcionando en la región. Todo ello configura el modelo de escuela infantil de la Comunidad de Madrid, y los requisitos de los concursos de gestión se encargan de garantizar que así siga siendo. De ahí que a las familias no les afecte lo más mínimo las cuestiones técnicas y las valoraciones que ha hecho usted aquí esta tarde y que viene haciendo los últimos tres años. Es importante recordarlo porque cuando usted pone en duda la gestión indirecta de escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid en última instancia de lo que está dudando es de la capacidad de sus maestros y educadores. Por eso, quiero dejar bien claro que todas las escuelas infantiles y casas de niños de la Comunidad de Madrid cuentan con equipos profesionales de primera, con conocimientos y capacidad probados para atender a los más pequeños.
Ya expliqué en su momento en la Asamblea en el año 2008, cuando procedimos a modificar los pliegos de cláusulas administrativas que han de regir los contratos de gestión de las escuelas infantiles, que estábamos adaptando, señoría -no ha sido un capricho-, la Ley de Contratos del Sector Público de 2007. Los pliegos -lo sabe usted- recogen, en primer lugar, criterios de solvencia técnica, conforme a los cuales las entidades licitadores deben acreditar que su objeto social se corresponde con los fines del objeto del contrato y, además, también se les exige solvencia económica y técnico-profesional. En definitiva, señoría, todas las empresas adjudicatarias que gestionen escuelas infantiles en la Comunidad de Madrid son empresas del sector educativo que cuentan con personal con experiencia contrastada y acreditada, porque cualquier empresa que aspire a ser adjudicataria en un contrato de gestión debe cumplir esos requisitos mínimos que he citado, y sólo una vez superada la solvencia técnica se tienen en cuenta otros criterios u objetivos para adjudicar el contrato.
Nosotros, señoría -ya lo he explicado-, valoramos en 55 puntos el proyecto educativo, organizativo y personal que desarrolla el proyecto educativo, y en 45 el precio propuesto; es decir que la mayoría del peso en la adjudicación de estos contratos -55 puntos- se basa en criterios cualitativos y no cuantitativos. En esos 55 puntos valoramos cuestiones tales como la propuesta pedagógica, el plan de actuación para los alumnos con necesidades educativas especiales, la organización del centro, el proyecto de iniciación al inglés, la contratación del personal nativo en lengua inglesa, etcétera. También hay, lógicamente, una valoración cuantitativa de la oferta, que es la propuesta económica que realiza cada entidad licitadora por los conceptos de escolaridad u horario ampliado de comedor.
Este modelo de pliegos de contratación, señoría, contribuye, en primer lugar, a preservar y garantizar la calidad de las escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid en la medida en que establece un adecuado equilibrio entre los aspectos cualitativos -un 55 por ciento- y los cuantitativos, la oferta económica, que es de un 45 por ciento. Por tanto, damos prioridad a la calidad del servicio, pero a la vez damos cumplimiento al principio de concurrencia competitiva.
Y otra manera, señoría, que tiene usted muy fácil de comprobar lo equilibrado que es nuestro modelo de pliegos de contratación es compararlo con el de otras Administraciones. Por ejemplo, señoría, con el Gobierno de la nación, que también saca concursos de escuelas infantiles, y concretamente las escuelas infantiles del Ministerio de Defensa, que tienen las bases militares españolas. En las cláusulas de ese pliego, ellos, sin embargo, computan 50 puntos de la oferta económica más 25 puntos del servicio de manutención; es decir que el 50 por ciento de la valoración depende de la oferta económica que se realice. ¿Entiende, señoría? Es decir, valoran más la oferta económica que lo que está valorando la Comunidad de Madrid en lo que usted llama privatización encubierta, mala calidad, acabar con el sector que hasta hace poco era un ejemplo, etcétera. Los pliegos del Gobierno de la nación socialista, señoría, en las escuelas infantiles que ellos sacan puntúan más la oferta económica que lo que está puntuando la Comunidad de Madrid. Conclusión: las escuelas infantiles de titularidad pública dependientes del Gobierno de la nación, primero, también optan por gestión indirecta y también valoran la puntuación económica, y más que la Comunidad de Madrid, y algunas de las empresas que han resultado adjudicatarias de escuelas infantiles del Gobierno socialista, señoría, también lo han sido de empresas madrileñas. Así que, señoría, yo no tengo aún muy claro si su problema es la gestión indirecta, que es el modelo que elige el Gobierno de la nación y los alcaldes socialistas, o lo que le molesta es que en la valoración se dé más peso a la oferta económica que al proyecto educativo. En cualquiera de los dos casos, señoría, tendrá usted algún problema o alguna discrepancia con sus propios compañeros de partido, empezando por la ministra de Defensa y desde luego no con el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Señora Peinado, entérese de que yo estoy encantada de debatir este tema todas las veces que haga falta, y los que desde luego no tienen problemas, porque no hay quejas, son los padres que tienen a sus hijos en las escuelas infantiles públicas, que consideran que están recibiendo un servicio de primera calidad, que sus hijos están atendidos por profesionales de primera y además se benefician de unas cuotas, señoría, que se sitúan entre las más bajas que hay en España; unas cuotas, señoría, que permiten pagar, por el servicio que están recibiendo, cifras muy por debajo del coste real de las plazas, y eso es igual en toda la red de escuelas de la Comunidad de Madrid, sean del municipio que sean, siempre que las familias acrediten la misma condición económica; es decir, a igual renta, no importa dónde viva uno, se paga la misma tasa o la misma cuota. Señoría, compárelas con las de las Comunidades Autónomas en las que gobierna el PSOE, porque desde luego están entre las más bajas.
