COLECTIVOS DE EDUCACIÓN INFANTIL DE MADRID (Octubre 2019)
AMEIGI, JUNTA DE PORTAVOCES DE EDUCACION INFANTIL 0-6 Y PLATAFORMA 0-6
El Reconocimiento de que la etapa 0-6, completa, es educativa, lo que ha de plasmarse en su estructura, organización, gestión y supervisión e implica in-cluirla en el Sistema Educativo General, respetando su identidad propia pero con iguales derechos que el resto.
Que los centros donde se imparta, al igual que sus profesionales, dependan exclusivamente de Administraciones Educativas (Ministerio, Consejerías y Con-cejalías).
Que todos los centros que acojan niños y niñas de estas edades cumplan los requisitos mínimos de centros (titulaciones, ratios y espacios) y enseñanzas.
Que, por su inadecuación con los derechos y necesidades infantiles, se paralice y revierta el proceso de ruptura del primer ciclo que lleva aulas de dos años, o de uno y dos, a centros de Infantil y Primaria concertados y conveniados.
Que el desarrollo de los mínimos comunes curriculares sean una respuesta científica y actualizada, sencilla, clara y útil, al tiempo que inclusiva e integral, a esos derechos y necesidades. Para ello se centrará en la cultura de la infancia (Convención de los Derechos del Niño), la forma específica de ser, estar y hacer infantiles que emplea el juego como canalizador fundamental.
Que los diversos proyectos educativos en los centros concreten, participativa y democráticamente, ese currículo común, incorporando sus señas de identidad y diseñando su implementación con transparencia.
Que la titulación adecuada para ejercer en esta etapa sea un grado de magiste-rio en educación infantil, o equivalentes, que ha de reformularse e incluir, me-diante habilitación, el saber profesional de quienes imparten el Ciclo Superior de E.I.
Que se habilite y homologue en un proceso único y definitivo a quienes actual-mente cursan o ejercen como técnicos o técnicas especialistas en Educación Infantil.
Que se oferte una formación continua pública, suficiente, periódica, de cali-dad, gratuita, y sometida a evaluación formativa, al servicio de las necesidades reales y cotidianas de sus profesionales, lo que implica recuperar el número de centros anterior a 2010.
Que la administración educativa favorezca, oriente y apoye la labor de equipos do-centes cada vez más cualificados y motivado por ello. Que se canalice a través de una Inspección de E. Infantil específica y de servicios de Atención Temprana, con suficientes profesionales y recursos materiales para atender a la etapa completa (1º y 2º ciclos).
Que para garantizar su unidad y adecuación, la etapa completa esté en un mismo centro cuyas condiciones ambientales observen los requisitos espaciales de calidad establecidos, entre los que se encuentra un criterio de familiaridad contrario a los macrocentros. Son las Escuelas Infantiles y Casas de Niños, de no más de ocho uni-dades, las que dan una mejor respuesta a las necesidades y derechos de los niños y niñas, lo que implica que se construyan centros suficientes, próximos al domicilio y ajustados a esas condiciones familiares que los niños y niñas precisan.
Que, en tanto se hace realidad lo anterior, se adecúen los colegios a la reconver-sión de espacios infantiles que, publicada en 1991 (R.D. 1004) y nunca completada, preveía, entre otros, baños visibles y accesibles desde las aulas del segundo ciclo.
Que, en tanto se camina hacia las recomendaciones de la Comisión Europea, se bajen inmediatamente las ratios a 6 bebés/aula, a 9 en uno a dos años, a 12 en dos-tres, 18 en tres-cuatro, 20 en 4-6, lo que debe simultanearse con la generalización de la pareja educativa en todos los grupos, con iguales condiciones laborales, sala-rio y función.
Que cada niño o niña con necesidades educativas específicas, siempre y en cual-quier nivel, ocupe dos plazas, pudiendo haber dos criaturas por grupo.
Que se combinen los parámetros de universalización y gratuidad, con los de equi-dad y calidad. La progresión ha de ser extender la universalización y su gratuidad, primero en los sectores de la población que más lo precisan.
Limitar el cheque-guardería, que se ofrece en forma indiscriminada a quienes utili-zan los centros privados, a aquellos centros situados en zonas donde la oferta pú-blica no cubra las necesidades de escolarización.
Que los Centros de Educación Infantil sean Públicos, no solo de titularidad sino también de gestión. Rechazamos la privatización de centros y/o plazas escolares mediante conciertos, así como los actuales pliegos de los concursos.
En tanto se llega a la generalización de lo anterior, pedimos que los pliegos para los concursos que adjudican la gestión de centros públicos prioricen la calidad de los proyectos educativos, así como la profesionalidad de los equipos docentes y ofrez-can un presupuesto fijo y digno para llevar a cabo una educación de calidad y una dignificación laboral de los y las profesionales.
COLECTIVOS DE EDUCACIÓN INFANTIL DE MADRID (Octubre 2019)
AMEIGI, JUNTA DE PORTAVOCES DE EDUCACION INFANTIL 0-6 Y PLATAFORMA 0-6
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