Una
vez más la Consejera
de Educación Lucia Figar hace gala de su
autobombo y demagogia, gasta dinero para “informar” a las familias de lo buena
y benefactora que es la
Comunidad de Madrid, dinero que niega a las escuelas
infantiles y casas de niños, ejemplo la brutal subida de las cuotas que están
obligando a miles y miles de familias a renunciar a una plaza que necesitan
para sus hijos, simplemente porque no pueden pagarla.
Habla
de la “máxima” calidad de la educación que ofrecen a los niños obviando que se
la están cargando con el aumento de ratio, la disminución de profesionales, y
la subasta de las escuelas al que haga la oferta más económica sin ningún
control posterior del servicio educativo que se ofrece. En definitiva un
ejercicio más de cinismo y propaganda que en la respuesta que le da el padre afectado queda
bastante desmontado.
Os animamos a leerlas.
CARTA DE LUCIA FIGAR A LAS FAMILIAS
(Haz doble click para amplliarla)
RESPUESTA DE UNA FAMILIA
Querida
Lucía,
Quiero
responder a tú carta y he decidido hacerlo en un medio público. Quizás porque
no cuento con el mismo presupuesto con el que tú, desde la Consejería, has
decidido bombardearnos con ésta campaña publicitaria, un poco engañosa. Imagino
que no soy el único padre al que das la bienvenida al sistema educativo que sufragamos entre
todos y todas. Así que, según tus propios cálculos, habrá al menos unas 45.000
cartas como la mía, que a una media de 20 céntimos, hacen ya 9.000 euros (casi lo que se lleva a casa una educadora
durante todo el año).
Según
me cuentan mis colegas padres y madres, es la primera vez que comienzas el
curso saludándonos y recordándonos todo lo que haces por nosotros. Puestos a
hacer cálculos y medias, no estaría de más que alguien echase un rato en
comprobar cuánto nos costáis vosotros y vosotras, consejeros, directores y
demás cargos al resto de las personas.
En
cualquier caso, parece obvio que éste recordatorio no es más que una forma poco
honesta de disculparte por la subida de tasas que éste año afrontamos y que
supone un incremento de entre 200 y 1200 euros anuales por niño, según los
ingresos de la familia, la fecha de nacimiento de la criatura y las horas que
permanezca en la Casita.
En
tu carta, te refieres a un coste medio por niño de 5.100 euros anuales. Daremos
por bueno éste dato, pero conviene repasar las cuentas.
Vamos
a poner un ejemplo concreto: Casita de Niños que cuenta con 15 usuarios y que
está soportada por un Ayuntamiento de unos 300 habitantes, ofreciendo por tanto
un servicio a niños de pueblos cercanos que carecen de él.
Éste
municipio se hará cargo de las instalaciones y su mantenimiento, la
calefacción, el teléfono, la luz, los
seguros, la limpieza y los honorarios de las educadoras. La Comunidad de Madrid
aporta, en éste caso concreto 2.195 euros por niño y año (atendiendo a la
propia orden elaborada por la
Consejería el pasado mes de Junio). Nosotros, los padres y madres, hacemos una
aportación que va entre los 600 y los 2.400 euros por niño y año, según las
diferentes circunstancias. En cualquier caso, son los Ayuntamientos ( pequeños,
con muy pocos recursos) los que han de afrontar un coste importante por la
escolarización de nuestros hijos menores de 3 años, poniendo en muchos casos en
serio peligro la supervivencia de las Casitas. Y de aquí podemos extraer la
primera conclusión: a la
Consejería que diriges, querida Lucía, le importa un pimiento
y tres rabanitos la escuela rural y el proyecto educativo emprendido hace ya
muchos años por las Casitas de Niños en la Sierra.
Pero
además de ahogar a los ayuntamientos y condenar a la desaparición a la escuela
pública rural, en ésta crisis que nos asola a todos y en el que algunos tenemos
menos responsabilidad (no gobernamos, no cobramos por ello) has decidido subir
las tasas y de que manera. Quien antes pagaba 400 euros al año, pagará ahora
600. Quien antes pagaba 1400 euros, empezará a pagar un mínimo de 1800. Pero lo
que más sorprende es la instauración de una tasa que penaliza a los bebés. Aquellas
madres que deseen escolarizar a hijos que hayan nacido durante éste año,
tendrán que pagar un suplemento de 600 euros anuales, a sumar a las tasas
anteriormente mencionadas. Desde luego, si ésta es la idea que tienes de
conciliación laboral y familiar… Esta medida, junto a la bajada de sueldos,
eliminación de pagas y demás consecuencias de las políticas de empleo (de las
que también eres responsable) hacen muy difícil que las madres puedan ser otra cosa
diferente.
Por
último, quiero reflexionar sobre la calidad de la enseñanza en las Casitas de
Niños, que tú también mencionas. Estoy de acuerdo en que es muy alta. Gracias,
sin duda, al ingente esfuerzo de las educadoras y equipos que, a pesar de la
reducción de sueldos y horas de trabajo, siguen empeñadas en realizar su labor
de forma honesta y digna. Porque se creen lo que hacen. Porque no se limitan a
cubrir las necesidades básicas de los niños y niñas (que también) sino a
desarrollar proyectos educativos que contribuyan a su felicidad. Por eso no nos
defraudan y responden, plenamente, a la confianza que depositamos en ellas.
No
se si leerás éstas líneas y dudo que, en caso de hacerlo, te incomoden lo más
mínimo. Pero si espero que lo hagan algunos de los padres y madres que han
recibido tu misiva. Y que cada cual reflexione según sus criterios.
Muy
atentamente, un saludo.
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