Insisto, creo que lo importante es que en este curso vamos a alcanzar la cifra récord de 464 escuelas infantiles, 44.000 plazas públicas de cero a tres años, y a éstas hay que sumar -no hay que olvidarlo tampoco- 4.604 plazas de centros privados con convenios, cifra que permanece estable, y 31.000 cheques guardería, que son 1.500 más que el curso pasado, que estamos entregando para ayudar a las familias a sufragar los gastos de escuelas infantiles privadas autorizadas que han elegido para sus hijos cuyas cuotas no son iguales a las subvencionadas en las escuelas infantiles públicas. Es una red que destaca por su calidad, que no cesa de crecer, y nosotros, señoría, siempre lo decimos, optamos por incrementar y aumentar esa doble vía: aumentar las plazas públicas y aumentar el número de escuelas infantiles en la Comunidad de Madrid.
Usted me habla del Plan Educa3 o de las 20 plazas del Plan E, que, en todo caso, señoría, será una elección del municipio que recibe los fondos y que decide, con esos fondos, realizar escuelas infantiles. Se lo digo porque no ocurre en todos igual; o sea que no le adjudique el mérito al señor Zapatero. Con los fondos que recibe el municipio habrán decidido hacer una infraestructura u otra. En todo caso, señoría, desde que soy Consejera hemos puesto en marcha 120 escuelas más, con lo cual, no tengo ningún reparo en reconocer ese esfuerzo compartido que realizamos con el Gobierno de la nación en algunas escuelas, cuando un alcalde elige destinar los fondos del Plan E a hacer escuelas infantiles, pero, señoría, reconozca usted también el esfuerzo de la Consejería al poner en marcha 120 nuevas escuelas y, sobre todo, contribuir a sufragar los gastos corrientes, que es lo que al final más pesa una vez puestas en marcha. Además, señoría, siempre lo decimos muy clarito, hemos aumentado los cheques guardería, porque consideramos que también ayudan a hacer realidad el principio de igualdad de oportunidades y la libertad de elección, porque no son los mismos precios los que se pagan en una escuela infantil privada y muchas familias se quedan fuera o no tienen acceso o prefieren llevar a sus hijos a una escuela infantil privada y también tienen derecho a tener alguna ayuda económica por parte del Gobierno. Hemos pasado de 20.000 a 31.000 cheques guardería, 1.500 más que el curso pasado, y espero, señoría, que en los próximos presupuestos podamos seguir aumentándolos al igual que el número de escuelas infantiles.
La escolarización de cero a tres años -y termino ya- en nuestra Comunidad es prácticamente el doble que la media española, señoría, que está en el 26,7 por ciento, y nos sitúa a nivel europeo, si comparamos la Comunidad de Madrid con el resto de Europa, solamente por detrás de Dinamarca y los Países Bajos, con lo cual, señoría, creo que es gracias al enorme esfuerzo inversor del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Sólo en 2010, la Consejería de Educación va a destinar a la etapa de cero a tres, que no es gratuita ni obligatoria, 160 millones de euros. Por tanto, señoría, creo que nuestra política y nuestra apuesta por la calidad en el servicio que se presta en la etapa de cero a tres la hemos mantenido y se puede acreditar incluso en momentos de crisis económica o de estrechez presupuestaria como en los que vivimos. Muchas gracias, señora Presidenta. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”)
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Gracias, señora Consejera. Abrimos el turno de intervención de los Grupos Parlamentarios. En primer lugar, en representación de Izquierda Unida, tiene la palabra la señora Vaquero por tiempo máximo de diez minutos.
La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Muchas gracias, señora Presidenta. Muchas gracias al Grupo Socialista por habernos traído hoy esta comparecencia para debatir sobre las nuevas adjudicaciones de las escuelas infantiles. Después de oír a la Consejera, debo decirle que hoy le ha gustado hablar más de cantidad que de calidad, señora Consejera, lo he notado en su discurso, porque realmente lo de la calidad se lo han puesto bastante difícil con lo que está cayendo en la Comunidad de Madrid en las escuelas infantiles públicas de gestión indirecta.
Señora Consejera, desde que usted llegó a la Consejería de Educación, se lo hemos dicho ya muchas veces, mantuvo un firme propósito desde el mismo comienzo: poner en marcha todas las medidas necesarias para terminar de desmantelar el modelo educativo público en esta Comunidad. Cuando usted llegó a esta Comunidad se encontró con un modelo de educación infantil -se lo he dicho en otras ocasiones- que era el mejor de todo el Estado, y vamos a tener la desgracia de que se vaya usted dejando el peor modelo de todos. ¡Hombre!, no le deseo que se vaya; supongo que en esta promoción interna puede que le queden algunas expectativas a la Consejera de Educación.
De nada sirve que esta cruel crisis económica haya demostrado de forma clara y contundente que su modelo social, basado en la privatización de lo público, esté resultando un auténtico fracaso -que lo está siendo-, así como que no es cierto que el mercado se autorregule, ni que la iniciativa privada gestione mejor que las instituciones públicas. Es más, si algo ha quedado suficientemente demostrado es que lo público es hoy más necesario que nunca, y por ello se reclama su intervención para salvar lo privado. Fíjese usted, señora Consejera, que si trasladamos lo que le acabo de decir a la realidad de las escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid, vemos que el modelo que está resultando más sostenible en cuanto a su calidad, a la calidad del empleo que en ellas se produce y, sobre todo, a la calidad de la educación que los niños disfrutan, es precisamente el basado en las escuelas infantiles públicas de gestión pública. Eso nos debería hacer reflexionar.
