En el caso del ayuntamiento de Madrid, ya muchas de estas promesas electorales se hicieron en el año 2019 y cayeron en el olvido, rescatadas ahora para la nueva campaña electoral, de nuevo son incumplidas.
Se retraso a después del 28 M, la
publicación de las listas de espera para las escuelas infantiles municipales,
ya que más de 10.000 niños y niñas, según los datos aportados por el ayuntamiento
se quedaron sin plaza, aunque desde la FAPA Giner de los Ríos, señalan que esa
cifra podría llegar hasta los 23.000 excluidos.
De las escuelas infantiles
prometidas, entre 2019 y 2023, según reconoció el Ayuntamiento, solo se
pusieron en funcionamiento cinco, ubicadas en Moncloa-Aravaca, Retiro, Centro,
Villaverde y Vicálvaro, que suman 502 plazas. Sin embargo, de esos cinco
centros, solo uno era de nueva proyección y ha sido inaugurado este año. Los
otros cuatro estaban tramitados en el mandato anterior, bajo la Alcaldía de
Manuela Carmena. Sí han cedido, como se publicó en su programa, un
terreno municipal para que una empresa construya un colegio privado concertado
en una zona, Vicálvaro, donde los vecinos reclamaban más centros públicos. Unos
23.000 metros cuadrados de parcela, valorados en 18 millones de euros, que
entregó gratis junto a la Comunidad de Madrid liderada por Isabel Díaz Ayuso.
Uno de los anuncios estrella de la
Presidenta de la Comunidad de Madrid, fue la bajada de ratios en educación
infantil y secundaria. Tres días después de las elecciones, la orden 1712/2023,
contradice las promesas esgrimidas por Ayuso, quedándose las ratios como
estaban.
“Madrid tiene las aulas más
masificadas de toda España y las va a seguir teniendo porque lo que se prometió
en campaña electoral no era cierto”
Así mismo, 2 días después de las elecciones,
se conocía el aumento de las tasas de comedor en los centros públicos: “Ayuso
sube el precio de los comedores escolares en los colegios públicos y eleva el
gasto diario de las familias a 5,50 euros. Este incremento en la cuota se
aplicará de cara al curso 2023/24 y supondrá un desembolso mensual para los
hogares de hasta 110 euros por alumno”. (lo que supone una subida del
12,7%). Este precio es inasumible para muchas familias sin que haya
becas, ni gratuidad. Condenan a la exclusión del comedor a decenas de miles de
niños y niñas que se suman a los que cientos de miles que ya estaban
excluidos.
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso sigue
publicando ayudas diversas que benefician por igual a las familias que más
tienen y a las más necesitadas de la Comunidad de Madrid. La
última, el llamado 'cheque canguro', que es una subvención para ayudar a la
contratación de empleadas de hogar para el cuidado de hijos e hijas menores de
12 años.
Tras la polémica por los cheques
bachillerato, que permiten que familias con rentas relativamente altas, puedan
acceder a ayudas para financiar estudios en centros privados; el Gobierno de
Ayuso repite la fórmula, esta vez para compensar las cuotas a la Seguridad
Social de los empleados domésticos. contratados para cuidar de menores de 12
años o dependientes. Esta vez, el umbral máximo de renta que la Comunidad de
Madrid ha establecido es de 30.000 euros per cápita. Esto significa que una
pareja con un hijo que cobre 90.000 euros al año podrá solicitar la ayuda. En
el caso de una familia numerosa con tres hijos, ese límite se dispara hasta los
150.000 euros anuales, un modelo que Ayuso defiende como un gesto con “los que
siempre pagan y nunca reciben nada", como los definió la presidenta en
julio de 2022.
Ahora hay una diferencia
sustancial: en el reparto del cheque canguro no tendrán prioridad los
solicitantes que menos recursos tengan, a diferencia de lo que ocurría con las
ayudas al estudio en centros privados. Aquellas las podían pedir madrileños con
rentas elevadas, pero a la hora de resolver la convocatoria, se empezaba por
los solicitantes con menores ingresos y se iba subiendo por la escala de renta
hasta que se agotaran los fondos. Es el argumento al que se agarró entonces el
vicepresidente Enrique Ossorio para negar que sus becas favorecieran a las
rentas altas: “Se conceden por concurrencia competitiva”, repitió entonces el
también consejero de Educación, en cada comparecencia pública.
En el caso de las ayudas para
contratar personal doméstico, dependientes de la Consejería de Economía de
Javier Fernández-Lasquetty, no ocurre así. Según sus bases, la adjudicación de estas subvenciones “se realizará
mediante concesión directa por orden de entrada de las solicitudes en el
registro electrónico de la Comunidad de Madrid”. Es decir, el que primero llega
–y cumple los requisitos de renta máxima- tiene prioridad; aunque cobre mucho
más que otro ciudadano que ha registrado la solicitud más tarde. Un dato que no
es menor en esta convocatoria
Un límite laxo para acceder a
los cheques canguro, pero titánico para las becas comedor
La publicación de los requisitos
para acceder a estas ayudas a la contratación de personal doméstico se produce
en la misma semana en la que se han conocido los que tendrán que cumplir
quienes quieran beneficiarse de las becas comedor, para las que se han establecido
unos umbrales de renta mucho más exigentes. En ese caso, los ingresos también
se miden según el criterio de renta familiar per cápita, pero no pueden superar
los 4.260 euros.
Eso significa que una madre
soltera con un único hijo -en la que no concurran otros factores, como ser
víctima de violencia de género-, que cobre 9.000 euros al año y necesite dejar
al niño en el comedor del colegio; no podrá beneficiarse de ninguna ayuda para
pagar el comedor. En cambio, una mujer en la misma situación familiar, pero con
un salario anual de 60.000 euros, sí podrá solicitar una ayuda para costear una
cuidadora. De hecho, las dos podrán optar al cheque canguro, pero la primera no
tendrá prioridad sobre la que más gana. Incluso, se podría quedar fuera de la convocatoria,
si se agotan los fondos y la que tiene más renta hubiera presentado antes la
solicitud.
Además, la Comunidad de Madrid,
sigue sin poner remedio a los problemas generados en los CEIP donde se ha
integrado el primer ciclo de educación infantil, a los que hay que sumar, que a
31 de agosto cesan todas las educadoras contratadas que han puesto en marcha
estos centros, con gran esfuerzo y profesionalidad, quedando rotos todos los
lazos de apego que han construido con los niños y las niñas y sus familias. ¿Qué
va a pasar en estos centros el 1 de septiembre?, si además tenemos en cuenta la
dificultad para encontrar maestras coordinadoras, tanto para los centros que ya
están en funcionamientos, como en los de nueva creación.
¡Bienvenidos y bienvenidas al
caos, la injusticia social y la falta de equidad en la educación de la
Comunidad de Madrid!
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