Soy maestra de educación infantil y el pasado mes, mientras
escuchábamos atónitos como una cadena de errores del Ministerio de Sanidad
podría haber terminado con vidas humanas y además sufríamos las declaraciones
del Consejero de Sanidad, no pude evitar pensar que probablemente, grupos de
profesionales de la sanidad, aconsejaron tomar otras medidas, pero las personas
responsables no escucharon.
Reflexionaba sobre esto porque desde hace años
profesionales de educación infantil veníamos advirtiendo del riesgo que corren
la Escuelas Infantiles y Casa de Niños de la Comunidad de Madrid. Esta red de
centros que fue un modelo a seguir en otros países, desde el decreto de mínimos
de 2008 ha ido sufriendo un declive manifiesto, y cuando las personas
concienciadas con una educación de calidad han ido a entrevistarse con las
responsables de la Consejería de Educación, lo que han recibido es prepotencia y
desprecio.
Para la Comunidad de Madrid, todo lo que no sea un
negocio es despreciable, parece ser que la educación que reciban las personas
en los primeros años de la vida solo les importa si eso les beneficia
económicamente; pero se están equivocando, mucho, si no ofrecen una educación
de calidad que ayude a un desarrollo integral de los niños y niñas, porque la
sociedad les pasará factura.
Espero que pronto la Escuela Infantil vuelva a ser un
lugar donde los niños y niñas, puedan vivir experiencias lúdicas que les ayuden
a crecer ,donde los espacios estén adaptados a sus necesidades, donde se les
pueda atender de forma individualizada porque la ratio lo permita, un lugar
donde los profesionales estén mejor pagados y donde a las familias puedan
participar; pero para eso, es necesario que los prepotentes que no saben
escuchar se vayan, que echemos a los que solo saben ver un negocio en la
educación y cuando se vayan, ojalá que vengan otras personas receptivas que
crean en lo público, que escuchen lo que tienen que decirles las personas que
llevan años luchando por una educación de calidad, sobretodo eso, que escuchen
porque las generaciones del futuro dependen de ello.
Isabel Barbero
No hay comentarios:
Publicar un comentario