Como le decía, los desmanes que se llevan a cabo en determinadas escuelas infantiles por la falta de control sólo pueden conducir a un escenario de desorden, abuso y pérdida de derechos, que es, en definitiva, lo que está pasando en algunas de estas escuelas. Si en alguna etapa educativa ha podido desarrollar plenamente su estrategia, como le decía, ha sido en la educación infantil, precisamente en la primera etapa del sistema educativo; etapa que, como le decía, se puso en marcha en esta Comunidad bajo su exclusiva competencia, con un modelo de calidad que ha sido referente de calidad no solamente en todo el Estado, sino incluso más allá. Lo que está haciendo con la educación infantil en esta Comunidad -seguramente porque la falta de una regulación básica sobre ella se lo está dejando bastante fácil, eso no es responsabilidad exclusivamente suya-, es sustituir el modelo educativo público con el que se creó la red pública de escuelas infantiles por el modelo económico, privatizador y asistencial que nos está imponiendo. Esa estrategia está perfectamente estructurada y planificada por su Gobierno y por su Consejería.
En primer lugar, ya lo hemos dicho aquí, fueron la burla a la calidad que supusieron los decretos de mínimos de 2008: más niños por aula, menos profesionales por centro, menos espacio y menos titulación requerida a los profesionales para serlo. Eso, señora Consejera, no es más calidad; de ninguna manera eso puede significar más calidad. A continuación, el ataque a la igualdad de oportunidades a través de las cuotas -también se ha dicho- a las familias con rentas más altas, que fueron premiadas con una rebaja de hasta 200 euros en la cuota, mientras que a las más desfavorecidas económicamente les eliminaron la cuota cero. Usted me lo negó en una ocasión, ante una pregunta de mi Grupo, pero usted no decía la verdad entonces. Se eliminó la cuota cero, y el resultado no se ha hecho esperar. Sepa usted que están desapareciendo de las escuelas los niños de las familias que no pueden pagar los 45 euros de cuota mínima, precisamente los niños que más lo necesitan, familias pobres o empobrecidas que se tienen que buscar la vida como pueden y que cada vez son más. Eso, señora Consejera, tampoco es calidad.
Por si todo esto no fuera bastante, aprovechándose del nuevo decreto de financiación, el curso pasado decidió modificar los pliegos de condiciones para las nuevas adjudicaciones de las escuelas. Nuestro Grupo Parlamentario ya advirtió también, a través de una pregunta en esta Cámara, de los riesgos que suponían esos nuevos pliegos y de la que se nos venía encima, pero su Consejería, experta en la privatización de la educación madrileña, diseñó con rigor su proyecto de desmantelamiento de la educación infantil con unos pliegos de contratación administrativa que priman -y lo hacen de manera descarada, señora Consejera- el supuesto ahorro del presupuesto, ignorando la capacitación educativa de las empresas, y convirtiendo un sector decisivo de empleo en empleo precario y mal pagado, del que también salen más perjudicadas las mujeres.
Señorías, algunas de las trabajadoras que tenían anteriormente un sueldo de entre 1.100 ó 1.200 euros, han tenido que aceptar, porque no les queda más remedio, un sueldo de 700 euros. Y no es la crisis, es la especulación de unos mercaderes sin escrúpulos que han irrumpido con fuerza en el negocio educativo en nuestra Comunidad gracias a las facilidades brindadas por su Gobierno y por su Consejería. ¿Por qué, señora Consejera, su Gobierno ha retrasado la publicación del primer convenio que se ha firmado en el sector y que hubiera impedido esas tropelías para con los trabajadores? Esas 51 escuelas públicas de gestión indirecta sacadas a concurso han sido mayoritariamente gestionadas por cooperativas con una larga trayectoria de buen hacer educativo y comprometidas con el modelo educativo con el que la educación infantil se puso en marcha en esta Comunidad, con equipos muy consolidados y profesionales, altamente cualificados, que han dado estabilidad y seguridad a las familias de muchos barrios y municipios, donde han desarrollado sus proyectos educativos; proyectos educativos excelentes, así han venido siendo calificados. Proyectos que han contado con el reconocimiento de las familias, pero también con su implicación y con su participación. Y eso, señoría, eso señora Consejera, eso sí que es calidad.
Tras el fallo de los concursos, 26 de esas escuelas han sido adjudicadas a empresas que en su mayoría han presentado unos proyectos educativos totalmente deficientes, y no lo son porque lo diga el Grupo Izquierda Unida, son deficientes porque así han sido valorados por los propios técnicos de la Comunidad de Madrid.
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Vaya terminando, señoría.
La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Hablamos de puntuaciones entre 10 y 15 puntos, frente a los 45 que podían obtener. Eso sí, junto a la eficiencia en los proyectos educativos, se han presentado ofertas económicas con bajadas de precios de casi un 20 por ciento y, por esta razón, se han quedado con las escuelas llamadas públicas para los cinco próximos años. Ésa y no otra razón, es la que ha habido para quedarse con ellas. Mientras que han sido puestos en la calle equipos directivos con proyectos educativos valorados por esos mismos técnicos en muchos casos por encima de los 40 puntos. Empresas con experiencia en el campo educativo, decía usted. Me imagino que se referirá a Gecesa, Grupo Norte, por ejemplo, que es experta no solamente en el campo educativo, es experta en todo, lo mismo lleva centro de menores, que residencias de ancianos, que asistencia domiciliaria, casi cualquier cosa.
Señora Consejera, esas adjudicaciones han tenido problemas y problemas muy serios, y han tenido consecuencias. Han tenido consecuencias sobre los profesionales, a los que se ha respetado muy poco en todo el proceso, ni siquiera una llamada de la Consejería diciendo qué empresa era la adjudicataria, se han tenido que enterar, después del tiempo que ha precisado la empresa, si se quedaba con ella la primera, porque también ha habido casos de empresas que una vez que se les han adjudicado, casi en bloque, algunas de ellas, después han dicho que no les interesaban, porque no han sido capaces de conformar equipos o por la razón que sea.
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Concluya, señoría.
