Después de mucho sufrimiento con el empuje y las movilizaciones de trabajadoras de la educación, familias, sindicatos y partidos políticos, hemos conseguido que se tengan en cuenta las necesidades de los menores y el respeto a las trabajadoras, en este mal llamado “proceso de estabilización”, que emprendió la Comunidad de Madrid y que los cambios que se van a producir en los centros, se retrasen hasta el final de este curso escolar.
Esta
chapuza de estabilización afecta a 3.500 trabajadores y trabajadoras y a otros
1.000 en el concurso de traslados, de distintos perfiles profesionales:
educadoras infantiles y de otras especialidades, integradores sociales,
fisioterapeutas…, todos ellos trabajando con menores, con los alumnos y alumnas
más vulnerables, que iban a sufrir el encontrarse con personas desconocidas, a
la vuelta de sus vacaciones de Navidad.
Este
cambio, al que entre todos hemos forzado a la Comunidad de Madrid, no hubiera
sido posible sin la presión y la movilización de todos y todas.
¡Gracias
a todas las que os habéis implicado para conseguirlo!
Disfrutar
de unas merecidas vacaciones y a la vuelta nos encontraremos para seguir
luchando por una educación infantil publica de calidad para la Comunidad de
Madrid.
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