La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Han tenido consecuencias sobre las familias. ¿Dónde ha quedado aquí la participación en el control y gestión de los centros de las familias, que tiene derecho a él? ¿Por qué no se les ha comunicado? ¿Por qué no han podido intervenir, ser informados, al menos, en alguna fase de estas adjudicaciones? Y sobre todo han tenido consecuencias para los niños. En la Comisión de Educación, yo le hablé de algún caso en concreto en el que se veían esas consecuencias de manera directa. Acabo preguntándole si la Inspección de Educación, el servicio de Inspección Educativa está vigilando estos centros y si han tomado ya alguna medida. Nada más, señora Consejera. Muchas gracias. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Izquierda Unida.”)
La Sra. VICEPRESIDENTA PRIMERA (Cifuentes Cuencas): Gracias, señoría. A continuación, en representación del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora Peinado, de nuevo por tiempo máximo de diez minutos.
La Sra. PEINADO VILLEGAS: Gracias, señora Presidenta. Señora Consejera, lo que yo cuestiono es el modelo de financiación que usted lleva implantando desde el año 2008, que hace, además, que ésta vaya a convertirse y se esté convirtiendo ya en una red que no es homogénea en la calidad que presta. Usted dice: toda la red pública tiene los mismos horarios, tiene horario ampliado, tiene comedor, las cuotas son las mismas. ¡Claro!, en lo formal, tienen las mismas prestaciones. Pero está consiguiendo que haya escuelas de primera y escuelas de segunda, y mucho me temo que las de primera poco a poco van a ir cayendo a la segunda división de las escuelas infantiles, porque usted todavía no se ha atrevido a venderlas. Menos mal que no va a tener tiempo para hacerlo, señora Figar, porque creo que es ahí donde usted quiere llegar.
Lo que yo cuestiono es la financiación, y usted dice: no, si con esta nueva financiación, con estos nuevos pliegos de condiciones se prima el proyecto pedagógico, el proyecto cualitativo, que tiene un peso de un 55 por ciento. Por eso -se lo acaba de decir la portavoz de Izquierda Unida-, en las últimas adjudicaciones de este verano la mayor parte de las empresas adjudicatarias tenían una puntuación bajísima, señora Figar, en sus proyectos, y fueron las que se llevaron la gestión indirecta de estas escuelas. ¿Por qué se lo llevaron? Pues por lo que les ahorraron a ustedes. Mire, señora Figar, hasta ahora la gestión de estas escuelas estaba en manos, como usted bien sabe, de una red de cooperativas, de grandes profesionales que no tenían finalidad de lucro, su única finalidad era tener un proyecto educativo de alta calidad para los niños de cero, uno y dos años. Usted ha preferido que entren a la gestión de estas escuelas empresas que se caracterizan por tener un fin de lucro claro y lo que quieren es beneficiarse, y ustedes lo que quieren es ahorrar. Si ustedes ahorran, ellos se benefician y, al final, ¿quién pierde, señora Figar? ¿Quién pierde? Pierden los niños, y los profesionales; son los que pierden, porque los profesionales van a estar en una situación muy precaria, porque para que ustedes ahorren y esas empresas se beneficien a los profesionales les van a pagar cada vez menos. ¡Señora Figar, 700 euros! Por cuarenta horas semanales de atención directa a bebés. Eso es lo que van a cobrar muchos profesionales en las escuelas infantiles. No hable de calidad en estos modelos que usted está implantando porque no la tienen, porque no es educativo. Mire, usted dice recurrentemente una cosa también: la oposición no hace más que quejarse y denunciar, pero si todo el mundo está encantado y muy satisfecho. Pero es que a usted no le han contado que a finales del mes de julio, cuando casi todo el mundo estaba ya haciendo las maletas para irse de vacaciones, vinieron a esta Asamblea más de 50 madres, maestras y profesionales preocupados pidiéndonos con desesperación que hiciéramos algo por ellos, porque no sabían que iba a ser de ellos. Madres y profesionales que el 1 de septiembre no lo sabían. ¿Esto no se lo han dicho a usted? Mire, en todas las concentraciones, manifestaciones, huelgas que se han dado en esta Legislatura en cuanto a educación, precisamente las profesionales -porque mayoritariamente son mujeres- de educación infantil son las que más se han movilizado, las que más huelgas han hecho, las que más han ido a manifestarse, han hecho manifestaciones propias de la educación infantil, se han sumado a las de denuncia de la educación pública en general. Han sido las que más se han movilizado.
Usted sabe que hace dos años subió un 400 por ciento el número de quejas de padres y madres al Defensor del Menor por la reducción de la calidad educativa, porque, señora Figar, no es lo mismo tener un grupo de 16 niños de dos años que tener a 20 niños; no es lo mismo. No es lo mismo que en las escuelas antes hubiera un profesional de apoyo cada dos unidades, cada dos grupos, y ahora haya un único profesional de apoyo para todo el centro, no es lo mismo, señora Figar. No es lo mismo que con el anterior modelo de financiación, que establecía un módulo fijo según el número de unidades y otro por centro, en el que se dirimía la adjudicación en base al proyecto educativo, no como ahora, que se da al mejor postor; no es lo mismo que antes se calculara el coste de una plaza en torno a unos 450 euros y ahora, en muchos casos, este coste se haya reducido, por lo que usted se ahorra y las empresas se benefician, señora Figar, a 360 euros; 90 euros menos por plaza en muchos casos en una escuela, por ejemplo, de 120 plazas, son muchos millones de euros, señora Figar, lo que usted se ahorra, lo que las empresas se benefician, y lo que se reduce es la calidad de la atención.
(“La señora Presidenta se reincorpora a la sesión.”)
Mire, la junta de portavoces de escuelas infantiles y casas de niños, -sé que para usted no es un interlocutor válido, son profesionales a los que usted permanentemente desprecia ,lo hizo aquí en esta Cámara ante una pregunta que le formulé en el anterior periodo de sesiones- ha hecho un llamamiento en su página “web” para que las educadoras, maestras, padres y madres que tengan quejas se las hagan llegar. A mi me gustaría que cuando recopilen todas esas quejas usted las lea y se entere y se informe y no diga de forma demagógica, como les gusta decir a los miembros del Partido Popular y de su Gobierno, que todos están satisfechos. Ustedes piensan algo y creen que todos los demás tienen que pensar lo mismo. Usted está satisfecha con el modelo de financiación que está implantando y piensa que todos tienen que estar satisfechos. Pues no, fíjese. No, no hay satisfacción, sobre todo a los que les ha tocado sufrir el cambio de un proyecto educativo serio y pedagógico a un proyecto que no es educativo, porque usted apuesta por la no educación infantil, se lo vengo diciendo. ¿Sabe dónde se está notando? Precisamente en la atención educativa.
Le voy a poner un par de ejemplos. Le hablo de casos concretos, de quejas y denuncias de educadoras, de maestras, de las que vinieron aquí en el mes de junio. Antes los niños tenían la rutina de lavarse las manos y los dientes. Ahora en muchos casos no les da ni tiempo a las maestras y a las profesionales de mantener ese tipo de rutinas con ellos. Antes, en una escuela gestionada de forma indirecta por una cooperativa, el niño tenía la rutina de que al ir a echarse la siesta se quitaba los zapatos. Ahora el niño va todo contento a mostrarle a su maestra que se ha quitado los zapatos, y la maestra le dice: “No, mañana tienes que dormir con zapatos”, porque no les da tiempo a mantener una rutina. El niño no está en esa escuela infantil sólo para que le cambien los pañales, le den los biberones y le echen a dormir en una colchoneta, señora Figar. No están sólo para eso; están para mantener un proyecto educativo, para enseñarles una serie de cosas a los niños, rutinas, aprendizajes, porque además es fundamental en su desarrollo, señora Figar. Los centros infantiles no están para aparcar a los niños y cambiarles los pañales. Pero hay muchas educadoras -que creo que, lamentablemente, no se pueden considerar como tales- que les dicen a las familias que bastante tienen con atender a los niños en las cosas más básicas como para encima pedirles que hagan un esfuerzo extra, porque no pueden, y no lo van a hacer por unos sueldos absolutamente precarios, por unas condiciones de trabajo que no son dignas, igual que no es digna la atención que se está dando a estos niños, señora Figar. De verdad, me parece muy duro lo que usted dice: que todos están satisfechos, que todos están contentos, que toda la red es homogénea y que en toda la red se está prestando la misma atención y la misma calidad; porque no es verdad, no es así, y están llegando quejas constantemente.
Le digo más: me consta que se está elaborando un estudio muy serio, avalado por reconocidos profesionales, en el que se va a demostrar cómo los cambios que gracias a sus políticas se han introducido en la red pública de escuelas infantiles están deteriorando a marchas forzadas la calidad de los servicios que se prestan en estas escuelas.
La Sra. PRESIDENTA: Señoría, concluya, por favor.
La Sra. PEINADO VILLEGAS: Concluyo, señora Presidenta. Le vuelvo a repetir, y no me cansaré de hacerlo, señora Figar, que usted no cree en la educación infantil de cero, uno y dos años. Usted sólo cree en tener a los niños aparcados las horas que los padres necesiten, cambiarles los pañales, darles el biberón y ya está. Para eso, señora Figar, no haga usted escuelas infantiles. No son las escuelas ni la educación por la que apostamos los socialistas madrileños. Nosotros apostamos, señora Figar, por una educación de calidad, gratuita y universalizable, para que cualquier familia que tenga la necesidad de llevar a su hijo de cero, uno o dos años a una escuela y tener una atención educativa pueda hacerlo, y de forma gratuita, en esta Comunidad. Eso, afortunadamente, lo podremos empezar a poner en marcha a partir de mayo de 2011. Gracias. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.”)
La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señoría. Tiene la palabra el señor Soler Espiauba, en representación del Grupo Parlamentario Popular.
El Sr. SOLER-ESPIAUBA GALLO: Gracias, señora Presidenta. Señorías, hoy, una vez más, venimos a discutir una comparecencia sobre escuelas infantiles que ha traído el Grupo Socialista; y una vez más, hay alguna parte de la intervención de la Diputada socialista que para mí es muy decepcionante. Realmente, da la sensación de que ha venido a repetir las quejas de un grupo profesional muy respetable, pero que ha perdido una adjudicación pública de escuelas infantiles. La Junta de Portavoces a la que usted se refería -no otras juntas de portavoces, que no es el momento más adecuado para hablar de ellas- no está de acuerdo porque ha perdido esa adjudicación. Ha hecho una oferta peor, según el pliego de condiciones, y no se le ha adjudicado. Eso es una cosa que a usted le podrá gustar más o menos, pero no puede decir ni que no esté de acuerdo con la ley ni que eso no suponga para la Comunidad de Madrid y para sus ciudadanos una mejora, porque hay más familias que pueden acceder a la educación infantil; ni me puede decir que eso no sucede en otras Administraciones públicas. Ya se lo ha relatado la Consejera, pero vamos, señora Vaquero, en San Fernando de Henares las escuelas infantiles que ha puesto el Ayuntamiento son de gestión indirecta. Eso es así.
Señoría, intentar desacreditar la gestión indirecta en la educación infantil es un error. Nosotros no es que nos quejemos de que ustedes critiquen al Gobierno nos parece muy bien; es su función como oposición. Nos llama la atención lo mucho que se equivocan, aunque, como decía Napoleón, cuando el adversario se equivoca, no hay que despistarlo. Señoría, el modelo de gestión indirecta permite que haya más educación infantil para los ciudadanos de la Comunidad de Madrid.
Le voy a repetir las cifras, aunque a ustedes no les gustan las cifras; huyen de ellas porque, claro, las cifras son un dato objetivo, y aquí la crítica que hacen ustedes es siempre subjetiva, en base a unas opiniones difícilmente contrastrables en muchas ocasiones. Yo no sé por qué la señora Vaquero dice que la calidad no es la adecuada. La calidad es una apreciación bastante subjetiva que, en un pliego de condiciones, debe contar lo menos posible; no la calidad sino la subjetividad, y lo que hace el pliego de condiciones es tener en cuenta los datos y valores objetivos como principal referencia para que esto salga adelante lo mejor posible para los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, y es lo que ha sucedido. Señoría, esto nos permite que, en época de crisis, la Comunidad de Madrid pueda ofrecer unas cifras muy saludables y muy sanas que no puede ofrecer ninguna de las Comunidades Autónomas donde gobierna el Partido Socialista o Izquierda Unida; no las pueden ofrecer. Lo hacen peor, tienen peores referencias, y no porque lo digamos nosotros.
Hay un momento en el que la señora Peinado empieza a hablar de la educación infantil como si estuviera hablando de secundaria o de educación universitaria, utilizando unas referencias inadecuadas. Mire, la educación infantil no se parece al resto de la educación, la de cero, uno y dos años. Tiene unas características, que creo que a nadie se le pueden escapar, que son completamente distintas. Es más, en algunos sistemas educativos, lo que usted llama educación infantil de cero, uno y dos años no se considera parte del sistema educativo, y no estoy diciendo algo que suceda en la Conchinchina no, sino en Finlandia, uno de los países mejor valorados por el informe Pisa en cuanto al sistema educativo. Finlandia no tiene como parte del sistema educativo la educación cero, uno y dos años porque la plantean de una forma completamente distinta, en la que sí hay una parte educativa, y hay otras partes que no son educativas, y eso es una cosa que también hay que tener en cuenta.
Antes, otra de las cosas que me ha llamado mucho la atención ha sido cuando ha dicho que antes había un profesor de apoyo por cada dos y ahora sólo hay uno en la totalidad. Mire, muchas de estas escuelas infantiles tienen un número limitado; es decir, antes había dos profesores de apoyo y ahora hay uno, o antes había tres y ahora hay uno, y es muy lógico que suceda así. Claro, usted me dice que antes era algo completamente de referencia. Pues, sí. ¿Por qué? Porque la profesión siempre quiere que haya un modelo ideal en el que hay un exceso de personas dedicadas a cosas que podrían hacer menos personas, y yo lo entiendo porque se descargan de trabajo; pero eso no garantiza el que la educación infantil sea mejor. No lo garantiza, señoría.
El otro día, cuando discutíamos también de educación, me hablaba siempre de las ratios, y yo le ponía como ejemplo que nosotros, en la Comunidad de Madrid, tenemos unas ratios más bajas, más a su gusto, que Finlandia, Gran Bretaña, o Alemania; sin embargo, en el informe Pisa salen mejor valoradas. Y tenemos unas ratios peores que Grecia, Italia y Portugal; sin embargo, en el informe Pisa salimos mucho mejor. Con lo cual, señoría, el tema de las ratios, cuando lo contrastamos con el éxito del proyecto educativo, resulta que no concuerda; algo estará pasando, y a lo mejor es que las ratios no son la referencia absoluta de cómo debemos calificar un proyecto educativo. Eso habrá que tenerlo en cuenta, pero también habrá que tener en cuenta otras cosas, y yo creo que el pliego de condiciones, por medio del cual se han adjudicado las escuelas infantiles, es correcto. Usted no ha podido decir aquí en ningún momento que tenga ningún defecto objetivo ni legal; simplemente a usted le parecen peor, y su opinión es muy respetable. Pero, señoría, esta situación nos ha permitido tener más familias madrileñas atendidas en este espacio temporal educativo; nos lo ha permitido.
Antes hablaba del cheque guardería. Mire, tenemos una atención a cero, uno y dos años por encima de lo que recomienda la Unión Europea, por encima de todas las Comunidades Autónomas que gobiernan los socialistas o los socialistas con Izquierda Unida y, como ha recordado antes la Consejera, sólo Holanda y Dinamarca están en una situación mejor que la Comunidad de Madrid en lo que se refiere a la media dentro de las naciones europeas.
A mí me parece que, si la Comunidad de Madrid en España está bien considerada, sus ratios están en condiciones, venir aquí a decir que, en una guardería concreta, un niño concreto fue a que le quitaran los zapatitos y no pudo es de una pobreza argumental que me llama la atención. En fin, parece como de vocal vecino; ésta es una cuestión en la que nos encontramos criticando la zanja, el árbol, el socavón, etcétera, cosas que tienen su ámbito, y a mí me parece que no es éste.
Yo creo que lo que un Gobierno debe pensar es cómo puede mejorar para una mayoría, y creo que eso es lo que ha proyectado la Consejería de Educación del Gobierno Aguirre: cómo mejorar la educación infantil para el mayor número de familias posibles, y eso creo que ha significado un aumento del número de plazas. Usted podrá decir que hay un grupo de profesionales que lo critican; es muy respetable, pero, claro, son los afectados, señoría. No van a decir que está todo muy bien cuando ellos se han quedado fuera del proyecto porque han hecho un pliego de condiciones o un proyecto que ha perdido frente a otros.
La Sra. PRESIDENTA: Señoría, vaya concluyendo, por favor.
El Sr. SOLER-ESPIAUBA GALLO: Termino ya, señora Presidenta. Señoría, luego me haba de 700 euros. Mire, ¿sabe a cuántos madrileños y a cuántos españoles les gustaría cobrar 700 euros? ¿Está fuera de la ley? ¿Hay algún problema sindical? Yo creo que son salarios que se están pagando... Bueno, si le digo lo que están pagando, que a veces ni pagan, en algunos despachos de abogados importantísimos a los pobres recién licenciados, que estén pagando 700 euros en estas guarderías a mí me parece que ya les gustaría a muchos licenciados en Derecho que están haciendo sus primeros pinitos en cualquier bufete. Les podría poner algún ejemplo que les sorprendería. (“La señora Peinado Villegas pronuncia palabras que no se perciben.”)
La Sra. PRESIDENTA: Señorías, por favor. Señor Soler, vaya concluyendo.
El Sr. SOLER-ESPIAUBA GALLO: Termino ya, señora Presidenta. Por tanto, yo estoy de acuerdo con el proyecto educativo, y me parece que ninguna de las críticas que ustedes han hecho tiene una enjundia suficiente como para descalificar un proyecto que está funcionando, y funcionando muy bien. Gracias. (“La señora Peinado Villegas pronuncia palabras que no se perciben.- Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”)
La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señoría. Señora Consejera, tiene la palabra para contestar por tiempo máximo de diez minutos.
La Sra. CONSEJERA DE EDUCACIÓN (Figar de Lacalle): Gracias, señora Presidenta. Trataré de ser breve puesto que este asunto ya lo hemos debatido en multitud de ocasiones y tampoco aporta la oposición ningún argumento ni ninguna nueva propuesta.
Empezaré diciendo a la portavoz del Grupo Izquierda Unida que yo le puedo asegurar, y es que no paro de asistir a escuelas infantiles, de inaugurar escuelas infantiles, que no he conseguido ni la más mínima queja ni comentario de una familia porque el educador o el maestro que le atiende sea funcionario o no sea funcionario. Es que éste es un debate de usted, de ustedes, lo de la gestión directa, pero a las 44.000 familias que están en la red de escuelas infantiles no les importa que aquellos que les prestan servicio, que aquellos que educan, que asisten a sus menores de tres años, sean funcionarios. (La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Denuncias, denuncias, denuncias.) ¡Es que no les importa! Yo jamás me he encontrado con un padre o una madre que realice una reivindicación semejante. Además, señoría, es que las escuelas infantiles hace mucho en la Comunidad de Madrid que no son de gestión directa, pero no son las que ha puesto en marcha la Comunidad de Madrid ni son las que ha puesto en marcha ningún ayuntamiento de la Comunidad de Madrid, sea del Partido Popular, sea del Partido Socialista, sea de Izquierda Unida. ¡Es que ya nadie pone en marcha escuelas infantiles de gestión directa desde hace muchos años! ¡Ni siquiera ustedes donde gobiernan, ni en San Fernando, ni en Rivas, que hemos inaugurado una este año, señoría! No las pone en marcha nadie. Y, además, es que a nadie le importa, señoría. ¡Es que no le importa a ningún padre ni a ninguna madre, señoría, que el que cuida a sus hijos, el que les educa, el maestro o los educadores, sean funcionarios. Es una cosa de ustedes; usted será portavoz de algún grupo con este tipo de reivindicaciones o sus cuestiones de lo público, pero no le importa a las 44.000 familias, señoría, y tampoco a los alcaldes de Izquierda Unida, del Partido Popular ni del Partido Socialista, que ponen en marcha escuelas de excelente calidad, siempre de titularidad pública pero en manos de empresas o cooperativas que las gestionan.
En relación con las cuotas que pagan las familias, le diré que las cuotas que regulamos en la Comunidad de Madrid son iguales para todas las familias, pertenezcan al municipio que pertenezcan o esté donde esté ubicada la escuela infantil, y que, a igual renta, están entre las más bajas de España. Es un mínimo. Yo nunca he negado que hayamos quitado la cuota cero, nunca. ¡Si yo soy enemiga del gratis total! Siempre pienso que han de pagar algo, entre otras cosas, señoría, porque, si le proporcionan pañales gratuitos y otros servicios, han de pagar algo. Sepa, además -no lo reconocerán públicamente ni se lo voy a pedir-, que, en muchas reuniones que hemos tenido con educadoras o con directoras de escuelas infantiles, ellas mismas nos han dicho que muchas de las familias que pagaban cero no valoraban el servicio, que no lo valoraban, y estaban de acuerdo en que algo debían pagar. Señoría, que ese algo, cuando el coste real de la plaza puede superar los 500 euros al mes, esté en 45 no me parece excesivo. Insisto, están entre las más bajas de España. Y nunca he negado que hayamos suprimido la cuota cero, lo que he dicho es que existen exenciones para familias con especial necesidad; existen. Tenemos un número de familias para las que, previo informe de los servicios sociales municipales, una vez analizada su situación económica -pueden ser familias en riesgo social o que hayan caído en una circunstancia en la que no estaban cuando hicieron la matriculación-, existen exenciones, exenciones completas para un número de familias. Eso está al margen de las tasas o de las cuotas que regulamos y que publicamos. Eso es lo que yo he reconocido, y nunca le he dicho que no exista la cuota cero, es que me parece absurdo porque nosotros mismos somos los que publicamos las cuotas cada año, como Consejería de Educación, aparece recogido en el BOCM, y es absurdo que yo diga eso. Para familias, caso a caso valorado con el informe de los servicios sociales, existen exenciones.
En cuanto a los argumentos de la señora Peinado, en lo sustancial, son los mismos de siempre, aunque ha aportado algunas cosas nuevas al debate de hoy que verdaderamente, señora Peinado, me dejan perpleja. Lo que no puede ser y lo que no se puede sostener sin ruborizarse, señoría, es que, si un maestro o un educador cobra 1.200, es educativo y, si cobra 1.000, no. Señoría, ¡es que esto no hay quien lo entienda! Una cosa será lo que cobra cada persona, que, por cierto, lo negocian los sindicatos, no lo fijo yo, pero lo que no se puede decir es: oiga, usted presta un servicio muy educativo si cobra 1.200 y, si cobra 1.000, usted está privatizando y maltratando a los niños. Señoría, ¡esto no se sostiene! No tiene nada que ver una cosa con la otra. Nosotros exigimos y regulamos las titulaciones, los criterios y la formación que han de tener las personas que trabajan en las escuelas infantiles, pero, señoría, prestarán buen o mal servicio con independencia de lo que cobren. Lo que no se puede decir es: esto es muy educativo si una persona cobra 1.200... Entiendo que les gustará más cobrar 1.200 que 1.000, y 1.000 antes que 800, pero lo que no se puede sostener es el argumento de que atiende fenomenal a los niños y presta un servicio educativo alguien que cobra 1.200 y, si cobra menos, no; señoría, esto no se sostiene.
El otro argumento es: si lo gestiona una cooperativa, es un servicio de gran calidad y público -porque usted me dice ya que las cooperativas son públicas-, pero si lo gestiona una empresa, no es educativo. ¡Que no, señora Peinado! ¡Que no se puede sostener esto! Primero, las cooperativas no son ONGs y tampoco son de titularidad pública, pero lo que no puede ser es que, si el concurso lo gana una cooperativa, entonces es supereducativo, nos encanta y los niños están fenomenal, pero si lo gana una sociedad limitada o una S.A., entonces ya fatal. ¡Es que no puede ser, señoría! ¡Es que utilizan ustedes unos argumentos que no se sostienen! No puede ser. Están bien regulados y bien definidos en los pliegos los requisitos, están bien valorados los proyectos educativos y los condicionantes para pasar el requisito de solvencia técnica antes de valorar otros criterios objetivos de los concursos; pero lo que no puede ser es: si lo gana quien a usted parece gustarle más, entonces es educativo y, si no, no. Señoría, será educativo o no según recogen los pliegos del concurso y el servicio que se presta, y luego lo ganará quien mejor oferta combinada presente entre la oferta económica y el proyecto educativo. No se sostienen sus argumentos. Y ya lo que no logro entender es eso de, si yo me ahorro, las empresas ganan más; o sea, si yo me ahorro, las empresas se benefician, que lo ha dicho usted quince veces en su exposición. ¡No entiendo nada! ¿Qué tendrá que ver que yo me ahorre con las empresas que ganan más? Será más bien al revés. Normalmente, cuando yo no me ahorro, las empresas, las cooperativas, o los que ganen contratos con la Administración, ganarán más, señoría. Esto de, cuando yo me ahorro, las empresas se benefician, no lo entiendo. No entiendo nada de lo que usted me dice, salvo que usted es bastante incoherente e inconsistente en sus argumentos; o sea, no se puede caer en argumentos de esta índole, señoría, y hacer esta demagogia. Si es educativo, si cobro, ¿a partir de cuánto es educativo? ¿A partir de 1.000 es educativo? ¿Es educativo si lo gana “x” y no es educativo si lo gana “y”? ¿Es educativo si lo gana quien a usted le parece?
Y, ¿qué pasa con aquellos concursos que usted denigra cuando lo gana la misma cooperativa que lo estaba gestionando anteriormente? Entonces, ¿usted no tenía ninguna queja? Que es lo que ha pasado en la mayoría de los casos. En la mayoría de los casos, las cooperativas que han estado gestionando escuelas infantiles que hemos vuelto a sacar a concurso con los nuevos pliegos, han vuelto a ganar, y eso a usted no le plantea ningún problema. ¡Hombre, no! Señora Peinado, los argumentos que ha expuesto usted aquí hoy: A los de siempre, no le contesto, porque se los he contestado ya muchísimas veces en esta tribuna, pero esas nuevas aportaciones al debate francamente me han dejado perpleja.
La Sra. PRESIDENTA: Señora Consejera, concluya, por favor.
La Sra. CONSEJERA DE EDUCACIÓN (Figar de Lacalle): Termino, señora Presidenta. Ustedes hablan de mala calidad, aportan unas quejas que nunca se sustancian porque no llegan a la Consejería ni se transforman en denuncias, y yo distingo entre las quejas de las familias, que son las usuarias finales y las receptoras del servicio que prestamos, y las de los profesionales. Yo comprendo que algún profesional que se ha quedado fuera de un concurso o que ve su sueldo rebajado estuviera mejor con las anteriores condiciones; de lo que hablo, señoría, es de las familias, y las familias están muy satisfechas puesto que, en general, consideran que están recibiendo un servicio de altísima calidad, que sus hijos están en manos de excelentes profesionales, y que además pagan cuotas -son conscientes, señoría- muy por debajo del coste real.
Ahora nos anuncia un informe de no sé qué expertos, que ya nos ha venido usted a decir que el informe que están elaborando va a decir que nuestras escuelas infantiles pierden calidad. Yo me quedo, señoría, con dos análisis objetivos: el que ha realizado el Defensor del Menor, que ha valorado muy positivamente la calidad de las escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid -y lo dice así y lo recoge en su informe-, que son de excelente calidad. Y, sobre todo, señoría, al hilo del recurso que interpuso el Ayuntamiento de Getafe, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, señoría, que estableció -se lo hago llegar si no lo ha visto- que el Decreto de Requisitos Mínimos de los nuevos pliegos, señoría, no afectaban a la calidad de las escuelas infantiles ni afectaban a las condiciones laborales de los educadores. Gracias, señora Presidenta. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”)
La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señora Consejera. Pasamos al siguiente punto del orden del día.
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